Ayer se reanudó la audiencia con la que la Fiscalía busca la preclusión del proceso que afronta Julián Bedoya —exsenador y hoy candidato a la Gobernación— por presuntamente incurrir en fraude para obtener su título de abogado en la Universidad de Medellín. La voz la tuvieron las víctimas del proceso, pero lo que le metió picante a la diligencia fue un informe de Noticias Caracol que reveló las declaraciones que dieron ante la Corte Suprema los involucrados en este polémico caso.
La diligencia de ayer tardó cerca de tres horas y en ella la defensa de la Universidad de Medellín —declarada como víctima en el proceso— esgrimió las razones para que este particular no se archive y continúe su trámite ante la Justicia. El defensor de la institución, el abogado Juan Bolaños, precisó que su intervención estuvo soportada en las pruebas recolectadas por la Corte, la cual llevó el caso hasta julio de 2022, cuando Bedoya dejó de ser congresista.
Lo que alcanzó a concluir el alto órgano hasta entonces, según el informe publicado en la noche del lunes por Noticias Caracol, fue que se podía inferir que la cantidad de exámenes presentados por Bedoya en tiempo récord para obtener su título, luego de 11 años de suspender sus estudios en la institución, atentaba a todas luces contra la lógica. “Las pruebas permiten inferir que el senador Julián Bedoya habría gestado una idea criminosa para obtener su título”, dijo la Corte.
Pese a esto, tras asumir y analizar el expediente, la Fiscalía pidió la preclusión del proceso el pasado 25 de abril. Entre los argumentos presentados por el fiscal delegado Fernando Augusto Arias Velásquez ante un juzgado penal de Bogotá se contó que el material recolectado hasta entonces por la Corte no constituía delito alguno.
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Esa premisa la trató de desvirtuar ayer Bolaños, quien entre las pruebas para tumbar el pedido de preclusión presentó las bitácoras de ingreso a la universidad en fechas claves en las que Bedoya habría adelantado parte de sus exámenes exprés. En estas se advierte que el profesor Julián Orlando Rendón Toro —uno de los docentes que dice haberle hecho dos pruebas de suficiencia a Bedoya— no ingresó a la institución el 22 de enero de 2019, día en que habría firmado la aprobación de una de las pruebas.
Pero este no es el único hecho que pone a Rendón en el ojo del huracán. Entre las cintas conocidas este lunes, el fiscal Néstor Raúl Posada —testigo del caso y quien aún integra la Honorable Consiliatura, uno de los órganos directivos de la universidad— sostiene que el profesor Rendón les confesó a él y a su esposa, Stella Zuluaga, quien también fue consiliaria, que el senador no presentó los exámenes. “¡Qué iba a presentar exámenes! Ese tipo como es de bruto”, habría dicho Rendón.
Polémicas declaraciones
Lo que le dijo Posada a la Corte en noviembre de 2020 fue que el profesor Rendón también habría confesado que de por medio había un acuerdo entre Bedoya y el exrector de la universidad, Néstor Hincapié, para conseguirle votos a Aura Marleny Arcila —entonces presidenta de la consiliatura— para llegar nuevamente al Concejo. ¿El ‘trueque’? El trámite, sin trabas y en tiempo récord del título de abogado del exsenador.
Sobre el particular también habló ante la Corte José León Jaramillo, miembro de la consiliatura, quien sostuvo que esta versión tendría sentido porque el exrector Hincapié convirtió a la institución en una especie de “directorio político”. Rindiendo versión ante el magistrado César Augusto Reyes, quien llevaba las riendas del caso en la Corte, se mostró asombrado por la falta de verosimilitud del caso.
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Pero en las cintas de grabación también aparecen los profesores mencionados. Rendón, el señalado por el testigo Posada, le dijo a la Corte que las pruebas “sí” se hicieron y que todo lo ocurrido en este caso fue una movida de los opositores de Hincapié para quedarse con la dirección de la universidad. Mejor dicho: que Posada mintió y que él no recordaba haber hecho pruebas de suficiencia, “pero sí preparatorios”.
Otro de los profesores involucrados en este escándalo, Jhon Mario Ferrer, quien habría evaluado a Bedoya en diez exámenes (cinco preparatorios incluidos), le respondió al magistrado Reyes que no recordaba con precisión haberle practicado este número de exámenes a un alumno suyo. Dijo, ante la pregunta del magistrado: “Su señoría, tendría que revisar. No sé si diez, pero sí sé que a otros alumnos les he hecho muchos”.
En el interrogatorio en cuestión, Ferrer dijo haberle formulado a Bedoya en la prueba de filosofía del derecho “entre una y tres preguntas”, que la libertad de cátedra le permitía establecer el número. Ante el exiguo examen, el magistrado dijo: “Me deja un poco preocupado”.
Lo otro es que Ferrer también dijo haber invitado a Bedoya para que fuera su asistente en un proyecto de investigación y que esto le serviría para solventar el requisito del trabajo de grado. Según el profesor, Bedoya cumplió con la asignación que le puso en este proceso y que en 2019 entregó lo solicitado. La cuestión es que la Corte encontró que el libro de Ferrer —para el cual colaboró Bedoya con fichas bibliográficas— estaba listo para imprimir desde 2018, seis meses antes del episodio referido.
Sobre esto, la Corte dijo: “Se hace común nuevas omisiones que concuerdan con el patrón seguido por algunos docentes y funcionarios de la universidad para favorecer al estudiante en su propósito final de obtener a toda costa su grado”. El profesor Juan Felipe Hernández también rindió versión ante la Corte, dejando suspicacias por la extensión de las pruebas de suficiencia que le práctico al exsenador.
Por esto y más detalles conocidos el lunes, el abogado Bolaños consideró descabellado el pedido de la Fiscalía para que el proceso en contra de Bedoya precluya. En particular, cuando el exrector Hincapié, la exsecretaria académica Yolanda Cossio y los profesores Rendón, Ferrer, Hernández, Saúl Alonso Benitez y Juan Carlos Hoyos afrontan un proceso por falsedad ideológica.
La audiencia seguirá hoy con la intervención de la Procuraduría y cerrará con la defensa de Bedoya el martes. Aunque buscamos al candidato a la Gobernación no fue posible obtener respuesta. Lo que dijo ante la Corte fue que todo era una “infamia” y que no puede responder por la idoneidad de los procesos de la universidad.
