Gracias a su privilegiada posición geográfica en el cinturón de fuego del Pacífico y, por lo tanto, a su actividad volcánica sobre todo en la cordillera Occidental y Central, Colombia es un país atractivo para el aprovechamiento del recurso geotérmico, que se obtiene del calor del interior de la tierra, para la generación de electricidad.
Con este fin, y viéndolo como una oportunidad de diversificar la matriz energética y responder al creciente consumo, la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), junto con el Servicio Geológico Colombiano y el Ministerio de Minas, están preparando la primera subasta de proyectos de geotermia en el país, la cual se realizaría en el segundo semestre de este 2024.
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De acuerdo con el presidente de la ANH, Orlando Velandia, para conocer el potencial que tiene Colombia en este tipo de energía se está invirtiendo una importante cantidad de recursos.
Explicó que, pese a que falta trabajo para definirlas, las áreas consideradas para la licitación podrían incluir la cadena volcánica en la cordillera Central y la región de aguas termales de Paipa más al este, en la cordillera Oriental.
“Este no es un tipo de oferta como ocurre con otras energías como la solar e hidro, la geotermia tiene sus particularidades y estamos trabajando en ello (...) Los que somos geólogos sabemos que tenemos el potencial, pero tenemos que cuantificarlos, tenemos que delimitarlos y, cuando llamemos a los interesados, poder decir cuáles son realmente los números”, comentó Velandia.
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Los primeros pasos
Si bien todavía la energía geotérmica es bastante incipiente en Colombia, sus estudios no son nuevos: desde 1970 se comenzaron a hacer las primeras investigaciones geofísicas y geoquímicas para saber de qué estaba compuesto el suelo colombiano.
Y aunque tiempo después se descubrió que el volcán Nevado del Ruíz y la zona de influencia del municipio de Villamaría, Caldas, tenía gran potencial para comenzar con la exploración geotérmica, con la tragedia de Armero, ocurrida el 13 de noviembre de 1985, todos los esfuerzos se fueron a la creación del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales.
Fue años más tarde que se retomaron los planes, buscando aprovechar la capacidad instalada de geotermia que tiene el país, que podría llegar a producir alrededor de 1.200 megavatios de electricidad, la misma cantidad de energía que hoy produce Hidroituango, lo que correspondería a 5% del total de la generación nacional.
De hecho, a principios de este 2024 se otorgó la primera licencia a una empresa privada para la producción de este tipo de energía. Se trata de la multinacional canadiense Parex Resources, la cual realizará un proyecto de geotermia en un área de 4,2 kilómetros cuadrados en los municipios de Maní y Aguazul, en Casanare, para producir entre 15 y 60 kW, con la posibilidad de extenderse a 120 kW.
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Esta ya ha puesto en marcha los dos primeros pilotos para la generación de energía geotérmica, proyectos con los que Parex aprovecha el agua caliente que se extrae durante los procesos de producción de petróleo, en algunos de sus campos en el Casanare, para la autogeneración de energía.
Por su parte, Ecopetrol también está desarrollando estudios de factibilidad de un proyecto de geotermia en el Valle de Nereidas, ubicado en el departamento de Caldas, el cual podría generar entre 50 y 100 megavatios (MW) de energía renovable equivalente para más de 250.000 familias.
La petrolera, además, está buscando ejecutar la instalación de una planta piloto de geotermia en el campo Apiay, ubicado en el Meta, que generará alrededor de 200 kilovatios (KW) para autoconsumo. El piloto se realizará aprovechando el calor que generan los fluidos de producción en los pozos petroleros existentes.
Para el viceministro de Energía, Javier Campillo Jiménez, una de las ventajas que tiene Colombia es que ya cuenta con “un amplio conocimiento sobre el tema a través de Ecopetrol y el Servicio Geológico Colombiano (SGC), y un mapa muy completo sobre el potencial geotérmico nacional”.
Además, dijo, esta fuente de energía, pese a ser renovable, utiliza la misma tecnología de los procesos de exploración y perforación de hidrocarburos y gas para perforar y extraer el calor de la tierra.
“En los departamentos petroleros ya contamos con capacidad técnica y conocimiento geológico que nos permite aprovechar esta energía”, añadió Campillo.
Las zonas y ventajas
Si bien aún falta avanzar en la definición y delimitación de las potenciales zonas, datos del Servicio Geológico Colombiano arrojan que Caldas, Tolima, Risaralda y Nariño serían los departamentos con mayor riqueza de generación de energía geotérmica, debido a volcanes como el San Diego, Nevado del Ruíz y Cerro Bravo (ver gráfico).
Otras áreas son el volcán Puracé, en Cauca, y los sistemas de la zona volcánica de Nariño (Doña Juana, Galeras, Azufral y Cumbal).
