Dedicar hasta más de 50 horas a la semana a trabajar, pero que esto no se refleje en los niveles de productividad empresarial del país, es un común denominador en Colombia.
Según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), el país es el que menor balance tiene entre vida y trabajo (0,9), entre 40 economías analizadas. Del total de los países incluidos, el 11 % de los empleados trabaja 50 horas o más a la semana.
“Turquía tiene el porcentaje más alto de personas que trabajan muchas horas (33 %), seguida por México (29 %) y Colombia (27 %)”, destaca el estudio.
A este desequilibrio se le suma que los índices de productividad no reflejan ese tiempo que se pasa en el sitio de trabajo. Según el Informe Nacional 2018-2019 del Consejo Privado de Competitividad, el país está “notablemente rezagado respecto a las principales economías del mundo y al promedio de América Latina”.
De hecho, el producto medio por trabajador en el país es 30.778 dólares, frente a los 86.892 dólares de la Ocde y 34.373 dólares aproximados en otras economías de la región (ver Gráfico).
Algunas soluciones
De cara a una reforma laboral que ha anunciado el Gobierno y teniendo en cuenta las iniciativas que cursan rumbo en el Congreso, como la de recortar las horas laborales; la discusión sobre cómo atajar la baja productividad, está sobre la mesa.
Alejandro Franco, director del centro de innovación Ruta N, resaltó que a nivel local no se ha repensado la potencia que hay en el teletrabajo o trabajo remoto: su impacto en el medio ambiente y en la calidad de vida. “Ahí hay unas oportunidades enormes para las madres cabeza de familia, jubilados, presos, incluso para la ruralidad. Eso implica un mejoramiento de la infraestructura TIC”, destacó.
Adopciones tecnológicas y la transformación digital de las empresas ya establecidas impactarán de manera positiva la calidad de vida y la productividad (ver Paréntesis).
Buscar alternativas para equilibrar lo personal y lo laboral, es otra opción que destaca Raúl Ávila, experto en empresas. “Generar armonía a través de horarios flexibles, trabajo remoto, que la compañía reconozca compromisos familiares, que haya un respeto por los horarios laborales, entre otros”.
Para el analista, la flexibilidad que se propone en las nuevas formas de contratación, sí se adapta a las tendencias laborales en el mundo. “Un trabajador feliz termina siendo mucho más productivo”, recalcó .