Los comerciantes y artistas del Pueblito Paisa están sumidos en una crisis por cuenta de una abrupta caída en el número de turistas que visitan ese emblemático lugar de Medellín.
Pese a que muchos de los comerciantes advierten que desde hace por lo menos cuatro años vienen afrontando problemas, el lío más reciente se agravó por cuenta de la decisión de las autoridades de cerrar el tradicional mirador del cerro Nutibara, que desde el año pasado venía arrastrando alertas por un riesgo de colapso.
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Si bien el resto del sitio se mantiene funcionando con normalidad, los comerciantes advierten con preocupación que por rumores que se han esparcido mediante el voz a voz y hasta internet, muchos visitantes y hasta agencias turísticas que habitualmente llenan el lugar parecieran creer que todo el pueblito fue cerrado.
Así lo advierte el trovador Andrés Esteban Restrepo, más conocido como Supercoco, apuntando que a ojímetro el número de visitantes se ha reducido por lo menos un 75%.
“En un día normal el escenario se nos llenaba de público unas cinco veces, hoy si mucho suben dos o tres personas”, señala Restrepo, quien también es representante de la mesa de artistas del Pueblito Paisa.
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Desde la óptica de los comerciantes, Ana Libia Arias, vicepresidenta de Asotracerros, señala que mientras en un día normal los comerciantes podían estar vendiendo entre $300.000 y $400.000, esa cifra hoy oscila entre los $40.000 y $100.000.
Un rumor problemático
Para comprender el problema de hoy hay que remontarse a octubre de 2023, cuando la Personería de Medellín emitió una alerta ante lo que consideró un riesgo de colapso del mirador del Pueblito Paisa.
Esta estructura, que fue habilitada en la parte superior de un gran tanque de agua de EPM, que abastece a más de 230.000 personas del occidente de Medellín, solo tenía capacidad para soportar el peso de 200 personas, pero a causa del auge turístico por el que atraviesa la ciudad estaba alojando hasta 1.200 personas de forma simultánea, alertó la Personería.
Buscando conjurar el riesgo de un accidente, que además podría poner en riesgo el funcionamiento de dicho tanque, EPM decidió instalar una malla metálica para restringir el acceso al mirador, en una decisión que tomó por sorpresa a muchos turistas que no estaban enterados.
“Esta infraestructura no fue diseñada ni construida para ese fin, así que en aras de garantizar la seguridad de todas las personas se tomó la decisión de realizar un cerramiento de este espacio”, se informó desde EPM en febrero pasado.
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A pesar de que el cerramiento solo se localiza en la plataforma del mirador, y la oferta de actividades, comidas y productos se mantiene con normalidad desde entonces, los turistas y visitantes empezaron a dar por sentado que el Pueblito Paisa estaba cerrado y dejaron de subir.
Uno de los problemas de dicha clausura, advirtió la vicepresidente de Asotracerros, fue que no habría sido socializada con los comerciantes.
“Yo pienso que no era necesario el cierre, porque no se socializó y terminó generando la sensación de que el pueblito estaba cerrado o que incluso se iba a caer, cuando eso no es verdad”, dice la comerciante, advirtiendo además que dicha restricción fue como una estocada final para el lugar.
Para argumentar eso, la comerciante recuerda que otros importantes atractivos turísticos como la barbería, la escuelita y la bella quinta también fueron clausurados hace cuatro años, con una promesa de remodelación que terminó diluyéndose en medio de la desidia oficial.
A esa situación también se sumó que la misa dominical no se volvió a realizar, otra de las actividades que ayudaban a que las personas subieran.
Pese a este panorama, tanto Arias como Restrepo, señalan que el Pueblito Paisa está vivo y tiene sus puertas abiertas para recibir a los visitantes.
“El Pueblito Paisa está hermoso, tenemos una zona de picnic muy amplia a la que pueden venir todos con sus mascotas. Pueden venir a almorzar, a tomarse sus refrescos y caminar. Tenemos eventos durante todo el año, artistas que dan la bienvenida a todos, esta es la finca de Medellín”, expresó Arias.