El buen ánimo que reflejaron los 470 asistentes a la asamblea de accionistas de Celsia, celebrada ayer en Plaza Mayor y que representaron el 80 % del total de socios de la compañía, también contagió a la mesa directiva, encabezada por Ricardo Sierra, presidente de la compañía.
El buen desempeño de 2017, con un flujo de caja disponible antes de impuestos y depreciaciones (Ebitda) de 1,3 billones de pesos, el más alto de su historia, ambientó el positivismo de la reunión, que además fijó una meta de inversión para este año en 700.000 millones de pesos.
Este monto significa un aumento del 55,5 % frente a los 450.000 millones invertidos en 2017. El mismo Sierra explicó que para este año la distribución será así: 200.000 millones se destinarán a mantenimientos y reposición de equipos; otros 205.000 millones servirán para terminar subestaciones en la Costa Atlántica con el Plan5Caribe, otros 76.000 millones irán al proyecto de la microcentral hidráulica en San Andrés de Cuerquia (Antioquia), cuyo monto total es de 170.000 millones de pesos (60 millones de dólares), proyectados a 22 meses. El resto se utilizará en la instalación de más granjas solares en varias partes del país y ejecutar nuevos proyectos solares en techos.
Además, “estamos concentrados en ampliar el portafolio de proyectos en Panamá y Costa Rica y planeamos entrar a Honduras, de la mano de Cementos Argos, con la construcción de una granja solar”, aclaró Sierra.
Asimismo, la apuesta por las energías renovables no convencionales es total, al punto que esperan tener pronto (no se dijo cuándo) la primera granja eólica del país. “Por ahora, solo estamos identificando sitios, apoyados en la Ley 1715, que nos ayuda a promover este tipo de inversiones”, añadió el presidente de Celsia.
Sin embargo, para la compañía es claro que La Guajira es una de las zonas del mundo más propicias para este tipo de proyectos. De hecho, Celsia tiene en carpeta un proyecto en ese departamento con 330 megavatios eólicos, dividido en una fase de 80 MW y otra de 250 MW.
“El primer parque esperamos tenerlo en funcionamiento entre 2021 y 2022, con opción de conectarse con la matriz de Colombia, pero el de 250 MW tiene limitaciones de conexión, aunque el Gobierno ya adjudicó la línea de transmisión para conectar ese recurso eólico a la matriz de Colombia. Serían unos 1.500 megavatios, puntualizó Sierra .