Solo con un permiso especial, otorgado por los “muchachos”, una persona que llegue después de las 8:00 p.m. puede transitar por los sectores Los Joaquinillos, El Ñeque y La Capilla, de Belén Rincón, así como la vereda San José del Manzanillo, corregimiento Altavista. Todo esto en medio de una división interna y los deseos de uno de los cabecillas de hacer caso omiso a las directrices que se emiten desde la mesa de paz de la cárcel de Itagüí.
Así lo afirmó un líder comunitario, quien expresó que “si usted es trabajador y se está movilizando a esa hora, pues tiene que solicitar incluso un permiso. Imagínese usted llegar de su trabajo a las 10:00 p.m. y solicitar un permiso para usted entrar al barrio y poder ingresar a su casa”, quien además indicó que el toque de queda impuesto por los criminales comienza a las 7:00 p.m. para las personas y los negocios deben estar cerrados, a más tardar, a las 8:00 p.m.
Esta situación, además, hizo que el transporte público solo llegara al sector de La Capilla, sin importar si se trata de los buses alimentadores del metro o de los propios chiveros. Los taxis tampoco tienen permiso de ingreso más allá del sector delimitado, so pena de evitar alguna reacción de las estructuras criminales, que si bien no están enfrentadas con armas, sí tienen una disputa interna a través de los mensajes que generan pánico entre los habitantes de estos sectores.
Todo esto en medio del panorama que vive el transporte informal en esta parte de la ciudad, que para poder iniciar sus labores debe dar un pago único de 3 millones de pesos, además de pagos mensuales que están entre los 600.000 y 700.000 pesos para trabajar. “El que no lo pague no puede trabajar, es verdad. No lo dejan circular en sus medios de transporte y esto es un sustento para llevar comida para sus casas”, expresó el líder.
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Además, en este sector del suroccidente de Medellín ya hay temor de cara al inicio de la jornada escolar, prevista para este lunes, principalmente para quienes residen en estos territorios y deben salir para ir a clases o quienes son “forasteros” y estudian en estas zonas.
“Se está vulnerando el derecho a la educación porque no dejan a que los estudiantes vayan a sus colegios. Muchos estudiantes que están en intercambio porque se pasaron de barrio o algo así, empiezan a preguntarles de dónde vienen, por qué están aquí; entonces se está vulnerando ese derecho a la educación”, señaló mientras agregaba que el temor incrementaría con quienes están en la universidad, cuyas clases inician en la última semana de enero o en la primera de febrero.
Estos cuatro sectores de la comuna 16 (Belén) y el corregimiento Altavista desde el pasado martes cuentan con una fuerte vigilancia por parte de la Policía Metropolitana y el Ejército Nacional, pese a que el secretario de Seguridad de Medellín, Manuel Villa Mejía, ha manifestado que no existe el toque de queda mencionado por la comunidad.
Banda Los Joaquinillos y el toque de queda en Belén
Esta situación, de acuerdo con la comunidad y algunos conocedores del conflicto armado, estaría relacionada con la intención de alias Marlon de independizarse de la banda Los Joaquinillos, argumentando que tendría las suficientes armas no solo para armar su nueva estructura, sino para hacer caso omiso a las directrices emitidas desde la mesa de paz de la cárcel de Itagüí.
