La Alcaldía de Medellín, en articulación con el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) y el Complejo Penitenciario Pedregal, adelantaron este miércoles una jornada de ornato y aseo en el Parque Bicentenario, ubicado en el barrio Boston.
Esta prueba piloto contó con la participación de 21 personas privadas de la libertad, 8 mujeres y 13 hombres, quienes contribuyeron al embellecimiento de este espacio público.
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Una de las escenas más conmovedoras que dejó la jornada tuvo como protagonista a Tatiana Gómez, una de las beneficiarias, que se reencontró con su madre, a quien no veía hace más de 10 años. Allí, también estaban su hermano, su suegra y su cuñado.
“Cuando hablamos con ellas y ellos, cuando se ve el dolor de estas mujeres, hay personas que aceptan sus penas, las han cumplido, independientemente del delito. Es como darles nuevas oportunidades para que no haya reincidencia. Ahora les preguntaba: ¿Qué se siente volver a la calle después de 9 o 10 años? Nos decían con emoción inmensa: libertad, volver a ver mi familia. Así que cuando salgan de la cárcel jamás vuelvan a ella; que sea un ciclo cumplido para que de aquí en adelante tengan oportunidades, recuperen sus vidas y le aporten a la sociedad”, dijo el alcalde Federico Gutiérrez Zuluaga.
Esta iniciativa, agregó la Alcaldía, hace parte de la estrategia de Resocialización con Enfoque de Justicia Restaurativa, cuyo propósito es ofrecer oportunidades de reintegración social a personas en fase de confianza y mínima seguridad.
Actualmente en la cárcel de Pedregal, según cifras del Inpec, hay 3.664 personas privadas de la libertad, mientras que la capacidad de la cárcel es para 3.165, por lo que hay una sobrepoblación de 499 personas, lo que significa un hacinamiento del 15,7%.
Del total de la población recluida en esa cárcel, 2.673 personas, es decir el 73% son hombres, mientras que el 27% son mujeres.
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“A través de estas acciones, no solo se impulsa la redención de penas, sino que también se fomenta la responsabilidad social y la reparación simbólica del daño causado a la comunidad”, detallaron en un comunicado.
La jornada se desarrolló entre las secretarías de Seguridad y Convivencia, Paz y Derechos Humanos, y Medio Ambiente. Además, tuvo el acompañamiento de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá y personal del Inpec para velar por la seguridad de la actividad.
“Nosotros le haremos saber a los jueces lo que estamos haciendo, y que esto puede servir en un momento para que se conmute la pena, de acuerdo con el buen comportamiento y trabajo para la sociedad; y ya los jueces sabrán interpretar, con el respeto e independencia que se merecen. Este piloto va bien. La gente se les arrima, habla con ellos, les preguntan cómo se sienten; los familiares los saludan; quieren seguir en el programa y vamos a traer a muchos más reclusos”, agregó el mandatario local.
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La Alcaldía informó que este plan piloto, que se proyecta implementar de manera mensual, busca extenderse a otros centros penitenciarios, incluyendo la cárcel de Bellavista.
En Itagüí los reclusos de la cárcel la paz también trabajan
La Alcaldía de Itagüí, al sur del Valle de Aburrá, y la cárcel de alta y media seguridad La Paz, de ese mismo municipio, hicieron un acuerdo para que los reclusos de esta penitenciaría puedan trabajar en el embellecimiento de los espacio públicos del municipio y así retribuir a la sociedad parte del daño que causaron con los delitos que cometieron.
Según explicó la Alcaldía, el proyecto consiste en una o dos intervenciones mensuales en los espacios públicos del municipio, donde además de los reclusos tendrán acompañamiento de las secretarías de Medio Ambiente y de Seguridad, también de la empresa municipal de aseo, Interaseo, y de los dragoneantes del Inpec.
El programa, en el que inicialmente están participando 13 internos, irá en un principio hasta diciembre de este año y de su éxito dependerá la continuación en los años venideros.
