Más de 22 horas –repartidas entre miércoles y jueves– pasaron para que la Cámara de Representantes aprobará la reforma tributaria del Gobierno Petro. El extenso debate tuvo relación con la demora en definir si se votaban artículos en bloque o por separado y con el alto número de proposiciones.
Cerca de las 8:00 p.m. finalmente el texto tuvo luz verde y ahora pasará a conciliación con el Senado, para luego ser sancionado por el presidente Gustavo Petro y convertirse en Ley de la República. Eso sí, en el trayecto en Cámara hubo varios ajustes y hasta se adicionaron 16 artículos.
¿Piedra en el zapato?
Justamente, una propuesta que no estaba en los planes fue la que más levantó ampolla en el Gobierno porque podría costarle $1,5 billones al año. La radicó la representante a la Cámara por Bogotá, Jennifer Pedraza, y básicamente establece que las micro, pequeñas y medianas empresas tengan una tarifa de renta diferencial del 30%.
Según Pedraza, la medida busca apoyar a un sector que genera el 80% de los empleos en Colombia y que fue uno de los más castigados durante la pandemia, tras el cierre de 500.000 micronegocios. Lo que sorprendió es que fue aprobada aun cuando no tenía aval del Gobierno, gracias al visto bueno de más de 60 representantes.
En tal sentido, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, no ocultó su descontento. Dijo que para promover a la pequeña empresa el Gobierno mejorará el Régimen Simple y que no es posible apoyar la propuesta de Pedraza por el costo de $1,5 billones que implicaría.
La representante escaló el debate a las redes sociales y, a la par que celebró la aprobación de su proposición, llamó al presidente Petro a que “apoye a las mipymes en la conciliación”, es decir, que le dé un espaldarazo a la iniciativa para que no la terminen tumbando.
Lo que se aprobó
Ahora bien, entre los puntos más importantes, que generaron mayor discusión y que a la vez son fundamentales para que el Gobierno pueda recaudar sus $20 billones con la reforma, hay que mencionar la norma que ya no permitirá la deducibilidad de regalías en el impuesto de renta a las empresas minero energéticas y los gravámenes a comidas y bebidas ultraprocesadas.
El Congreso acordó, por unanimidad, que no se grave el pan en ninguna de sus presentaciones, pero en la oposición quedó el malestar por el resto de productos que sí pagarán el tributo como natilla, arepas, chocolatinas, café instantáneo, chorizos y helado, entre otros.
También quedó avalado –en medio de duras críticas– el artículo que establece impuestos para empresas foráneas con presencia económica significativa en Colombia, el cual hará que plataformas como Netflix, Amazon o Uber empiecen a tributar respecto a las ganancias conseguidas en el país.
Además, hay artículos sobre los que se pondrá la lupa de cara a la conciliación el próximo martes, pues tuvieron una votación distinta en los recintos del Congreso. Por ejemplo, en Senado tumbaron el impuesto a las actividades económicas de las iglesias y los estímulos a megapensiones cotizadas en el exterior, pero en Cámara se aprobaron.
Adicional, entre los puntos de interés para el bolsillo de los colombianos hay que decir que en Senado pasó una proposición para que, finalmente, se lleve a cabo el tercer día sin IVA de este año, el cual quedó en el aire tras la llegada del Gobierno Petro.
Tras la aprobación del texto y después del fuerte debate que se surtió entre miércoles y jueves, el ministro Ocampo aseguró sentirse complacido y añadió que esta reforma garantiza que Colombia tiene una política fiscal sólida y recursos adicionales para impulsar el salto hacia la paz social.
