El asesinato de Édinson Rodolfo Rojas, conocido como Pichi Gordo, ocurrido la semana pasada en El Poblado, sigue sin una explicación clara y son varias las hipótesis que las autoridades manejan respecto a las causas y los responsables, entre otras cosas, porque un hecho de esa magnitud no sería posible sin el consentimiento de la organización colegiada conocida como La Oficina. Otros creen que fue un intento de torpedear el proceso de paz total de Gustavo Petro.
En medio de tantas cuentas que anda haciendo más de uno, el alcalde Federico Gutiérrez sostuvo que el asesinato de este jefe histórico de la banda La Terraza “prende las alarmas y es grave”. El mandatario aseguró que entre las hipótesis que manejan las autoridades se tiene en cuenta un enfrentamiento o división que ‘Pichi Gordo’ habría tenido el año pasado dentro de esa misma estructura con otro criminal.
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“Es una vida que se pierde, pero es grave porque se tiene que determinar cuál es el móvil. Me plantean tres o cuatro hipótesis y les pedí que se centren en todas y actúen rápido para encontrar a los responsables, la seguridad la tiene que garantizar la fuerza pública, no puede venir de la buena voluntad de los criminales”, manifestó el alcalde al respecto.
Una fuente que pidió reserva le confirmó a este medio el viernes 8 de marzo que Rojas había sido avalado por el excomisionado de Paz, Danilo Rueda, como facilitador de paz, con la misión “de convocar actores que se sumaran a la iniciativa del proceso”. Y el presidente Gustavo Petro publicó un mensaje en sus redes sociales lamentando el homicidio.
Es por esto que entre las teorías, los analistas, autoridades y abogados le dan mayor fuerza a dos de ellas. La primera, que ‘Pichi Gordo’ estaba haciendo negocios mafiosos sin la autorización de sus jefes, y además estaba dando información a la justicia. La segunda, que lo asesinaron manos oscuras que quieren torpedear el proceso de paz que el Gobierno Petro tiene con “La Oficina” —aunque ese proceso camina lento hace varios meses—.
Sobre qué tanto peso tiene este asesinato en la mesa de paz que hay en la cárcel de Itagüí con varios de los líderes más importantes del crimen de Medellín, Gutiérrez dice que solo el gobierno nacional, que es el que negocia con ellos, puede saberlo.
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“A la medianoche (el día del asesinato) me comuniqué con Otty Patiño, el Alto Comisionado para la Paz, le informé inmediatamente de este homicidio porque en mi concepto esto puede llegar a alterar algo de las discusiones que se están dando allá y es parte de la línea de investigación, pero es el Gobierno a quien le corresponde ya entender lo que está pasando allá, porque es el que tiene las competencias frente a lo que sucede en la cárcel de Itagüí”, sostuvo el mandatario local.
Para el alcalde una de las preocupaciones es que estas estructuras criminales organizadas se siguen fortaleciendo en los componentes militares y financieros a la par que se adelantan las negociaciones de paz.
“Estas estructuras que tienen asiento en el área metropolitana no son simples bandas, son estructuras de crimen organizado, heredadas desde la época de Pablo Escobar. Del 100% de estas estructuras en todo el país, en Medellín y el área metropolitana está el 43%. No es que solo tengan injerencia en Medellín, tienen injerencia en la Costa, en Cundinamarca, en el Eje Cafetero. Entonces el Gobierno Nacional tiene que tener mucho cuidado con lo que está pasando ahí. A las estructuras criminales hay es que golpearlas, judicializarlas, hay que aplicarles extinción de dominio. No basta con las capturas, hay que disminuirlos financieramente, porque a mayor poder financiero, mayor poder militar”, añadió Gutiérrez.
‘Pichi Gordo’, de 50 años, fue asesinado en la noche del jueves 7 de marzo, mientras conversaba en un parque del barrio El Poblado, tenía cerca su carro BMW y lo acompañaba un escolta que también fue asesinado; además, estaba con un exfutbolista profesional que se recupera de un balazo en una pierna.
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El fallecido delincuente se hizo famoso en el mundo del crimen como uno de los principales jefes de sicarios de la organización criminal La Terraza y de La Oficina, en la línea de José Leonardo Muñoz Martínez, alias Douglas, quien está preso desde abril de 2009, pagando una pena de 32 años de cárcel por secuestro extorsivo y concierto para delinquir.
Desde hace casi dos años ‘Pichi Gordo’ se ocupaba de mover las intenciones de paz de la criminalidad con el gobierno de Gustavo Petro; incluso estuvo en varios eventos barriales que eran auspiciados desde la cárcel de Itagüí.
