Dos días como presidente de la máxima potencia mundial cumple Donald Trump. Tiempo suficiente para demostrar lo determinante que es Estados Unidos para otras naciones con las que conserva estrechas relaciones, entre esas Colombia.
Y eso porque en sus primeras horas como presidente, Trump firmó una orden ejecutiva que anuló 67 medidas de su predecesor y promulgó otras 25 propias, superando las nueve órdenes ejecutivas firmadas por el presidente Joe Biden en su primer día de mandato, según datos de la Cámara Colombo Americana (Amcham Colombia).
Entre esas órdenes destacan memorandos para “asegurar” las fronteras, “liberar” el sector energético y eliminar iniciativas de diversidad. Incluso hay una firma de órdenes para retirar a EE. UU. de la Organización Mundial de la Salud (OMS), específicamente del Acuerdo Fiscal de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y los Acuerdos de París.
Sin embargo esta decisión no tendría una afectación directa para Colombia. Eso porque aunque la legislación sanitaria colombiana toma como referencia ciertos lineamientos de la OMS, en la práctica se apoya mucho más en la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.) para regulación de medicamentos, buenas prácticas de manufactura (BPM) y aprobación de productos.
Afectación en los impuestos de las empresas estadounidenses en Colombia
Entre otras decisiones están que el país norteamericano se retiró del Acuerdo Fiscal Global de Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).
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El acuerdo establece que las empresas con una cifra de negocio superior a los 750 millones de euros deben pagar al menos un 15% de impuestos sobre sus beneficios, independientemente del país en el que operen. Este impuesto mínimo busca garantizar que las empresas multinacionales paguen su parte justa de impuestos y reducir la competencia fiscal desleal entre los países.
Hay que recordar que Colombia pertenece a la Ocde, por lo que esta decisión si afecta a este país. La Cámara Colombia Americana advirtió que esta decisión podría generar desequilibrios en materia fiscal internacional, ya que “podría incentivar que algunas empresas estadounidenses eviten pagar impuestos en el país o modifiquen su estrategia de inversión en función de un entorno fiscal más favorable en ese país”.
En vilo la cooperación con la transición energética
Trump ya dejó en claro que los temas de transición energética y cooperación con el medio ambiente están en un segundo plano para su gobierno.
Prueba de ello es que se retiró de los Acuerdos de París: un tratado internacional sobre el cambio climático adoptado en diciembre de 2015 durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21) en París, Francia. Este tiene como objetivo principal limitar el calentamiento global y reducir las emisiones.
El mandatario justificó la salida señalando que el dinero de los contribuyentes estadounidenses no debe destinarse a países que, según él, “no lo necesitan o no lo merecen”. Esta medida ya la había tomado en 2017, pero que restableció Joe Biden en 2021.
Amcham Colombia alertó que esa determinación podría impactar su cooperación en la transición energética y cambio climático establecida entre Biden y Petro, “lo que podría reducir el apoyo financiero de EE. UU. a proyectos de energías renovables y debilitando la alineación en políticas ambientales”.
La falta de compromiso de Trump con la transición energética podría en vilo una de las principales banderas del presidente Gustavo Petro, que necesita una amplia inversión en diferentes aspectos.
Solo para tener una idea. El Gobierno colombiano socializó durante un encuentro realizado entre la Cámara de Comercio de Estados Unidos, la inversión estima para proyectos en los sectores de transporte, energía y medio ambiente.
Al respecto, la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, precisó que se trata de un portafolio de 40.000 millones de dólares para la transición energética. Destacó que hay empresas como Pepsi-Cola interesadas en agricultura regenerativa; empresas de logística interesadas en los temas de combustibles sostenibles y empresas americanas como la Drummond.
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740.00 millones de dólares de ayudas a Colombia en incetidumbre
Otra de las preocupaciones es que a Trump suspendió por 90 días los recursos destinados a la ayuda al desarrollo internacional. Eso con el argumento de revisar su alineación con la política exterior de Estados Unidos.
El gobierno norteamericano dijo que la idea es garantizar que los recursos se utilicen de forma estratégica, priorizando intereses nacionales como la seguridad, la estabilidad económica y el combate a amenazas globales.
La orden apunta: “el sector de ayuda extranjera y la burocracia no están alineados con los intereses estadounidenses y en muchos casos son opuestos a los valores estadounidenses”, y “sirven para desestabilizar la paz mundial al promover ideas en países extranjeros que son directamente inversas a las relaciones armónicas y estables internas y entre países”.
Por esa razón, el presidente estadounidense dijo: “no se desembolsará más asistencia extranjera de Estados Unidos de una manera que no esté completamente alineada con la política exterior del presidente”.
La orden firmada por Trump le otorga a Marco Rubio, secretario de Estado, hacer dicha determinación sobre las ayudas, en conjunto con la Oficina de Administración y Presupuesto. El Departamento de Estado y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional son las principales agencias que supervisan la asistencia extranjera.
La Cámara Colombia Americana recordó que Colombia es uno de los principales receptores de ayuda estadounidense en Latinoamérica. “Esta medida genera incertidumbre, especialmente por la tensa relación que pueda existir entre el gobierno Petro y el secretario de Estado, Marco Rubio, que se ha caracterizado por su postura crítica hacia los gobiernos de izquierda en América Latina”, sentenció.
Según cifras de Amcham el expresidente Biden destinó 68.000 millones de dólares a programas de asistencia en el extranjero en 2023. De ese monto se enviaron 740 millones de dólares para Colombia, que se invirtieron en programas de paz y seguridad, asistencia humanitaria y desarrollo económico.
La Cámara aclaró que aún no es claro cuántos de estos recursos se verían efectivamente afectados, ya que el financiamiento de muchos programas de asistencia internacional ya cuentan con aprobación del Congreso de EE. UU.
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