Cinco mujeres colombianas, que se encontraban en el poder de la red de trata de personas de Cristóbal Paulino Fernández Viamonte, fueron rescatadas en las últimas horas en territorio mexicano, en medio de los operativos contra la red transnacional que lideraría este cubano-mexicano, a quien capturaron en los últimos días en Medellín.
Así lo afirmó el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, quien dijo que en total rescataron a ocho mujeres de distintas nacionalidades, además de que hay en total 15 mujeres que ya están entregando información a las autoridades para desarticular esta estructura criminal, que en Medellín tenía como su base central cuatro discotecas del Parque Lleras, en el barrio El Poblado, de Medellín.
“Las autoridades mexicanas están en ese proceso, pero también ya hay 15 víctimas de esta red de trata de personas que están colaborando con las autoridades tanto en México como en Colombia”, expresó el mandatario.
La captura de Fernández Viamonte, conocido como El Mexicano, se produjo en su residencia campestre, en el barrio El Poblado, luego de tres meses de investigaciones articuladas entre las autoridades colombianas y mexicanas para dar con la red que en Colombia captaría mujeres en Medellín, Bogotá y Cali para trasladarlas a las ciudades mexicanas de Cancún, Quintana Roo, y de Mérida, Yucatán, para hacerlas trabajar en establecimientos nocturnos.
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“Es un horror lo que hacen con tantas mujeres en el mundo entero a través de las redes de trata de personas. Cuando empezamos el gobierno anunciamos una lucha dura en contra de esas organizaciones criminales. Estamos luchando con un delito que es transnacional y que tiene muchos tentáculos en varios países”, manifestó el alcalde de Medellín.
En medio de las investigaciones se estableció que Fernández Viamonte tenía, además de los cuatro establecimientos en el Parque Lleras, otros cuatro negocios en Cancún y Mérida, con los mismos nombres que los de Medellín, lo que permitió facilitar el enlace entre los establecimientos y la red criminal que coordinaría.
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Tan lejos llegaron las investigaciones que en Mérida las autoridades capturaron a quien sería uno de los enlaces clave de esta organización, Soledad Alejandri Peña, a quien conocerían en el mundo criminal como Capitán, y quien se encargaría de coordinar el movimiento de las víctimas dentro del territorio mexicano.
De acuerdo con las denuncias de las víctimas, esta red criminal enlazarían a sus víctimas con promesas de ofrecerles trabajo bien remunerados en México, facilitándoles los tiquetes y cartas de invitación para evitar las duras restricciones de las autoridades migratorias de los Estados Unidos Mexicanos.
Sin embargo, cuando llegaban al sitio de trabajo en México, se encontraban con la sorpresa de que les quitaban sus documentos, incluido el pasaporte, además de hacerles cobros por pasajes, mantenimiento, alimentación y demás que podrían llegar a sumar hasta casi 40 millones de pesos colombianos, montos que solo podrían pagar las víctimas accediendo a la explotación sexual de esta red, de acuerdo con la denuncia de las víctimas.
