Una actividad inusual captó la atención de comerciantes habituales y transeúntes del centro de Medellín, al notar que las veteranas palmeras washingtonia que custodiaron por más de 20 años la fachada del Museo de Antioquia, en la Plaza Botero, estaban siendo taladas.
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“El martes fue que me enteré que estaban tumbando las palmeras que hay frente al Museo de Antioquia”, comentó Amparo, quien hace años trabaja en la Plaza Botero. Según ella, se trataba de palmeras muy viejas, desde que empezó a funcionar el museo. Agregó que con el tiempo se caen las hojas secas y ocurren accidentes porque la gente pasa muy descuidada. “Entonces yo creo que más que todo es por evitar accidentes”, afirmó sobre la tala.
Ramiro, otro comerciante del sector, coincidió con Amparo: “Están tumbando las palmeras, las que están secas, como que es peligroso para la gente que viene, pero demás que si tumban también siembran porque son importantes para la plaza”.
A pesar de lo que representaban las palmeras, acogiendo las recomendaciones de expertos y basados en evidencia, se tomó la decisión de cortarlas porque no tenían salvación, señalaron las autoridades.
“Teníamos dos palmeras en el Museo de Antioquia que tenían problemas graves, una estaba podrida por dentro y la otra tenía una plaga que va haciendo túneles, esto causa una inestabilidad delicada. Estaban muertas y representaban un riesgo de posible caída por vientos, lluvias, y es una zona muy transitada”, explicó Esteban Jaramillo Ruiz, subsecretario de recursos naturales de Medellín.
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Para llevar a cabo este proceso se informó al Museo de Antioquia y hubo una socialización a las personas del sector. Según el funcionario, todos estuvieron enterados.
María del Rosario Escobar, directora del Museo de Antioquia, mostró nostalgia ante esta determinación: “Es una fachada muy importante, nosotros también nos sentimos muy tristes porque pues ya no tendremos la fachada como la ha visto la ciudad sobre todo en los últimos 20 años”.
Escobar señaló que desde la Secretaría de Ambiente manifestaron que era un proceso que tenía que ser rápido e inminente porque las palmeras ya habían cumplido su ciclo de vida, incluso había una que amenazaba con desplomarse en cualquier momento.
Ante la importancia de estas palmeras hay planes de una resiembra pronto, por ahora sigue el proceso de destoconado, que es sacar la raíz que queda.
“Está el compromiso claro de resembrarlas y también mirar con la secretaría y el Jardín Botánico qué plan podemos hacer de recuperación de jardines en la plaza, ya que están con grandes necesidades. Vamos a tener unas palmeras nuevas, espero yo muy pronto, igual de bonitas, que nos vamos a comprometer todos a cuidarlas”, concluyó Escobar.
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Y es que el cuidado de los árboles le compete a todos los ciudadanos. Jaramillo Ruiz aseguró que desde la secretaría piensan una estrategia para generar conciencia. “Los están orinando en cantidades alarmantes”, dijo el funcionario que dio a conocer una alerta por los árboles de la 70 “que se están muriendo”.
De acuerdo con el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, en la Plaza Botero y sus alrededores (museo, plazoleta, circunscritos en esa cuadra) hay aproximadamente 200 árboles registrados, entre ellos 66 palmeras y algunos de estos han sido talados por generar riesgo tal como sucede con estas palmeras.
La entidad aclaró que toda autorización de tala emitida conlleva una obligación de reposición, con el fin de no perder especies, sino por el contrario, mantener el numero y, por qué no, incrementarlo.
“Medellín es una ciudad que tiene un balance de naturaleza. Supongo que las quitan, pero al mismo tiempo plantarán en algún otro lugar, yo me imagino porque lo he visto hasta en centros comerciales”, opinó Ismael, un turista mexicano, atraído a la capital antioqueña por las esculturas del maestro Fernando Botero, el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, y otros sitios turísticos del centro.
Por lo pronto, un paisaje con dos palmeras menos es el que se avista en la distintiva fachada del querido Museo de Antioquia.
