El aumento en el precio de la gasolina y la transición de Colombia hacia energías limpias y sostenibles han hecho que los biocombustibles cobren cada vez más protagonismo como actores clave para la movilidad. Una oportunidad de negocio e innovación que la tríada paisa Universidad-Empresa-Estado supo aprovechar.
Se trata de un proyecto liderado por Cementos Argos, en alianza con el grupo de investigación de Procesos Químicos e Industriales (PQI) de la Universidad de Antioquia, la Universidad Eafit, Ecopetrol, y financiado por el Ministerio de Ciencias, que permite obtener biocombustible a partir del CO2 capturado por microalgas.
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El proceso consiste en usar algunas especies de estos microorganismos para que capturen el CO2 emitido en la fabricación del cemento y lo conviertan en biomasa, la cual, posteriormente, será utilizada para producir un biocrudo con características similares a las del petróleo.
El resultado final es la fabricación de biocombustibles tipo diésel, gasolina y jet fuel.
Los detalles
La iniciativa, que se materializa después de 9 años de investigación, nació de la política de sostenibilidad de Cementos Argos: la compañía debe desarrollar proyectos para la captura de CO2, pues la naturaleza del proceso de producción del cemento hace inevitable que se generen estas emisiones.
Para este proceso específico, de captación de CO2, se contó con el asesoramiento e investigación de la Universidad Eafit.
“En las microalgas encontramos una alternativa potencial, pero esto implicaba desarrollar una tecnología para que los microorganismos se comieran el CO2 y crecieran a partir de ahí. Luego, buscando en qué podíamos usar ese material biológico, vimos en los biocombustibles una oportunidad. Ahí fue que con la ayuda del grupo de investigación de PQI de la Universidad de Antioquia, que ya venía adelantando estudios sobre la licuefacción hidrotérmica de biomasa, comenzamos a afinar ese proceso”, explicó a este diario Gabriel Vargas, líder de proyectos de investigación de Argos.
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En palabras simples, el proceso, que técnicamente se llama “licuefacción hidrotérmica”, consiste en coger la biomasa obtenida de las microalgas, calentarla a presión por un tiempo determinado y luego transformarla en un crudo renovable.
De acuerdo con Vargas, el trabajo realizado contribuye a la meta que se trazó Argos de entregar concreto carbono neutro al mercado para 2050.
De hecho, en 2023 se le otorgó a este desarrollo tecnológico la patente Solvothermal Liquefaction Process from Biomass for Biocrude Production, por parte de la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO, por sus siglas en inglés).
¿Qué sigue?
Luego de desarrollar la tecnología y comprobar su funcionamiento, el siguiente paso es aplicarlo a la industria y así contribuir a reducir los problemas ambientales asociados a la contaminación atmosférica.
Para esto, según Vargas, se construirá una planta precomercial de licuefacción hidrotérmica en una de las sedes de Cementos Argos, en Cartagena.