Sebastián Murillo Echeverry, alias Lindolfo, uno de los máximos cabecillas de “La Oficina”, habló este martes 14 de mayo desde la cárcel de máxima seguridad en Itagüí desde donde le pidió al alcalde Federico Gutiérrez que se siente a dialogar con el grupo criminal que adelanta conversaciones con el Gobierno Nacional.
En entrevista con W Radio, “Lindolfo” manifestó que la estructura criminal está completamente comprometida con el proceso de la llamada paz urbana que adelanta con el Gobierno Petro y que si las conversaciones finalizan con acuerdos de paz, tal como asegura es su interés, esto podría representar una reducción del 90% de la criminalidad en Medellín cometida por bandas delincuenciales. Por eso le reiteró el llamado al alcalde Gutiérrez que se sume como parte de las conversaciones.
“Nosotros lo quisiéramos ver como una persona que se quisiera acercar al proceso, que nos escuche, que nosotros aquí no tenemos nada que esconder, que inclusive quisiéramos tener una conversación transparente, queremos invitarlo a que él mire de cerca el proceso; estamos comprometidos de corazón”, manifestó Murillo Echeverry, condenado a 18 años de cárcel en septiembre de 2018 por los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir agravado, porte ilegal de armas de fuego y ocultamiento y destrucción de prueba.
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“Lindolfo” aseguró que uno de esos puntos que debaten actualmente con el Gobierno Nacional es el relacionado con la verdad de los hechos ocurridos en medio de la actividad del crimen organizado en Medellín, pero dijo que no se trataría de un acuerdo para delatar cómplices, aliados, y asociados, sino un proceso de “conciencia y reflexión”, además aseguró que gran parte de esa verdad ya está dicha.
“Yo creo que una gran parte de la verdad sobre eso está dicha, inclusive creemos que gracias a eso tenemos tantos enemigos de la paz, y que son personas que son de mucho poder y en su momento necesitaron favores de las estructuras y le temen a que llegue ese punto de la delación. Este no es un proceso de delación, creemos que llegó un momento de conciencia y reflexión” reiteró.
También aseguró que, en lo que a los jefes criminales concierne, a las estructuras criminales del Valle de Aburrá los cobija un estatus político por el control social que han ejercido en los territorios. Y de paso aprovechó para mandarle un vainazo al comisionado de Paz, Otty Patiño, de quien dijo ha estado “un poco distante” de la mesa de paz urbana desde que se posesionó.
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Por ahora no se ha conocido respuesta del alcalde Gutiérrez al llamado del cabecilla de “La Oficina”. No obstante, en reiteradas ocasiones el mandatario de Medellín ha asegurado que no tiene nada que dialogar con las bandas en dicha mesa y que si realmente tienen interés en dejar de delinquir lo que espera es un desmantelamiento de las estructuras, conformadas en gran medida por jóvenes, para incluirlos en programas de resocialización por parte de la Alcaldía.