El incremento de los precios en la cadena bovina en los últimos años terminó llevando a los colombianos a cambiar sus preferencias de compra, poniendo en sus platos, en lugar de res, alimentos más baratos como el pollo. Sin embargo, este año esa tendencia se frenó y el sector avícola comenzó a ver una desaceleración.
Así lo mostraron las recientes cifras de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), según las cuales la producción de pollo este 2023 cerrará con 1,81 millones de toneladas, una reducción de 0,2% frente a 2022, año en que tuvo un crecimiento de 7,4%.
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¿La razón? La dinámica inflacionaria le ha jugado en contra al sector y la estabilización de los valores de otras proteínas (embutidos, res, cerdo y pescado), así como el menor ingreso disponible de los hogares, han propiciado cambios en el consumo, tanto por sustitución, como por menores frecuencias y porciones de consumo.
“Las frecuencias de consumo de pollo se redujeron y los consumidores han mermado la ingesta fuera del hogar. Antes se veía la presa de pollo, ahora se ve el ajiaco o arroz con pollo. Es decir, se hace rendir más la proteína”, explicó Gonzalo Moreno, presidente de Fenavi.
En cuanto al huevo, los resultados fueron mucho mejores. Según el gremio, la producción este año cerrará con un 3,8% de crecimiento, dato superior al -4,6% que tuvo en el 2022.
De esta manera, se pasó de 16.250 millones de huevos en 2022 a 16.864 millones en 2023. Para el 2024, se espera un alza similar.
De acuerdo con Moreno, dicho escenario inflacionario de la economía, que generó una recomposición en el ingreso de las familias, hizo que el huevo terminara como uno de los principales sustitutos tanto de proteínas como de cereales.
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Y es que, según datos del gremio, la pandemia llevó a un consumo per cápita récord de huevo: 326 unidades (292 en el 2019), mientras que el de pollo cayó 2,5 kilogramos, al pasar de 36,5 (2019) a 34 (2020). No obstante, en el 2021 los bloqueos de las vías interrumpieron la cadena de suministros del sector, afectando el ciclo productivo de las aves e impactando la oferta a la baja.
Precios vs. oferta
Entre 2021 y 2023 los precios en centrales mayoristas crecieron a un ritmo nunca visto: un huevo pasó de costar $322 en enero del 2021 a $554 en octubre del 2023, un aumento de $232. Situación similar se presentó con el pollo, que incrementó $4.038 el kilogramo en el mismo periodo. Según Fenavi, 13 años tardó en darse un incremento de esa magnitud en el valor de estas dos proteínas.
Desde la óptica de los analistas de Bancolombia, el hecho de que el precio del pollo haya venido aumentando este año y aún así se empezara a observar una disminución en la producción se explica en que los empresarios dedicados a la producción de carne de pollo, apalancados en lo corto y eficiente del ciclo productivo, han aprendido a ajustar de manera rápida la oferta para evitar crisis vía precios.
Para los expertos, eso fue lo que llevó a que en mayo y junio de este año las toneladas producidas tuvieran fuertes caídas de casi 8% y 6%, respectivamente.
Además, agregaron, si bien los costos de las materias primas para la alimentación de los animales han bajado, solo hasta 2024 esto se verá reflejado en los resultados de los avicultores.
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Inseguridad, el dolor de cabeza
La industria avícola ha pasado por un periodo de grandes retos: pandemia, bloqueos de vías, inflación y enfermedades como la influenza aviar.
Pero actualmente hay algo que está aquejando a los productores y es la inseguridad que está afectando a uno de cada dos municipios del país donde hay avicultura.
“Bandas criminales están extorsionando a productores y hay cobro de vacunas en el transporte de huevo. En Antioquia, por ejemplo, este es el principal dolor de cabeza. Estamos viendo allí una situación dramática, sobre todo en algunos barrios de Medellín en los cuales las bandas no están dejando entrar a vender los huevos directamente, sino que ellos compran y revenden. Esto también se está presentando en la vía hacia la Costa”, aseguró Moreno.
Otro de los problema que afectan al sector, manifestó Fenavi, es la inseguridad jurídica referente a predios y tierras. También los bloqueos y manifestaciones en las vías que perjudican la movilización de un 1 millón de toneladas mensuales entre insumos y producto terminado.
Finalmente, en cuanto a las metas del sector, los avicultores están esperanzados con poder exportar partes de pollo a Estados Unidos.
Al respecto, Moreno señaló que ya lograron que la entidad sanitaria de ese país visitara a Colombia. “Es algo largo, que se demora de 8 a 10 años, pero vamos en la mitad del proceso en este momento”, dijo.
No obstante, se están mirando otros mercados, principalmente en Centroamérica y el Caribe, que tienen un gran potencial y los cuales se podrían estar abriendo próximamente.
