La conectividad aérea es muy importante para el país, sobre todo cuando se espera que el turismo reemplace al petróleo, como lo ha dicho tantas veces el presidente Gustavo Petro, por eso preocupa tanto que exista un problema estructural en el abastecimiento de combustible para la aviación en el país.
El sector aéreo ha crecido de manera importante en el último año. Es normal creer que porque las aerolíneas Ultra y Viva salieron del mercado doméstico hay un vacío en el servicio, pero ocurre todo lo contrario, las demás aerolíneas absorbieron 12 de los 15 aviones que tenía Viva, Latam trajo 10 aviones, Jetsmart abrió rutas domésticas, y los vuelos internacionales se han incrementado significativamente, solo Cartagena ha aumentado 7 frecuencias internacionales este año.
Así que la demanda de Jet A 1 es mayor hoy que en 2023. Ese es el combustible de aviación que produce Ecopetrol, único proveedor en Colombia. En el mercado global se comercializa el Jet A, pero no está autorizado en el país.
De acuerdo con Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, la demanda de Jet-A1 ha crecido en 3.000 barriles por día y se espera que en los próximos meses aumente en otros 2.500 barriles diarios. Actualmente, Ecopetrol tiene la capacidad de producir 37.000 barriles al día entre sus refinerías de Cartagena (13.000 barriles) y Barrancabermeja (24.000 barriles).
EL COLOMBIANO conoció que las aerolíneas y los mayoristas han insistido en que es necesario que en Colombia se autorice la comercialización de Jet A. Chevron, por ejemplo, tiene una planta en Houston más eficiente que Reficar y produce Jet A más barato, por eso en febrero le propuso a Ecopetrol la importación. Un negocio que para la petrolera estatal no es bueno, porque le conviene ser el único proveedor; el problema es que sus refinerías (Cartagena y Barrancabermeja) están funcionando a tope y eso es un gran riesgo para la operación aérea.
Esto se vio cuando Reficar presentó una falla eléctrica, el pasado 16 de agosto. Para el 18 de agosto el apagón se había solucionado, pero varias máquinas resultaron averiadas, así que Ecopetrol reveló que no podía atender toda la demanda de combustible de aviones del mes y que la llevaría al 95%, provocando un ligero desabastecimiento.
Por eso, montó un plan y así lo hizo saber en sus canales oficiales: “En línea de asegurar la disponibilidad durante los próximos meses, Ecopetrol tomó la decisión de importar 100.000 barriles de combustible de aviación, que estarán llegando al país el próximo fin de semana, con lo que se proyecta al cierre de agosto un cumplimiento del mínimo legal establecido del 95% en el suministro de jet, incluida la producción de las refinerías de Cartagena y Barrancabermeja”.
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Este fin de semana estalló la contingencia, dejando afectados a cientos de vuelos cancelados. Y en medio de cruces de información entre ministerios, Ecopetrol, aerolíneas, distribuidores mayoristas e Iata, el presidente Petro sacó un “as” bajo la manga: “La oferta de combustibles es plena. No hay razón para desabastecimiento. Hay completa disponibilidad de combustibles para avión en Ecopetrol”.
De inmediato, Aerocivil, la petrolera, MinTransporte y MinMinas organizaron el caos, regañaron a las aerolíneas y le pasaron la pelota a las mayoristas.
¿Qué dijo Ecopetrol?
El presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, aclaró: “En los últimos meses, ha habido un aumento en la demanda de Jet-A1, pero ninguno de los distribuidores mayoristas expresó la necesidad de importar más combustible para cumplir con sus compromisos con las aerolíneas”.
En declaraciones a medios nacionales, explicó que Ecopetrol había advertido a las grandes distribuidoras de combustible, como Chevron y Terpel, desde junio de 2024 sobre la necesidad de importar más Jet-A1. “Les enviamos correos y mantuvimos conversaciones con ellos. Terpel, por ejemplo, inicialmente nos dijo que sí requerían importaciones, pero luego nos informaron que no las necesitaban. Por eso no iniciamos el proceso de importación”.
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Además, señaló que Ecopetrol solo importa combustible cuando los distribuidores mayoristas lo solicitan y que, históricamente, estos mayoristas suelen pedir cantidades mayores de las que finalmente utilizan y venden a aerolíneas y aeropuertos.
Aclaró que es responsabilidad de las empresas distribuidoras de combustible informar al Gobierno Nacional sobre la necesidad de importar más energéticos, como Jet-A1, gasolina o diésel.
La mirada de las mayoristas
Por su parte, Terpel, compañía que mencionó Petro en sus trinos involucrándola como parte del desabastecimiento, salió al paso y explicó está a disposición de los organismos de control y autoridades para seguir compartiendo la información y documentación requerida respecto al combustible.
En una misiva, precisó que, en los meses de junio, julio y lo corrido de agosto, Terpel ha recibido 26,3% menos de la cantidad de Jet A1 que había solicitado con antelación a Ecopetrol, con base en los pedidos hechos por sus clientes, para cubrir el 100% de sus necesidades.
Y remató diciendo que la situación de déficit de combustible para aviación es estructural, tal y como lo ha evidenciado esta coyuntura.
La postura de Petro
El presidente Gustavo Petro también se refirió al desabastecimiento de combustibles para aviones, aclarando que este problema no está relacionado con los apagones de Reficar. Explicó que, aunque Reficar, una planta nueva, ha sufrido apagones debido a un mal diseño del fusible principal, la refinería está operando normalmente y no debería haber problemas de suministro.
Petro también criticó el hecho de que Terpel no haya entregado el combustible necesario a las aerolíneas, a pesar de haber recibido la cantidad suficiente, y anunció que este caso será investigado por las superintendencias.
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