Antes de renunciar a su cargo, Daniel Quintero hizo gastar más de 1.000 millones de pesos en publicidad para la campaña política de sus candidatos que salieron derrotados en las pasadas elecciones regionales.
Más de 200.000 ejemplares de “El Poder de la Verdad”, el panfleto que el exalcalde Daniel Quintero mandó a imprimir antes de renunciar a su cargo para hacer propaganda política, están arrumados deteriorándose en los sótanos de La Alpujarra.
La denuncia la hizo el exsecretario de Juventudes y ahora concejal electo de Medellín por el partido Creemos, Alejandro de Bedout.
En una visita en la que será su nueva oficina, de Bedout bajó al sótano de la Alcaldía a saludar a algunos conductores que conoció desde que hizo parte del gabinete de Federico Gutiérrez entre 2016 y 2019. Allí se dio cuenta de que el acopio de los conductores estaba convertido prácticamente en una bodega para almacenar decenas de miles de ejemplares de “El Poder de la Verdad” porque, al parecer, los contratistas de la alcaldía se han negado a repartirlos.
En la recta final de las elecciones del pasado 29 de octubre, fueron varias las denuncias de contratistas de diversas secretarías (Juventud, Participación Ciudadana, Inclusión Social) que aseguraban estar siendo presionados para abandonar sus puestos de trabajo y salir a hacer campaña a las calles con el periódico para favorecer la candidatura de Juan Carlos Upegui, que al final solo alcanzó el 10,1% de los votos.
Para saber más lea: Alcaldía obliga a sus funcionarios a repartir el “Poder de la verdad”
Sin embargo, no todos los profesionales a los que les pidieron salir a repartir periódicos cedieron a las presiones y cientos de miles de estos se quedaron sin entregar.
Horas antes de que se hiciera público que dejaba su oficina en La Alpujarra, Daniel Quintero salió a repartir su periódico como una supuesta rendición de cuentas. Sin embargo, sus apariciones de campaña durante octubre no le alcanzaron para repartir el millón de periódicos que hizo imprimir con plata de los medellinenses y ahora estos se deshacen en los sótanos de la Alcaldía.
