Las mismas comunidades definirán a mediados de noviembre en qué se gastarán el año entrante unos $380.000 millones del Presupuesto Participativo (PP), equivalentes al 5% de todo el dinero que la Alcaldía de Medellín destina a inversión. El secretario de Participación Ciudadana, Camilo Cano, explica el vuelco que le dieron al proceso para elegir los proyectos que serán financiados en cada comuna y corregimiento, y garantizar la mayor participación, con el fin de superar las prácticas que habrían llevado a que en la administración pasada esa abultada billetera se convirtiera en buena medida en plata de bolsillo.
El cambio de metodología quedó contenido en el Decreto 473 que aprobó el Concejo a finales de junio pasado.
¿Qué cambió con el Decreto 473 de 2024?
“Con todas las denuncias de corrupción que se hicieron, en buena parte por EL COLOMBIANO, nosotros decidimos pasar de la indignación a la acción. Hicimos todo el proceso de escucha ciudadana y una encuesta donde hablamos con más de once sectores: ediles de acción comunal, académicos, expertos, organizaciones de la sociedad civil y gente que ha estado en este tema durante 20 años con el PP”.
¿Pero qué se transformó concretamente?
“Son cinco cambios grandes. El primero es ampliar la participación ciudadana. Antes se había reducido la participación ciudadana en todas las etapas y ahora lo que queremos es volver a los barrios, las comunas y los corregimientos; que participe todo mundo, y hoy es lo que está pasando. Estamos en la etapa de recolección de insumos que es la primera en la ruta del PP, donde se reúnen todas las personas de comunas y corregimientos, a hablar con la administración de cuáles son los problemas de las comunas. En espacios que eran antes de 40 a 60 personas están llegando 300 a 350, y gente nueva, gente que se había alejado del proceso por desconfianza, otra que nunca había participado...”.
¿Por qué había bajado la participación?
“Era por pérdida de confianza. La gente no se sentía representada por quienes estaban en esos espacios. En los temas sectoriales tampoco había una gran difusión de las convocatorias, y lo que pasó es que eran unos pocos decidiendo por muchos. El otro reto que tenemos en las votaciones que serán en noviembre es también ampliar la participación, que toda la gente de Medellín vote”.
¿Qué harán para lograrlo?
“Venimos en un aprestamiento para ese día D, que será posiblemente entre el 17 al 24 de noviembre. Entonces, estamos trabajando para que las votaciones sean mixtas; como ya lo dijo el Alcalde, vamos a pasar de 113 a 400 puntos físicos para votar, llegando a todas las comunas, corregimientos y veredas. Nos vamos a tomar los colegios, universidades, empresas, instituciones educativas y escenarios deportivos para que la gente vote.
Aquí hubo muchas dudas sobre las votaciones virtuales en el último tiempo, que hoy están en los entes de control, como suplantación de identidades. Lo que queremos es que si las votaciones pueden ser mixtas, haya total seguridad en que si votas tú, luego no lo puedas volver a hacer; queremos hacer procesos biométricos, estamos trabajando con la Registraduría Nacional para esa contrastación y validación, que no puedan votar muertos o gente que no existe, a través de bodegas, porque sabemos que hay quienes tienen las bases de datos de la gente, con número de cédula y hasta la fecha de la expedición. En votaciones anteriores quedó evidenciado que suplantaron a personas y les llegaban mensajes de texto diciendo que ya había votado. Ese dato de la fecha de expedición es sensible, porque solo lo tiene la persona”.
¿Qué se define en esa jornada?
“Estamos en la fase de recolección de insumos y la fase 2 es donde la gente prioriza y vota por los proyectos de su comuna o corregimiento”.
¿Cuáles son los ítems principales en que la gente quiere invertir los recursos del PP?
“Hoy el tema de Hambre Cero es vital y la gente ha venido hablando de eso en esta recolección de insumos. Además, la gente quiere seguirles dando la oportunidad a todas estas personas de las comunas para que ingresen a la educación superior, pero también hay un tema muy importante, que más que todo los jóvenes manifiestan mucho: yo quiero estudiar, pero tengo que llevar platica a la casa, y no me da tiempo de una técnica, o la tecnología que dura dos años o tres, o cinco años una carrera; entonces también en el PP se ha hablado de los cursos cortos, con temas de habilidades digitales, inteligencia artificial y estos temas que hoy demanda tanto el mundo y que la gente en tres o seis meses sale certificada y preparada para trabajar y ganar plata.
Temas de inclusión (niñez, adulto mayor, discapacidad); de salud, deportivos, culturales, de participación ciudadana y juventud”.
En el anterior esquema hubo muchos gastos en festivales y eventos pequeños, ¿eso cómo va a cambiar?
“Otro de los cambios es el rigor técnico que se retoma por parte de la administración. Antes respondían sí a todo lo que la gente decía y muchas veces la gente no tiene por qué saber si lo que propone se puede o no; ese es un papel nuestro. Entonces ocurrió como en Palmitas, que se priorizaron $2.800 millones para un escenario deportivo, pero lo querían construir en un lote privado, y no se puede.
Entonces, por ejemplo desde Cultura se define que la ciudad no necesita tantos festivales, y en vez de eso, fortalezcamos las escuelas artísticas y todo el tejido artístico de la ciudad. Nos han propuesto que prioricemos morrales y chaquetas y nosotros decimos ‘¿pues cómo?’. Es mejor gastarse esa plata en formación, fortalecimientos que los potencie organizativamente, fortalecimientos con plan de trabajo que puedan tener verdadera incidencia”.
Ya mencionó la participación, pero ¿cuáles son los otros cuatro puntos que cambian?
“Otro es definir roles y acciones de los actores de los procesos. Aquí hay una fricción muy grande por qué hacía la JAL (junta administradora local) y qué hacían los CCP (Comités Comunales y Corregimentales de Participación). La anterior administración, en su decreto, les dio unas facultades especiales a los CCP que superaban a lo que constitucionalmente puede hacer la JAL y nosotros lo que hicimos fue precisar.
El tercer cambio tiene que ver con transparencia y acceso a la información, o sea un tema de gobierno abierto. Estamos construyendo un dispositivo tecnológico donde la gente pueda consultar los proyectos y la destinación de la plata por comuna, cómo va la ejecución; y así hacer control político y veeduría.
Como cuarto, para la ejecución creamos también el comité gerencial de PP, donde están varias secretarías, la Gerencia de Proyectos Estratégicos, etc. De allí deben salir alertas tempranas de alguna anomalía.
Y en quinto lugar, también hay unas tipologías de proyectos nuevos que son muy beneficiosos para la ciudad, como los proyectos estratégicos que la gente ha venido pidiendo; proyectos intercomunales e inter corregimentales”.
¿Eso no es gastarse el presupuesto de la comunidad en proyectos que debían ser asuntos de ciudad?
“Estas son ideas que no inventamos, la comunidad ya viene pidiendo eso hace rato; es un ejemplo de planeación participativa muy potente de pensar en temas macro; es pensar la ciudad a largo alcance y son temas muy ganadores”.
