El oro alcanzó este martes su precio máximo histórico, impulsado por las perspectivas de recortes de tasas de la Reserva Federal (FED) y por las dudas sobre la economía en Estados Unidos, que benefician a este metal considerado un valor refugio.
En la tarde de este martes, en Londres, la onza de oro ganó un 1,27% hasta los 2.140,20 dólares, poco después de alcanzar los US$2.141,79, superando su récord de principios de diciembre cuando llegó a los 2.135,39 dólares la onza.
“Las preocupaciones sobre las perspectivas económicas mundiales, las tensiones geopolíticas y el cambio en las expectativas sobre los recortes anticipados de las tasas de interés han impulsado una mayor demanda del metal precioso, lo que ha llevado a una trayectoria ascendente en los precios”, indicó Ricardo Evangelista, analista de ActivTrades.
En Estados Unidos, la caída del gasto en la construcción en enero y de la confianza de los consumidores en febrero refuerzan las expectativas de que la FED baje pronto sus tasas, una medida que afectaría al rendimiento de los bonos estadounidenses y al dólar y podría llevar a los inversores a apostar por el oro.
El gestor de inversiones, oro y plata, Ned Naylor-Leyland (citado por agencias de prensa internacionales), explicó que el metal “continúa estando bien respaldado frente a todas las monedas (incluyendo el euro)”, y que una de las principales razones de su resiliencia, a pesar de los elevados tipos de interés, es la acumulación del metal por parte de los bancos centrales, y la fuerte demanda física en Asia.
En este sentido, indicó que los bancos centrales compraron a nivel global 1.037 toneladas de oro durante 2023, lo que supone el segundo volumen anual más alto registrado.