El hermetismo que ha guardado la Alcaldía de Medellín sobre los motivos del remezón que se dio hace una semana en la Secretaría de Innovación Digital, con la salida de varios funcionarios, entre ellos el propio secretario, Diego Mauricio Jiménez, no tiene parangón.
Tras la petición de renuncia del alto directivo y del subsecretario Juan Esteban Gómez, el propio alcalde, Federico Gutiérrez, dio una explicación algo extraña en el sentido de que les había solicitado la dimisión y luego se las había aceptado inmediatamente dando a entender que hubo una pérdida de confianza.
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“Cuando yo recibo algunas informaciones que no concuerdan con las instrucciones que he dado frente a cómo se debe manejar la ciudad, cómo se debe manejar la información en un área tan importante como estas, tengo que proceder y aquí nosotros no vamos a tener tolerancia con esas cosas”, dijo.
Luego añadió que “la información del Distrito tiene que estar bien protegida; la información y la seguridad informática del Distrito tienen que estar en buen recaudo”, dejando en el aire antes de irse a Singapur para participar en el World Cities Summit la pregunta por cuáles eran los motivos tan poderosos como para separar de tajo del gabinete a dos personas que habían estado con él desde la campaña para llegar a La Alpujarra y con hojas de vida de alto vuelo.
Curiosamente la agenda del mandatario en esas tierras lejanas tenía que ver con innovación, ciencia y tecnología, todos temas que eran del resorte de Jiménez y Gómez.
Al indagar con otras fuentes, este medio halló dos versiones que podrían ser complementarias. Una de ellas, que compagina con lo expresado por Gutiérrez, incluye fuga de información. No hay que olvidar por ejemplo el trino de mediados de mayo en la cuenta Zurdos de Corazón —la de los aliados del exalcalde— donde denuncian la compra de unos iPhones con supuestos sobrecostos en la administración de Gutiérrez, justo unos días después de que el mandatario había anunciado que como medida de austeridad el gabinete no tendrían teléfonos móviles pagados del erario. Y la fuente fue más allá al indicar que el alcalde Gutiérrez estaría temiendo que no solo hubiera sido un asunto de correveidiles sino que estarían borrando datos para ocultar presuntos hechos corruptos de la administración precedente.
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Desde la contienda electoral, Gutiérrez ha sido reiterativo en la pregunta de para dónde se fue la plata de Medellín en el anterior cuatrienio y en marzo pasado presentó los 501 hallazgos de “presuntas irregularidades o hechos de corrupción” entre los años 2020 y 2023, advirtiendo que ya les pasó a los órganos de control los respectivos documentos que lo prueban. Después de eso fue notorio el esfuerzo de alfiles de Quintero para acceder a esa información. Incluso el senador Álex Flórez interpuso una tutela, que perdió.
Otra fuente dio una segunda versión, no excluyente de la primera y, al contrario, podría ser complementaria. Esta indica que habría un intento dentro de Innovación Digital para posicionar una empresa con el fin de captar contratación a futuro.
Este diario investigó y halló un detalle que puede ser relevante. Resulta que el pasado 21 de mayo el Distrito expidió una resolución adjudicando un contrato por $576 millones para suministro de “licencias, soporte y actualización del software VMWARE a una firma de tecnología, mediante un proceso de selección abreviada en la modalidad de subasta inversa. Pero al parecer había alguna duda en el Distrito acerca de alguna inhabilidad, pues dentro del proceso colgado en la plataforma estatal Secop hay una petición para que esa empresa certifique su composición accionaria entre el 11 de abril y el 21 de mayo de 2024.
Dicha empresa figura con once contratos por más de $1.700 millones con la administración Quintero, pasando por dependencias con prácticas cuestionadas como la secretaría de Suministros, Telemedellín, el Área Metropolitana y el Pascual Bravo. Pero también tuvo cuantiosas facturaciones con EPM ($2.328 millones).Y, coincidencia o no, resulta que el subsecretario Gómez estuvo vinculado durante seis años y siete meses con esa firma cuyo nombre no mencionamos debido a que no fue posible contactarla para conocer su versión. En ese tiempo fue gerente de servicios y gerente comercial hasta junio de 2023. En julio de ese mismo año se incorporó a la campaña de Gutiérrez junto con Jiménez como apoyos en el área de sistemas, según corroboró una fuente ligada con esa empresa política.
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Ambos se conocían porque estudiaron por la misma época en la misma universidad –Eafit– (Jiménez, Administración de Negocios y Gómez, Ingeniería de Sistemas). Otra fuente del ecosistema tecnológico indicó que Jiménez no venía de militancias políticas previas y en cambio sí traía un aura de “niño genio” por su paso en las grandes ligas mundiales del software. Según su hoja de vida, es magíster en ciencias espaciales y trabajó en multinacionales de estrategia como Fruta, Nobloq, Designit, Cimarron Capital, Ideatech-startup y el Nasa Ames Research Center.
Con ellos también salieron dos funcionarias de libre nombramiento y remoción: una asesora del despacho y una profesional que administraba la plataforma SAP en la que se consigna la información administrativa, financiera y contractual. Estas últimas, al parecer, venían de la administración pasada y la última de ellas tendría mucha afinidad con el estilo de gobierno de Quintero.
Por ahora no resulta claro si esa “pérdida de confianza” del Alcalde en Jiménez y su subalterno inmediato, que lo llevó a pedirles que se apartaran de la administración, se produjo por acción, por omisión o porque asumieran una responsabilidad política.
Este medio trató de responder a esa pregunta y fuentes oficiales del Distrito contestaron que no se pronunciarían por lo pronto porque “nos encontramos haciendo corroboración de la información, pero el alcalde tomó la decisión de manera preventiva ante la falta de confianza con esas personas”.
También buscamos a los altos funcionarios obligados a dimitir; de uno no pudimos conseguir el contacto y el otro no respondió al mensaje que le pusimos. El tema tiene visos de película de misterio en la Alcaldía. Existe la versión de que el alcalde reunió al gabinete en su momento para comunicarle sus argumentos y les exigió confidencialidad. Además, en Innovación Digital habrían restringido la salida de varios computadores y el acceso a parte de la información.
