A pesar de la emergencia sanitaria derivada de la covid-19, los caficultores antioqueños recogieron sin traumatismos la cosecha denominada traviesa o de mitaca, que corresponde aproximadamente al 35 % de la producción anual, lo que significó a unos 770.000 sacos.
Según Álvaro Jaramillo Guzmán, director del Comité de Cafeteros de Antioquia, los productores atendieron la temporada con la mano de obra local, aunque admitió que los granos se han visto afectados por la proliferación de la broca, un insecto que se alimenta de ellos, dado que el verano favorece la reproducción de la plaga (ver Para saber más).
Y es que el nivel de infestación reportado en los cultivos alcanzó el 5 %, cuando con los controles adecuados de este no debería superar 2 %, lo que llevó a que la Federación Nacional de Cafeteros llamara la atención para que se intensifiquen los controles de la plaga y se practicara una adecuada recolección de los frutos.
“En medio de todo fue un periodo positivo, pues la mayoría de los municipios cafeteros no han sido impactados de manera significativa por la covid-19, y la implementación de algunas restricciones por las autoridades locales fueron efectivas”, mencionó el dirigente, quien explicó que los casos de la enfermedad que han sido detectados en zonas productoras han sido reportados en las cabeceras municipales, más no en las fincas.
En cuanto al transporte para sacar los granos desde las zonas productoras hacia Medellín, reconoció que faltó fluidez. “Eso explica en parte que las cifras de exportación muestren una reducción, pero esto no obedece a problemas en la producción, sino a la falta de flujo en el eslabón logístico del transporte entre los centros de acopio como Medellín y los puertos de Cartagena y Buenaventura”.