El contundente triunfo de Donald Trump sobre Kamala Harris en la carrera por la presidencia de Estados Unidos tiene contento a Elon Musk, el hombre más rico del mundo, quien abiertamente apoyó al republicano en su aspiración e incluso le donó al menos US$75 millones.
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La felicidad del magnate no solo se debe al regreso de Trump a la Casa Blanca, sino también a la disparada del valor de Tesla, una de sus principales compañías. Sobre el mediodía del miércoles, los títulos de la firma de vehículos eléctricos subían 33% hasta los USS$285, acentuando la tendencia que mostraban en operaciones previas a la apertura del mercado.
Según Forbes, solo con el movimiento de la acción en las primeras horas del día Musk se volvió US$15.000 millones más rico y alcanzó un patrimonio de US$283.600 millones.
“La acción de Tesla crece [...] debido a las relaciones privilegiadas de Elon Musk con Donald Trump” que “le debe mucho”, dijo Andrea Tueni, analista de mercados de Saxobank, en declaraciones recogidas por la agencia AFP.
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Para los inversionistas se abre una puerta dorada para Musk, quien tendría camino libre para explotar el valor de sus compañías en medio de un Gobierno Trump que promete ser severo con las importaciones gravándolas con incrementos arancelarios de entre 10% y 20%.
Conocido el regreso del republicano a la presidencia de Estados Unidos, la “luna de miel” con Musk se acentuó. “Tenemos una nueva estrella. Una nueva estrella ha nacido: Elon (...) estamos juntos esta noche (...) Es un personaje, es un tipo especial. Es un super genio”, afirmó Trump en su discurso ante una multitud.
El CEO de Tesla se perfila como el “consentido” del próximo presidente, cuyo plan de gobierno contempla prorrogar los recortes de impuestos que hizo durante su primer mandato, en 2017, y extenderlos incluso a la clase medias.
No obstante, hay quien cree que la política de Trump podría tener un efecto totalmente adverso para Tesla y los intereses de Musk. Según Dan Ives, analista de Wedbush, una política más dura con China traería represalias desde Pekín y una potencial guerra comercial.
El experto recordó que el 40% de las entregas de Tesla provienen de la potencia asiática, donde además cuenta con una gigafábrica en Shanghái
