La sorpresiva renuncia de Dagoberto Quiroga, superintendente de Servicios Públicos y cercano al presidente Gustavo Petro, ha encendido una serie de especulaciones y cuestionamientos sobre su gestión al frente de uno de los sectores más sensibles del país: la energía.
La noticia ha sacudido no solo al Gobierno, sino también a los empresarios del sector energético, debido a las investigaciones que venía liderando Quiroga en firmas como Air-e, responsable del servicio de energía en La Guajira, Magdalena y Atlántico.
Quiroga, exmilitante del M-19 y asesor de confianza de Petro en varios frentes, ha sido objeto de controversia no solo por su repentina salida, sino por los rumores que rodean las intervenciones que lideraba en el sector.
Aunque al ser abordado por los medios explicó que solía presentar su renuncia cada seis meses para que su labor fuese evaluada por el presidente, varias versiones apuntan a que la Casa de Nariño no respaldaba su forma de gestionar las sanciones e intervenciones a empresas del sector.
Incluso, el mismo funcionario confirmó en rueda de prensa que había pasado su carta de renuncia previamente. “No sé si el presidente aceptará mi renuncia en esta ocasión. Siempre presento la renuncia en un tiempo prudencial para que el jefe la evalúe. Si la acepta es porque se requiere un cambio, si no la acepta, continuo porque tengo un compromiso con el presidente, con el país y con el cambio”, afirmó Quiroga.
Cabe recordar que la Comisión de Acusación de la Cámara citó para el 3 de octubre a Quiroga, con la finalidad de obtener su testimonio en la investigación al presidente por una presunta financiación irregular en la campaña de 2022. Quiroga fue presidente de Colombia Humana en ese lapso.
El polémico audio y las presiones sobre Air-e
El episodio que ha desatado la tormenta gira en torno a la filtración de un audio que involucra tanto a Quiroga como a su asesor de confianza, el teniente coronel retirado Jorge Luis Villamil, así lo dio a conocer el diario El Tiempo.
El audio, que ya se encuentra en manos de altos funcionarios del Gobierno, revela una larga conversación entre Villamil y la representante legal de Air-e, Tatiana Calderón Prado.
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La reunión, de dos horas y 45 minutos, tuvo lugar en Cartagena el pasado 27 de junio, en el marco de un evento de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos (Andesco), y ha levantado serias dudas sobre el manejo de información privilegiada y posibles presiones sobre los directivos de Air-e.
En la grabación, Calderón cuestiona a Villamil sobre rumores que circulaban acerca de flujos de dinero entre las empresas accionistas de Air-e, los cuales negó tajantemente. También mencionó que esos comentarios estaban afectando el buen nombre de la compañía y advertía sobre una posible campaña de desprestigio.
Es en este contexto que aparece Quiroga en la conversación. Aunque inicialmente afirma que no había una investigación formal en curso y que solo existían indagaciones preliminares, su mención a William Vélez, poderoso empresario paisa, ha despertado inquietudes.
Vélez es dueño de Interaseo, empresa que mantiene un millonario pleito con Air-e por más de $200 mil millones, relacionado con irregularidades en la facturación conjunta de servicios públicos en la Costa Caribe.
La grabación no es el único factor que ha puesto en el ojo público a Quiroga y su equipo. Según documentos obtenidos por El Tiempo, la Superintendencia de Servicios Públicos citó a una reunión a los representantes de Air-e e Interaseo para revisar las acciones asociadas al estado de las transferencias por concepto de recaudo del servicio público de aseo.
Air-e decidió no asistir, alegando que la citación no estaba dentro de la competencia de la Súper y que el caso ya se encontraba en manos de la Fiscalía.
De forma paralela, ha salido a la luz que Quiroga y Villamil firmaron varios convenios con entidades como la Dian, la Dijín y la Supersociedades para cooperar en investigaciones, en un intento por formalizar sus acciones dentro de un marco legal.
