Un topo ciego iridiscente con superpoderes auditivos ha sido redescubierto en dunas de arena de Sudáfrica, 87 años después de ser descrito para la ciencia.
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El nuevo hallazgo del topo dorado de Winton fue confirmado mediante un análisis de ADN ambiental por un equipo de conservacionistas y genetistas del Endangered Wildlife Trust (EWT) y la Universidad de Pretoria. Los resultados del estudio se publican en la revista Biodiversity and Conservation.
Se trata de la undécima especie de una iniciativa internacional lanzada en 2017 para encontrar los 25 animales perdidos más buscados del mundo.
El equipo dirigido por EWT utilizó la técnica emergente del ADN, que es el ADN que los animales desprenden a medida que se mueven a través del ambiente, generalmente en forma de células de la piel, cabello y excreciones corporales.
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Además de vivir en madrigueras en gran parte inaccesibles, los topos dorados tienen un oído extremadamente sensible y pueden detectar vibraciones del movimiento sobre el suelo, lo que les ayuda a evitar ser vistos desde la superficie. También rara vez dejan túneles que sean visibles desde la superficie a medida que se mueven bajo la arena.
“Extraer ADN del suelo no está exento de desafíos, pero hemos estado perfeccionando nuestras habilidades y refinando nuestras técnicas, incluso antes de este proyecto, y estábamos bastante seguros de que si el topo dorado de Winton estuviera en el ambiente, podríamos detectarlo encontrándolo y secuenciando su ADN”, dijo en un comunicado Samantha Mynhardt, genetista conservacionista de Endangered Wildlife Trust y la Universidad de Stellenbosch.