Quien fuera el padre de la medicina de rehabilitación en Medellín, siempre con un toque humano para aquellos que siempre lo necesitaban más allá de sus capacidades económicas, falleció este miércoles por cuenta de quebrantos de salud que lo venían aquejando desde hace algunos días.
La muerte de Ricardo Restrepo Arbeláez fue lamentada por más cercanos, quienes destacaron su labor humanitaria por más de medio siglo, teniendo como bandera al Comité de Rehabilitación.
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¿Quién era Ricardo Restrepo Arbeláez?
Una carrera profesional, con 12 grandes reconocimientos nacionales, demostraron que su prioridad siempre fue darle salud a quien no la tuviera, aun a sus 86 años de vida. De hecho, en 1963 creó el Comité de Rehabilitación en Medellín para que las personas con discapacidad no fueran excluidas de los entornos sociales y laborales, brindándoles atención física y emocional.
“Lo que veía principalmente en los pacientes que atendían en ese momento en Hospital San Vicente Fundación, era la necesidad y la situación de exclusión en la que estaban las personas con discapacidad cuando tenían estas condiciones”, explicó Sonia Gallardo Gómez, directora del Comité que fue fundado con apoyo de la Andi, la Acopi, la Gobernación de Antioquia, la Alcaldía de Medellín y el propio San Vicente Fundación.
Restrepo Arbeláez nació en Medellín el 22 de julio de 1938 y dejó dos hijos producto de su matrimonio con Rocío Guzmán de Restrepo. Hizo la primaria en el Ateneo Antioqueño y el bachillerato en la Institución Jorge Robledo. Se graduó como médico cirujano de la Universidad de Antioquia y se especializó en medicina física y rehabilitación en el Instituto Mexicano de Rehabilitación de Ciudad de México.
Fue una persona muy activa, tanto en lo profesional como en lo social, llegando a formar parte de las juntas directivas del Centro de Espectáculos La Macarena y del Hospital San Vicente Fundación. Fue socio del Club Rotario de Medellín y ejerció la vicepresidencia de la junta directiva de la Sociedad Colombiana de Medicina Física y Rehabilitación.
Además, fue miembro de la Asociación Colombo-Francesa de Medicina y era el vocal de la Asociación Médica Latinoamericana de Rehabilitación (Amlar). También fue asesor internacional en rehabilitación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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Ante todos estos cargos que ejerció, más allá de su labor médica, y con los conocimientos que obtuvo en este tema, el doctor Ricardo se convirtió en “un referente en estos temas de inclusión social de personas con discapacidad en todo lo que tiene que ver con lo social, pero adicionalmente a eso se volvió un referente en los temas de rehabilitación, porque yo creo que lo que más podemos destacar de él como médico y fisiatra es especialmente ese toque de humanismo que le quiso dar siempre a todos”, expresó Gallardo.
Su cordialidad y disposición para ayudar dejó un legado entre quienes se lo conocían y lo acompañaban, como lo hacía Sancho Panza con Don Quijote, en sus aventuras para intentar, desde la labor social de la rehabilitación, aportar su granito de arena para crear un mundo mejor.
“Lo que él sentía es que como seres humanos solidarios teníamos que hacer en esta sociedad en beneficio de las personas que tenían alguna discapacidad física o cognitiva, porque era un hombre completamente enamorado de la vida, del servicio, de la solidaridad”, comentó Elena María Molina, quien trabajó durante más de una década en el Comité de Rehabilitación.
En su labor dentro del Hospital San Vicente Fundación, su principal bandera pasaba porque fuera un hospital de puertas abiertas, que nunca deberían cerrarse, porque siempre se le debía prestar servicio hasta a los más necesitados.
“Yo creo que esta institución tiene un principio de la caridad cristiana a los más desprotegidos y el día que se cierre la puerta de acá, ¿quién los recibe? Esta institución nació, es y será de puertas abiertas para atender a todo el que lo requiera. De manera que yo pido siempre a la comunidad que mantengan esa misión”, expresaba en vida el doctor Restrepo.
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