Casos como este no son tan comunes en nuestro medio, en el que nos acostumbramos a que las mujeres tuvieran un papel secundario en la violencia. Resulta que acaba de ser condenada una mujer por actos sicariales.
Un juez de conocimiento sentenció a 25 años de cárcel a Diana Isabel Suárez Amaya, a quien encontró responsable por el homicidio de un hombre y el intento de asesinato de una mujer.
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De acuerdo con el expediente, el 23 de enero del año pasado en horas de la tarde, fue ella quien iba como parrillera en una moto y disparó contra esas dos personas ocasionando el daño ya descrito.
Luego de cumplir con su cometido, el conductor y la gatillera abandonaron el vehículo en un parqueadero cercano y abordaron un carro con el fin de despistar a las autoridades. Sin embargo, el plan no les surtió efecto, porque fueron detectados e interceptados cuando se movilizaban por el municipio de Itagüí.
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La Policía encontró en su poder un revólver con seis cartuchos, de los cuales tres ya habían sido percutidos.
Los delitos por los que Suárez Amaya tendrá que purgar cárcel son homicidio agravado, tentativa de homicidio agravado y porte ilegal de arma de fuego de defensa personal.
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Por el mismo episodio ya había sido condenado a 18 años de prisión el conductor de la moto, Víctor Alejandro Parra Carmonia, luego de llegar a un preacuerdo con la Fiscalía.
Casos en el que una mujer actúa como sujeto productor de violencia armada no son tan significativos en las estadísticas, las cuales registran un marcado protagonismo de los hombres en episodios de este tipo.
