Cyan Eventos y Logística, la empresa que se convirtió en una de las mimadas por parte de la alcaldía de Daniel Quintero y que recibió contratos por más de $50.000 millones, pretendía acogerse a ley de insolvencia pero la Superintendencia la paró en seco.
La Superintendencia de Industria y Comercio negó la solicitud de acogimiento a la ley de insolvencia, según trascendió, por falta de requisitos. En el auto de la Superintendencia de Sociedades firmado por la intendente Regional, Juliana Ochoa González, quedó constancia que la empresa no entregó información suficiente de sus actividades durante los últimos tres años.
La mega contratista de la administración Quintero había hecho la solicitud formal ante la Super desde el pasado 31 de marzo. No obstante, tras varios plazos otorgados, no logró entregar la información que le pedía la entidad para arrancar con el proceso de insolvencia que le facilitara entrar en cesación de pagos y obligaciones vencidas a más de 90 días, una cartera que supera los $8.600 millones.
Entre la información que la Super le pidió con insistencia y Cyan no entregó están los estados financieros comparativos de los últimos tres años. La Superintendencia llamó la atención en que la empresa de eventos y entretenimiento solo se limitó a entregar “un comparativo de saldos año con año, sin revelar información completa y detallada de lo que ocurrió en la compañía durante el periodo”.
Tampoco entregaron los copias de los documentos que soportaran las cuentas por cobrar a empleados. El propio representante legal de la firma, Mauricio Jaramillo Botero, reconoció en la solicitud que la reducción de ventas de sus servicios tuvo que ver con que su principal fuente de ingresos es la contratación con entidades del Distrito y el departamento, pero que “con el cambio de administraciones estos han generado nuevas políticas y nuevos procedimientos en los procesos de contratación directa lo que ha llevado a un proceso de amoldamiento a esas nuevas políticas”. Cabe recordar que Cyan también fue contratista durante la primera alcaldía de Federico Gutiérrez, entre 2016 y 2019, tiempo en el cual firmó contratos por $14.500 millones, nada comparable con el apogeo que tuvo con la alcaldía siguiente.
Cyan tuvo contratos por más de $50.000 millones durante la administración de Quintero y ahora está metida hasta el cuello en varios escándalos por presunta corrupción. En enero de este año, ante una juez de control de garantías fueron imputados el ex gerente de Metroparques, Jorge Enrique Liévano Ospina, y el representante legal de la empresa Cyan Eventos, Mauricio Jaramillo Botero.
El primero, por los delitos de asociación para cometer delitos en contra de la administración pública, contrato sin cumplimiento de requisitos legales, interés indebido en la celebración de contratos y peculado por apropiación. El segundo, por los delitos de asociación para la comisión de delitos contra la administración pública, celebración de contrato sin cumplimiento de los requisitos legales y peculado por apropiación.
Según la Fiscalía, los delitos se presentaron en la celebración de un contrato interadministrativo por $21.826 millones suscrito entre el Inder y Metroparques para ejecutar los recursos de presupuesto participativo.
Luego, para cumplir con el contrato, Metroparques contrató a la empresa Cyan Eventos por un valor de $19.850 millones. Es decir, que se perdieron más de $1.600 millones, el 8% del valor del contrato, que fue lo que cobró Metroparques solo por hacer una invitación privada a tres empresas, entre las cuales terminó escogiendo a una que consintió durante todo el último cuatrienio.
En mayo, por este mismo caso, fue imputada María Eugenia Domínguez, ex gerente de Metroparques y quien también fue jefe de compras de dicha entidad, por presuntamente haber direccionado contratos entre 2020 y 2021 para favorecer al contratista Cyan Eventos Logísticos.
Según la Fiscalía, mientras estuvo a cargo de la jefatura de compras, Domínguez direccionó el contrato en favor de Cyan, desestimando posteriormente el proceso de verificación y control como gerente de Metroparques.
Cyan también está involucrado con la polémica carpa de eventos del Juan Pablo II, que tiene todo tipo de enredos legales y administrativos.