Medellín está sumida en una crisis de ruido. De acuerdo con los datos del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, de los 626 barrios que tiene el distrito y los otros nueve municipios que hacen parte de la región metropolitana, solamente 74 cumplen con los indicadores de contaminación acústica; es decir, que el 88 % de la ciudad tiene problemas de ruido.
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Aunque la problemática tiene sus raíces en variables que van desde la falta de cultura ciudadana, un marco normativo de desde hace más de una década y media no se actualiza y una reducida capacidad operativa de las autoridades locales, todas ellas que demandan acciones de fondo de múltiples entes, desde el nivel distrital la Secretaría de Medio Ambiente de Medellín lanzó un nuevo modelo de gestión integral de ruido que contempla tareas a varios frentes.
Según explicó la secretaria de Medio Ambiente, Ana Ligia Mora, dentro de los temas que se buscan impactar está la movilidad sostenible, el ordenamiento territorial, la cultura ciudadana, entre otros.
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“La gestión responsable asociada a la contaminación acústica, depende de todos nosotros. Estamos con el sector industrial, bares y restaurantes, en general con todos los ciudadanos, porque Medellín tiene que ser una ciudad donde todos podemos estar de una manera tranquila”, dijo la funcionaria.
Dentro de las tareas concretas contempladas se destaca el acompañamiento a cerca de 300 establecimientos nocturnos para implementar buenas prácticas de disminución de niveles sonoros, así como fortalecer los estudios de monitoreo en toda la ciudad.
De igual forma, esa dependencia señaló que emprenderá una estrategia para promover la migración a medios de transporte con niveles de ruido menores, actividades para educar a la ciudadanía en general y la formulación de criterios técnicos en materia de ordenamiento territorial para mitigar el problema.
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A nivel operativo, Medio Ambiente anunció también la creación de un equipo de gestión del ruido liderado por esa dependencia, que permita articular a otras secretarías que también intervienen en el tema y efectuar acciones más ágiles.
Además de aquel índice de Contaminación Acústica Percápita, en el que se calculó que el 88% de los barrios del Aburrá sufren de esta problemática, otros indicadores también ilustran la urgencia de atender el problema.
Por ejemplo, de acuerdo con la más reciente Encuesta de Percepción Ciudadana publicada por el programa Medellín Cómo Vamos en 2023, el 54 % de los ciudadanos se mostraba insatisfecho con los niveles de ruido en la ciudad.
De igual forma, según la Secretaría de Seguridad, durante el primer semestre de este año (entre 1 de enero y el 21 de julio), las autoridades habían recibido por lo menos 83.712 llamadas de ciudadanos denunciando a vecinos transgrediendo los volúmenes permitidos; un consolidado que equivale a un promedio de 412 llamadas por día.
A nivel nacional, cursan otras iniciativas como la promulgación de una ley contra el ruido en la que se subsanen varios vacíos que tiene la Resolución 627 de 2006 del Ministerio de Ambiente (aún la principal norma) y se extremen los controles.
