En 2023 el gasto de los hogares colombianos totalizó $748 billones, lo que representó cerca del 78% del PIB, alcanzando un máximo histórico desde 2005, cuando se empezaron estos registros por parte del Grupo Bancolombia.
Para los analistas económicos de ese establecimiento financiero, esa cifra se traduce en un crecimiento real de 1,1% frente a 2022, el menor registro después de la contracción observada en el periodo de pandemia (2020). Vale la pena destacar que la base de comparación de 2023 es significativamente alta, pues 2022 fue un gran año para el consumo.
De otro lado, el resultado del cuarto trimestre de 2023 revela un leve incremento anual de 0,1% en términos reales, el tercer crecimiento más bajo desde 2006; los otros dos se observaron durante la pandemia.
Los bienes durables, aquellos con una vida útil prolongada, como automóviles, electrodomésticos y muebles, exhibieron al cierre del año la mayor caída anual entre los segmentos (-10%). Del mismo modo, los bienes semidurables, como prendas de vestir y utensilios de cocina, que generalmente tienen una vida útil intermedia, exhibieron un retroceso (-6%).
“La alta dependencia de este tipo de bienes al comportamiento en tasas de interés y tasa de cambio hizo que se viesen impactados en mayor magnitud. No obstante, la tendencia bajista en estos bienes podría haber tocado fondo y en adelante se espera un comportamiento más estable”, anotaron los analistas de Bancolombia.
La historia que cuentan las cifras trimestrales con ajuste estacional indica que el consumo de bienes durables pudo haber tocado fondo al cierre de 2023. Por primera vez, luego de cinco trimestres consecutivos de decrecimiento, los bienes durables volvieron a mostrar una variación positiva (+2,4% frente al tercer trimestre 2023). Sin duda, la estabilidad en la tasa de cambio, sumado a menores tasas de crédito de consumo y un repunte en el mercado de vehículos impulsado por el Salón del Automóvil, fueron factores determinantes para controlar los precios y frenar las caídas de este tipo de bienes.
Por su parte, el componente de servicios (alojamiento, agua, electricidad, salud, transporte, recreación y cultura, educación, entre otros) alcanzó un avance del 3,1% frente a 2022. Pese a que el año inició con un buen dinamismo, desaceleró su ritmo de crecimiento en los últimos trimestres, indicando que podría entrar durante 2024 en una etapa de estabilidad o bajos crecimientos. Lo anterior se deriva de una menor expectativa en el consumo de servicios asociados a entretenimiento.
Por último, los bienes no durables, aquellos que se consumen rápidamente, como alimentos perecederos y productos de cuidado personal, observaron una leve variación de 1% anual y de tan solo 0,2% en el cuarto trimestre del año anterior. El alto dinamismo del consumo en bebidas no alcohólicas y productos de aseo personal impulsaron el crecimiento, pese a que la variación anual en alimentos se situó en terreno negativo.
Los análisis de Bancolombia evidenciaron que la temporada de fin de año parece no haber cumplido con las expectativas de los comerciantes. Categorías como recreación y cultura, restaurantes y hoteles, bebidas alcohólicas, y aquellas relacionadas con bienes durables y semidurables, que generalmente impulsan el consumo en el último trimestre, tuvieron un menor dinamismo que el año 2022.
En efecto, las cifras del gasto por categorías revelan que tres de estas se contrajeron en términos anuales. En particular, restaurantes y hoteles, y muebles y artículos para el hogar se contrajeron 4% y 3% anual, respectivamente. En línea con esto, en el cuarto trimestre de 2023 recreación y cultura decreció por primera vez desde pandemia (-3,6%), pese a que el consolidado del año terminó en terreno positivo (3%).
Sin duda, esta ha sido la categoría que más se ha expandido en los últimos cuatro años, gracias al auge de eventos deportivos, culturales y las casas de apuesta en línea. No obstante, la expectativa de Bancolombia de corto plazo es de estabilidad, luego de alcanzar el pico en la actividad durante el cuarto trimestre de 2022.
“Es importante resaltar que, durante el transcurso de 2023, se evidencia una mayor prudencia por parte de los consumidores, reflejada en una disminución significativa del nivel de endeudamiento asociado al gasto en entretenimiento. Una dinámica similar se percibe en bebidas alcohólicas y tabaco, una categoría altamente relacionada con entretenimiento. Esta categoría habría alcanzado un pico en el segundo trimestre de 2023, y luego registró una leve contracción en el cuarto trimestre del año anterior (-0,4%), por primera vez luego de 10 trimestres de crecimiento consecutivos”, se lee en el reporte del Grupo Bancolombia.
Finalmente, prendas de vestir y calzado retrocedió 4% frente a 2022. La subida en aranceles y consecuentes incrementos en precios afectaron su desempeño y hasta el momento completa seis trimestres con caídas trimestrales consecutivas.
La expectativa de los investigadores económicos de Bancolombia indica que el consumo de los hogares exhibirá este año un nivel de actividad muy similar al de 2023, lo que sugiere que, en el corto plazo, no habría avances importantes. Para que el consumo vuelva a acelerar su crecimiento, es necesario que se consolide un contexto macroeconómico más amigable para los hogares. Unos precios más controlados y tasas de interés más bajas son condiciones fundamentales para alivianar la carga financiera de las familias, al mismo tiempo que los ingresos en materia de empleo y remesas mantengan el poder adquisitivo de los hogares.
En efecto, a lo largo de 2023 las tasas de interés activas y pasivas de los bancos en Colombia evidenciaron una caída de 270 puntos básicos en promedio y de 120 puntos básicos para el caso de la cartera de consumo. “De acuerdo con nuestras proyecciones, la inflación y las tasas de interés del Banco de la República continuarán en descenso hasta ubicarse al cierre de este año en 5,9% y 9,25%, respectivamente, lo que indica que el ritmo de desescalada de estas variables continúa siendo relativamente lento. Dicha tendencia continuará durante este año y, como consecuencia, la carga financiera seguirá alivianándose en los hogares, lo cual, permitirá a su vez frenar el deterioro de la cartera de consumo”, prevén los analistas.
Sin embargo, se anticipa que este 2024 será, al igual que 2023, un año con bajo crecimiento económico, donde la estimación de crecimiento para el PIB es del 0,9%. A su vez, el bajo crecimiento económico estará explicado, en parte, por un deterioro del mercado laboral, donde se espera que la tasa de desempleo finalice en 11,9%, impactando negativamente el ingreso de los hogares.