La demanda que los familiares de Alexandra Salazar —una de las fatales víctimas que dejó la inundación del deprimido de la calle San Juan el pasado 14 de enero— ha dejado ver lo que serían las pruebas que culpabilizan al Distrito por la tragedia en la que también perdió la vida Luis Gonzalo Estrada. Ambos se ahogaron cuando su vehículo quedó atrapado en el inundado espacio.
Los allegados a Salazar decidieron demandar al Distrito de Medellín, a EPM y a Emvarias por lo que para ellos son múltiples fallas que condujeron a la muerte de la mujer y su pareja.
El acervo probatorio en mención, publicado por el diario El Tiempo, será expuesto en la solicitud de conciliación prejudicial ante la Procuraduría General de la Nación, el próximo 16 de noviembre. Con ello se busca resolver el millonario pleito antes de que llegue a un juzgado administrativo.
Las pruebas mencionadas
Una de las pruebas publicadas por el diario es un informe del Sistema de Alerta Temprana Siata que indicaba que las precipitaciones de aquel 14 de enero iniciaron a las 3:00 p.m., en el Aburrá. Las lluvias se extendieron hacia el occidente y el centro de Medellín donde se registraron los mayores acumulados de lluvia con vientos huracanados que tumbaron parte de los alumbrados, lo que dejó 10 personas heridas ese mismo día.
Otra prueba señala que a las 6:56 p.m. el sensor del alcantarillado del deprimido en cuestión indicó un nivel de riesgo Naranja. La alerta fue reportada desde el Siata al Cuerpo Oficial de Bomberos y el Dagrd. Hay otra pista que indica que cerca de las 7:10 p.m., el Centro de Control de Movilidad informó a través de un grupo de WhatsApp llamado ‘Drenaje urbano’ a los organismos de socorro de Medellín que el deprimido de Los Músicos estaba inundado.
En otro aparte aparece que a las 8:10 p.m., EPM informó que se había programado una cuadrilla de presión-succión para atender la inundación con una máquina vactor que supuestamente salió al deprimido a las 8:58 p.m., pero esta tal parece que nunca llegó. Esta se suma a otra prueba que señala que a las 9:00 p.m., se dio el primer aviso a la línea 123, en el que se dijo que la camioneta en la que viajaban Estrada y Salazar se había quedado atrapada en el deprimido.
Otras cuatro llamadas entraron a la central de emergencias en un lapso de 20 minutos por lo que los Bomberos de Medellín, ante las llamadas de emergencia, despacharon al deprimido dos móviles y una máquina de la estación Campo Valdés, pese a que la estación Libertadores (ubicada entre las calles San Juan y Colombia) estaba técnicamente cruzando el puente.
Cuando los dos primeros rescatistas llegaron al sitio no encontraron la camioneta Audi que ya había quedado totalmente cubierta por el agua y solo observaron a un hombre que estaba parado sobre el techo del carro tratando de auxiliar; inmediatamente, entraron al agua para iniciar las labores de rescate. Sin embargo, estas habrían tomado más tiempo, pues no se contaba con el equipo necesario. De hecho, el automotor fue extraído del agua por una grúa particular.
Precedente no se ha cumplido
Para la firma Hernández y Palacios Abogados, quienes llevan el proceso, los daños del Estado se dividen en acción, omisión y prestación defectuosa del servicio de rescate durante la tarde y noche de ese sábado. Por ello, la suma de la solicitud —por perjuicios materiales e inmateriales— asciende a más de $1.845 millones que fueron pedidos por nueve familiares de Salazar como reparación por la muerte de su familiar.
“Más allá del componente económico, que si bien es relevante, no es lo más importante ni es lo primordial en esta demanda. Tenemos que sentar un precedente, que ya estaba creado. ¿Por qué se llama el deprimido de Los Músicos? Porque ya pasó la misma tragedia y hay una sentencia. Hoy otra familia tiene que sufrir por las mismas condiciones. Lo primordial en la acción judicial es que esto no le vuelva a pasar a ninguna familia”, dijo a El Tiempo Juan Felipe Hernández, apoderado de las víctimas.
Para Susana Upegui, otra de las abogadas del caso, no hay excusa para que aunque se alertó de la inundación después de las 6:00 p.m., cuatro horas después no se hubiera evacuado el agua.
Cabe recordar que el entonces municipio de Medellín, EPM y Emvarias ya habían sido condenadas en febrero de 2012 por el Consejo de Estado tras hallar administrativamente responsable a las entidades por la muerte de Jesús María Velásquez, Luis Humberto Tejada y Marco Fidel Suárez, los tres músicos que murieron en circunstancias similares en el mismo deprimido en septiembre de 1988.
Aunque el Consejo de Estado les ordenó a los demandados tomar todas las medidas posibles para contrarrestar el peligro ante este tipo de emergencias, hasta ahora no habría evidencia del cumplimiento de la sentencia.
Como recordó El Tiempo, luego de la tragedia la Alcaldía informó que en los deprimidos viales de la ciudad se instalarían talanqueras para cerrar el paso cuando se inundaran, pero hasta ahora no se ha visto implementada la primera de esas iniciativas, pese a que todavía se presentan emergencias con vehículos que quedan atrapados en estas inundaciones.