Ahorrar tiempo, dinero y hasta esfuerzo físico es lo que valoran muchos consumidores y los lleva a elegir el comercio electrónico, sin embargo, no son las únicas ventajas. Hernán Loaiza Sánchez, magíster en Mercadeo con énfasis en Marketing y en E-commerce, recuerda que además de evitar desplazamientos, siempre será más fácil custodiar dinero digital que efectivo.
Según la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, Ccce, en 2021 las ventas electrónicas crecieron 6,37 % con respecto a 2020, al llegar a $40 billones. Adicionalmente, las transacciones sumaron 279 millones, con aumento anual del 49 %.
Este año, el dinamismo continúa y refleja el ritmo al que se recupera la economía y la tracción propia de un mercado al que están entrando más vendedores y más compradores. Entre enero y marzo las ventas aumentaron en 47,6 % con respecto a igual período de 2021, al cerrar en $12.2 billones. El número de transacciones creció 44 % y sumó 79 millones.
Entre las razones para que este canal se siga consolidando, argumenta Hernán Loaiza, se encuentra que aproximadamente desde 2015 cada vez más personas entienden las posibilidades que ofrece para compradores y vendedores; así como la diversidad de plataformas y herramientas a disposición de los consumidores para facilitarles la experiencia de compra. Los datos reflejan cuánto ha avanzado, pues según la Ccce ya el 50 % de los habitantes en Colombia hace compras en línea.
Alternativa para pensionados
Este segmento de población en Colombia ronda los dos millones de personas. Según Asofondos, en 2021 se pensionaron 57.000 del régimen de prima media (Colpensiones) y 37.000 del régimen de ahorro individual (fondos privados). La entidad pública reportó que hasta abril tenía 1.522.665 pensionados a cargo; y Asofondos, que con corte a febrero los fondos privados, 253.996. Y a ellos se suman quienes conforman los regímenes exceptuados (como el de las fuerzas armadas) .
Desde el punto de vista del ingreso, se trata de un nicho importante, teniendo en cuenta que los fondos privados giran este año para el pago de mesadas $3.9 billones de pesos, a lo que se suman los $51.9 billones para la atención de pensiones que están contemplados en el Presupuesto General de la Nación de 2022. Visto de otro modo, el valor anual de los recursos de pensiones es superior a lo que valen las ventas del comercio electrónico antes mencionadas.
Pero, ¿qué tanto participan los pensionados en ese tipo de compras? El director general de la pasarela de pagos Place To Pay, Ricardo García Molina, confirma que el 4 % de las transacciones mensuales del comercio electrónico corresponde a personas mayores de 50 años.
Eso indica que aún es pequeña la participación. Desde el punto de vista de la oferta, Ricardo García Molina reconoce que existen dos retos: más y mejores productos para ese segmento; y reducir la fricción al hacer los pagos porque es cuando esas personas se sienten vulnerables. Entre tanto, piensa que el desafío para los compradores es vencer la aversión al riesgo.
El director de Operaciones de Keybe, Daniel Agudelo Correa, cree que las marcas tienen el reto de hacerse entender. Añade que desde 2007 hasta la pandemia imperó el “móvil first” y el mundo se enfocó en crear plataformas para dispositivos móviles y eso sirvió para llegar a miles de personas. Pero ahora estamos hablando del “chat first” porque comprendimos que a ese tipo de gente le gusta chatear y usa WhatsApp. Por eso insiste en que las marcas deben aterrizar las tecnologías a lo más simple que son los chats y así poder vender entre grupos que, en regiones como Latinoamérica, les gusta sentirse atendidos y “las compras conversaditas”. Agudelo asegura que en Colombia hay marcas que así lo entienden y están llegando con sus ofertas a personas que aún no entran al comercio electrónico.
¿Cómo acceder?
El paso básico empieza por hacer en línea los pagos recurrentes, recomienda el gerente de PlaceToPay. Es decir, pagar impuestos, servicios públicos y obligaciones similares en que el riesgo es mínimo y se puede ganar confianza y familiaridad. Y hacerlo en compañía de alguien cercano que le explique cómo funciona.
El siguiente son las compras, también con apoyo para identificar los sitios confiables y evitar ser víctima de fraude. Y el tercero es el uso de los medios de pago, que también requiere asesoría al principio.
Hernán Loaiza Sánchez, líder de Célula de Innovación Donantes Interactuar, aconseja que las personas aún distantes de las compras en línea inicien con el pedido de productos ya conocidos y agrega que la facilidad de ese tipo de compras evita desplazamientos y reduce costos como el de transporte. En su opinión, cada vez hay más pasarelas con menos complejidad y páginas más sencillas. Solo basta tener correo electrónico y hacer las debidas verificaciones de seguridad.
Al respecto, las fuentes coinciden en que los compradores pueden cerciorarse tanto de la validez de la empresa a la que le van a comprar como de la calidad de los productos. Si es a través de una página web, revisar que tenga cifrado de seguridad (la imagen de un candado); y leer las calificaciones y opiniones que dejan los clientes. Loaiza señala que los marketplace (plataformas donde muchas empresas ponen sus productos) son buenos lugares para explorar y comprar porque están validados y tienen protocolos probados; además, responden en caso de que el producto no llegue o tenga algún problema
INFORME: Principales activos financieros
· Revise los certificados de seguridad (el candado es la mejor señal).
· Lea las políticas sobre garantías, devoluciones y protección de datos.
· Elija sitios que faciliten la atención con herramientas como el chat.
· Desconfíe de descuentos y promociones.
· Si le llegan por correo o mensaje de texto, verifique la dirección de origen y la extensión de la página.
· Evite pagar desde redes públicas o cafés Internet.
· No acceda a páginas a través de enlaces, digite la dirección.
· En redes sociales, prefiera las transacciones con empresas, no con personas naturales.