Cada minuto se venden un millón de botellas de plástico en todo el mundo. Y cada botella de plástico tarda alrededor de 450 años en descomponerse. Dos cifras ensordecedoras sobre todo si se tiene en cuenta que, por un lado, los residuos plásticos van más allá de las botellas, y por el otro, si los datos se mantienen, la ONU estima que para el 2050 los océanos contendrán más plástico que peces. Por eso, cada segundo, científicos de todo el mundo buscan alternativas de materiales más sostenibles.
Uno de ellos es Ricardo Mesías, tecnólogo químico, ingeniero de procesos, magíster en ingeniería y candidato a doctor en ingeniería de materiales en la Universidad de Antioquia, quien viene trabajando en encontrar un nuevo material compuesto que sea amigable con el medio ambiente.
Le puede interesar: Una colombiana hará parte del Consejo Asesor de las Naciones Unidas sobre Basura Cero
Es decir, que reemplace el plástico, sí, pero que también ayude a solucionar el problema que se ha generado con los residuos orgánicos debido a que no son separados desde la fuente. Según la Superintendencia de Servicios Públicos y Domiciliario, el 40 % de los 12 millones de toneladas de basura que se generan en Colombia al año, y que llegan a los rellenos sanitarios pertenecen a esa clasificación, aun sabiendo que un buen proceso de compostaje podría evitarlo, y así menguar problemas relacionados con el cambio climático como la contaminación, la pérdida de la biodiversidad y el aumento de las temperaturas.
“Cuando inicié mi doctorado, tenía que encontrar una línea de investigación, y tenía esos dos problemas muy presentes —cuenta Ricardo—, el problema del plástico y de los residuos agroindustriales, entonces después de mucho pensarlo, dije: ‘A esta línea tengo que apuntarle’. Y empecé toda una fase experimental con los residuos de la piña, del cacao y la calceta de plátano”.
Pero, ¿a qué se refiere Ricardo con “los residuos completos”? A que, en algunos casos, cuando se hacen productos hechos con materiales sostenibles esos productos igual están dejando un margen de residuos. Por ejemplo, y poniendo un caso muy hipotético, la materia prima de una crema de manos es el aceite de aguacate y para obtenerlo, el fabricante de esa crema extrae el aceite de la pulpa por medio de un sistema de prensado o por medio de un proceso químico, dejando como resultado, a un lado el aceite, y al otro los residuos del aguacate, a menor escala, claro, pero residuos, al fin y al cabo.
Puede leer: Descubren y patentan un rápido detector de mercurio en Medellín
Hasta el momento, su trabajo está enfocado en el cacao porque es el producto con el que, por tiempo, más lejos ha llegado en esa etapa experimental: “Tomé el cacao completo, o los residuos del cacao, mejor, y empecé a hacer modificaciones en ellos para tratar de obtener una bandeja o un material de empaque que fuera desechable y que al mismo tiempo fuera fácil de degradar, ¿por qué? Porque mi objetivo específico es reemplazar el plástico de un solo uso. Sin embargo, y como los resultados fueron tan positivos con este material, me di cuenta que con él también es viable reemplazar piezas de uso cotidiano como bandejas, cuchillos, tenedores y cosas por el estilo, porque tiene propiedades mecánicas muy buenas”.
Pero para llegar a esta conclusión y a este material sobre el que Ricardo adelanta los requisitos necesarios para obtener una patente, tardó alrededor de 4 años en un proceso científico que empezó como todos: por medio del ensayo y del error.
Después de los resultados obtenidos surgió una nueva etapa probatoria y de caracterización en la que pudo analizar su comportamiento, es decir, verificar si el material que produjo a base de cascaras de caco, era resistentes a la humedad, a los golpes y demás factores que determinarían su funcionalidad o no. Una vez superado todo eso, obtuvo los primeros productos terminados, que son bandejas sobre las que, en la actualidad, se encuentra adelantando estudios de biodegradabilidad con altas expectativas, ya que al ser productos 100% orgánicos se estima que tarden menos de seis meses en regresar al suelo.
Puede leer: ¡Atención! Nueva especie de felino descubierta en Colombia: El gato de Nariño
“A partir del trabajo exploratorio, llegué a estas propiedades, pero una vez empiece a refinar mi protocolo, mi línea de investigación y mi forma de trabajar, iré avanzando con el material y con los objetos que se pueden hacer con él... porque mi proyecto de vida es ese, crear todo un sistema industrial basado en materias primas orgánicas que permitan una verdadera economía circular, pues quiero dejarle ese aporte a este planeta tan herido que nos da tanto”, concluye el futuro doctor.