Sin embargo, algunos críticos citados por El Tiempo aseguran que estos convenios fueron usados como excusa para ejercer presiones indebidas sobre los empresarios del sector, como William Vélez. Las denuncias sobre una posible extralimitación de funciones, aún sin pruebas concluyentes, ya han llegado a la Casa de Nariño.
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Villamil, por su parte, ha negado cualquier acto irregular. En declaraciones a este diario nacional, afirmó que las actuaciones de la Superintendencia fueron completamente legales y que sus acciones se enmarcan en los convenios de cooperación interinstitucional. Además, aseguró que Quiroga no participó en la mencionada reunión con Air-e, limitándose a saludar al finalizar el encuentro.
Una de las hipótesis que manejan fuentes cercanas al caso es que el exsuperintendente Quiroga tenía un plan claro: intervenir para liquidar Air-e. Es decir, el objetivo era organizar las deudas de la Opción Tarifaria y proceder con la liquidación. Sin embargo, tras la salida de Quiroga, todo parece indicar que el plan será otro.
En ese orden, el Estado terminará asumiendo las deudas de Air-e, dejando a la empresa libre de compromisos financieros. Incluso, fuentes consultadas sugieren que esto le beneficia a Air-e, ya que, con un nuevo líder interventor, posiblemente más cercano a la empresa, podrían manejar mejor la situación.
El millonario pleito entre Air-e e Interaseo
En el centro de esta polémica se encuentra el millonario pleito entre Air-e y la empresa Interaseo, propiedad de William Vélez.
De acuerdo con documentos revelados por El Tiempo, Air-e habría encontrado conductas irregulares en los procesos de auditoría relacionados con el recaudo de cartera, un hecho que podría constituirse en delito. Las supuestas alteraciones en los criterios de recaudo habrían favorecido a Interaseo, generando un “descuadre” de más de $200 mil millones.
El software utilizado para realizar estos ajustes, denominado Open SmartFlex, habría mostrado reportes inflados en los servicios que presta Interaseo, lo que afectó los intereses de Air-e. Este escándalo de presunta corrupción está siendo investigado por las autoridades y es una de las principales razones por las cuales el pleito entre ambas empresas ha tomado relevancia en la agenda pública.
En medio de este complejo panorama, todas las miradas están puestas en la Casa de Nariño, que hasta el momento no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre la renuncia de Dagoberto Quiroga y las acusaciones que giran en torno a él.
Qué ha dicho Quiroga
En ronda de medios, Quiroga aseguró que no recuerda haberse reunido con la representante de Air-e y negó haber ejercido presiones sobre esa empresa. “Puede que en Andesco hayamos hablado y se hayan planteado los problemas de Interaseo y Air-e. Quizás esa reunión se dio por eso. Siempre buscamos soluciones a través del diálogo, lo cual es común en la Superintendencia”, explicó Quiroga.
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Añadió que esas reuniones son públicas y que no hace encuentros a puerta cerrada. “No solo me reúno con ellos, también hablo con sindicatos. Incluso tuve una reunión con Alberto Ríos, quien pidió cita en la Superintendencia, y con Don William. Recibimos quejas y por eso los llamamos por escrito, porque Air-e no estaba transfiriendo los recursos de aseo que recauda”, aclaró.
Aunque el presidente Petro aún no ha aceptado su renuncia, Quiroga insistió en que ha actuado de manera transparente: “Si alguien cree que he hecho algo incorrecto, que lo ponga en manos de las autoridades”. Sobre la denuncia que llegó a la Casa de Nariño, dijo no tener conocimiento: “Tampoco me han llamado de la Fiscalía ni de la Procuraduría. Esto parece más una retaliación por diferencias. Le envié la renuncia al presidente hace 15 días, como lo hago cada seis meses para que él decida si debo seguir o si alguien más debe ocupar el cargo”. Finalmente, dejó claro que no tiene conflictos con Casa de Nariño respecto a cómo ha gestionado el sector energético y de gas.
