Colombia posee 1.494 especies de peces de agua dulce, siendo el segundo país con mayor diversidad, reveló un estudio que actualizó la lista de especies colombianas, en el que participaron científicos del Instituto Humboldt.
La lista que se tenía, de 2008, estaba desactualizada y es necesario contar con toda la información actual para poder proteger las especies, varias de ellas amenazadas de extinción por la sobrepesca y el deterioro ambiental de los ríos.
De esas especies, 374 son endémicas del país, es decir solo viven en el territorio nacional. Además, 706 se hallan en la región hidrográfica del Amazonas, la más rica, 663 en la del Orinoco, 223 en el Caribe, 2290 en el Magdalena y 130 en el Pacífico.
Es la primera vez que un equipo tan amplio se interesa por los ecosistemas de agua dulce, que han sido muy relegados pese a su importancia y contribución al bienestar de millones de colombianos.
El equipo científico tomó como base el último listado de especies publicado en 2008, y consultó artículos de investigación que describían nuevas especies y revisiones taxonómicas y sistemáticas de géneros y familias.
Se revisaron además especímenes de la Colección Zoológica de la Universidad del Tolima-Ictiología (CZUT-IC); del Instituto Humboldt que alberga ejemplares particulares de peces, como uno de los tipos del pequeño bagre endémico del altiplano Cundinoboyacense (Trichomycterus bogotensis), capturado en el barrio Chapinero de Bogotá en 1912, y del pez graso del Lago de Tota (Rhizosomichthys totae), la única especie dulceacuícola reportada extinta para Colombia desde la década de los 40; y recogió datos de los museos de Ciencias Naturales (IMCN) y Javeriano de Historia Natural (MPUJ).
Gracias a este proceso de validación de 1435 especies listadas en 2008, los expertos determinaron que 202 especies fueron inventariadas de manera incorrecta, casi un 15 % del total, con las serias implicaciones que esto trae para los instrumentos de gestión y conservación de la biodiversidad, basados en dicho inventario.
Y los investigadores corrigieron la distribución geográfica de otras 175 especies, un proceso de validación exhaustivo que necesitó de un rastreo en todas las fuentes bibliográficas y de ejemplares disponibles en las colecciones ictiológicas nacionales, hasta determinar la identificación taxonómica correcta de los registros.
Los resultados logrados hasta el momento están disponibles para consulta libre, a través de la herramienta de publicación integrada del nodo colombiano de la Infraestructura Mundial de la Biodiversidad (GBIF), el Sistema de Información en Biodiversidad (SiB Colombia), plataforma en la cual se publicarán las futuras actualizaciones de la lista.
Otras amenazas sobre la fauna ictiológica nacional son las actividades mineras, construcción de plantas hidroeléctricas, expansión de la frontera agropecuaria con la consecuente desforestación, la polución industrial y doméstica, el desarrollo de hidrovías, la introducción de especies exóticas y el cambio climático.
Valga recordar que una de las principales amenazas para varias especies, como el bocachico, es la tilapia, especie introducida y muy voraz que ha diezmado la población de ese apreciado pez.
La lista definitiva, depurada, estará completa antes de finalizar el año.