Miles de personas, sobre todo turistas, han bajado frustrados del Pueblito Paisa en estos últimos días, sintiéndose “medio tumbados”, que algo les quedó faltando.
Resulta que EPM decidió poner un cerco al ingreso del histórico mirador del cerro Nutibara, un lugar casi de culto para los turistas y para los habitantes de Medellín por la imponente vista que ofrece para tomarse buenas fotos y, en general, por el atractivo plan de divisar buena parte de la ciudad, con la generosa brisa del cerro, en compañía de amigos y una buena cerveza o refresco.
La decisión, que tiene frustrados a los turistas y emberracados a los comerciantes, tiene una justificación. En octubre de 2023, la Personería de Medellín emitió una alerta por el posible colapso de la plataforma que durante décadas recibió sin restricción alguna a los visitantes del cerro Nutibara. Según advirtió la entidad del Ministerio Público, el aumento de visitantes por el incremento de la dinámica turística en la ciudad ponía en serio riesgo la estructura, mucho más en temporada alta como la época decembrina que se avecinaba en ese entonces.
El principal temor de la Personería era que la capacidad máxima del mirador con visitantes en simultánea era apenas de 200 personas, pero en numerosas veces más de 1.200 personas alcanzaban a estar al tiempo sobre el techo de los tanques, como en temporada de vacaciones y las famosas alboradas.
Finalmente EPM tomó cartas en el asunto. Según expresó la empresa, el tanque de “almacenamiento de agua potable ubicado en el cerro Nutibara de Medellín es una infraestructura fundamental para el sistema de acueducto de EPM y para la ciudad, al abastecer a más de 230.000 personas”.
Por esta razón, EPM señaló que aunque habitualmente su plataforma superior, es decir la losa del techo, era usada por los visitantes del cerro como un espacio para contemplar la ciudad, “esta infraestructura no fue diseñada ni construida para ese fin, así que en aras de garantizar la seguridad de todas las personas se tomó la decisión de realizar un cerramiento de este espacio”.
La empresa reiteró que se trata de una acción preventiva que está enmarcada “en las mejores prácticas de seguridad operacional con las que EPM está comprometida, procurando minimizar la materialización de los riesgos operacionales que puedan afectar a las personas, el ambiente o la infraestructura para la prestación del servicio de acueducto”.
Lo que ahora le reclaman a EPM fue la falta de socialización de esta decisión entre comerciantes y personas que acuden asiduamente al sector. De hecho, fue solo hasta que los reclamos de los usuarios en redes sociales se hicieron visibles que la empresa informó la razones detrás del cerramiento, el cual, según los comerciantes, también se hizo de la noche a la mañana y sin diálogo alguno, a pesar de lo que significa por el impacto al comercio. “Sabíamos que había un riesgo ahí por el exceso de personas, pero también era bueno que dialogaran, porque nadie se tomó el trabajo de conversar con nosotros y se siente medio atropellado eso”, señaló un comerciante del Pueblito Paisa.
La ciudadanía también le pidió a EPM que lidere la posibilidad de “compensar” a la ciudadanía con algún otro espacio de disfrute que permita el acceso a miles de visitantes, tal como lo hacía este espacio que por cuestión de seguridad dejará de ser el punto de encuentro que siempre fue.
El Pueblito Paisa, como atractivo turístico, queda seriamente menguado, pues no solo se queda sin el mirador sino que, tal como lo contó EL COLOMBIANO en diciembre pasado, varios espacios del Pueblito, como la barbería, la escuela y la casa cural están cerrados y desvalijados sin que ninguna autoridad entregue respuesta.