El sentir que tendría el control de una parte de Belén Rincón, sumado al manejo de armas y microtráfico, estarían llevando a que alias Milton, señalado cabecilla de la banda Los Joaquinillos, esté generando caos en cuatro barrios de Belén y el corregimiento Altavista, en el occidente de Medellín, a tal punto que desde el pasado domingo, según las denuncias, estos sectores deben permanecer a la penumbra a partir de las 7:00 de la noche, sin acceso a transporte y con los comercios cerrados.
Así lo señalaron algunos líderes del sector, quienes aseguraron que Milton estaría haciendo caso omiso a las directrices emitidas desde la mesa de la paz urbana de la cárcel de Itagüí, asegurando que ya tendría el suficiente poder para independizarse y dejar de escuchar órdenes de los legendarios cabecillas que por décadas manejaron el poder en esta parte de Medellín.
“Cuentan que alias Milton tiene suficiente armamento y dice que no está dispuesto a escuchar más las órdenes de otros, por lo que se estaría independizando y generando zozobra en el sector desde finales del año pasado. Han intentado mediar para que los ánimos no se caldeen y hasta el momento no hay una confrontación armada, pero sí la tensión que ha llevado a los cierres”, explicó un líder comunitario del sector.
La mediación viene desde la mesa de la paz urbana puesta por el Gobierno Nacional y un presunto cabecilla, conocido como alias Joa, quien viene intentando mediar para evitar que se presente una confrontación armada en el territorio. Este hombre, por sus vínculos con este grupo, se encuentra capturado desde 2020 por dos casos de secuestro extorsivo y por concierto para delinquir, luego de que se le señalara de un caso de secuestro al administrador de un parqueadero, por el cual cobraron 30 millones de pesos para su liberación.
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A todo esto se le suma que dentro de Los Joaquinillos tambíen habría una división interna, puesto que en medio de esta tensión estarían intentando dejar como cabecilla de esta estructura a alias Pipesito, en gran parte, al conocer las supuestas intenciones de alias Milton de buscar crear su propia estructura disidente de la que actualmente integraría.
El transporte, solo hasta cierto punto
Ante toda esta situación, los habitantes de los sectores Los Joaquinillos, Las Mulas y El Ñeque, en Belén Rincón, además de la vereda El Manzanillo, del corregimiento Altavista, ven como a las 7:00 de la noche comienza el toque de queda por parte de los criminales, luego de las intimidaciones que comenzaron el pasado fin de semana.
Según relataron habitantes de la zona, los chiveros, taxis y hasta rutas alimentadoras del metro están llegando, principalmente en las noches, hasta el sector La Capilla, y los negocios de los cuatro sectores mencionados tienen prohibido abrir después de las 7:00 de la noche, por lo que están obligados a hacer todas sus diligencias antes de esa hora.
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Todas estas versiones, contradichas por el secretario de Seguridad de Medellín, Manuel Villa Mejía, quien señaló que no había toque de queda en ninguno de los territorios mencionados en la denuncia de la comunidad. Sin embargo, en las últimas horas se anunció el incrementó del pie de fuerza en estos sectores con Policía y Ejército.
“Hemos reforzado la presencia policial en el territorio y los planes de control para tranquilidad de la ciudadanía y garantizar que se mantenga la seguridad de la población, pero por sobre todo, para dejarle claro también a las estructuras que independientemente de si tienen conflictos internos o no, vamos detrás de ellas hasta que entiendan que aquí no toleramos a los criminales y que a la gente la tienen que dejar vivir tranquila”, sostuvo el funcionario.
Pero ante la negativa de lo sucedido por parte del secretario, sumado al incremento de pie de fuerza de las autoridades, uno de los vecinos del sector solo se aventuró a decir, “si es tan falso lo que estamos diciendo, por qué nos llenaron esto de policías y militares”. A esto, respondió el funcionario: “lo hacemos para tranquilidad de la ciudadanía y garantizar que se mantenga la seguridad de la población, pero por sobre todo, para dejarle claro también a las estructuras que, independientemente de si tienen conflictos internos o no, vamos detrás de ellas”.
Los residentes de estos cuatro sectores esperan que la mediación de las autoridades evite que se inicie una confrontación que comience a dejar víctimas en esta parte de Belén Rincón, barrio que solo contabilizó un asesinato en 2024, según el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (Sisc). En la vereda El Manzanillo no presentaron homicidios.
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