El alcalde electo Federico Gutiérrez hizo una alerta este sábado, según la cual habría riesgo de que 421 sedes educativas públicas de Medellín se queden, a partir de la próxima semana, sin los servicios de aseo, vigilancia y conectividad.
Así lo manifestó en su cuenta de X, en la que también dijo que ha conocido información según la cual la Secretaría de Educación estaría sin recursos para contratar personal de apoyo, “es decir, alrededor de 200 profesionales y técnicos que permiten la continuidad de los servicios educativos”.
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“La gran pregunta es: ¿dónde está la plata? ¿Quién responde? En la Secretaría de Educación solo hay desolación”, expresó Fico en su mensaje.
Lo cierto es que en esta administración, la educación ha estado rodeada de múltiples cuestionamientos y escándalos, como los daños en infraestructura de la mayoría de colegios públicos; la falta de presupuesto para instituciones de educación superior; la presunta corrupción en Buen Comienzo, por la que está bajo investigación Alexandra Agudelo, exsecretaria de Educación del exalcalde Daniel Quintero; y las denuncias de presiones a contratistas de la dependencia para que le hicieran campaña a Albert Corredor, aliado político de Quintero.
Minutos después de que Fico publicó su mensaje en redes, la Alcaldía de Medellín emitió un comunicado oficial en el que desmintió la información.
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“Se informa a la comunidad educativa y la ciudadanía en general que la prestación del servicio educativo, incluyendo la vigilancia, aseo y personal profesional y no profesional de apoyo, está garantizado hasta la terminación del año 2023”, indicaron, al tiempo que precisaron que lo relacionado con la prestación del servicio en 2024 será tratado en el empalme que avanza en este momento con el equipo de Gutiérrez.
Desde la dependencia también señalaron que las necesidades de distintos servicios en los colegios van disminuyendo en la medida en que se acerca el fin del calendario escolar, “el cual incluye también el proceso de matrícula que irá hasta la segunda semana del mes de diciembre”.
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“Reiteramos que la ciudad cuenta con el personal necesario para finalizar nuestro gobierno en todo lo referente a temas de docencia, acceso, cobertura y permanencia”, puntualizaron en el breve comunicado.
Esta misma semana, el concejal Daniel Duque lamentó la forma cómo se ha manejado la educación en este cuatrienio. “ Más del 95% de los colegios públicos de la ciudad se están cayendo a pedazos, literalmente, encima de nuestros niños y niñas”, dijo, recordando episodios como el ocurrido en marzo pasado, cuando un techo cayó sobre varios estudiantes de un salón de la institución educativa Doce de Octubre, en el noroccidente de Medellín y dejó varios lesionados.
Además, el corporado hizo mención de las denuncias por los manejos “politiqueros” que se han conocido y que tienen que ver con haberle entregado la secretaría a Corredor para que pusiera a los cotratistas, entre psicólogos, auxiliares y otros profesionales, a trabajar para su campaña, ayudando en las fiestas que hizo en los barrios, repartiendo volantes en las calles y hasta aportando dinero en algunas ocasiones.
“Los docentes y los psicólogos no tienen garantías, ya que la Secretaría de Educación fue entregada a clanes politiqueros, como lo hemos denunciado. Han afectado principalmente nuestros jóvenes, niños y niñas; por algo hoy Medellín tiene cifras de más del 250% en ideación suicida en los jóvenes”, sostuvo el concejal Duque.
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Entre los últimos hechos que contaron los psicólogos del programa Entorno Protector, uno de los más afectados por estas presuntas presiones para hacer política, está que los pusieron a firmar un otrosí, el pasado 17 de noviembre, para disminuirles los días del contrato que tienen vigente, es decir, les adelantaron la fecha de terminación y, por lo tanto, disminuyeron el monto de los honorarios del mismo.
Los psicólogos contaron que les advirtieron que si no firmaban, no les pagarían los honorarios correspondientes a noviembre. El contrato iba hasta el 5 de diciembre, pero lo redujeron hasta el 30 de noviembre. El argumento es que para esas fechas los estudiantes ya no estarían en los colegios, por lo cual su labor no era necesaria.
La molestia de muchos radica en que se quiere hacer ver como que el otrosí fue un acuerdo entre las partes, pero ellos consideran que fue una decisión unilateral que los obligaron a cumplir.
