Se suelen identificar por sus llamativos colores: su pico rojo con amarillo y sus patas y dedos largos. Aunque en su edad adulta tienen un pelaje entre azul y púrpura, cuando son jóvenes tienen un tono más oscuro entre café y verde.
Estas aves realizan dos tipos de migraciones cada año: las migraciones boreales, que van del hemisferio norte al trópico; y las migraciones australes, del hemisferio sur al trópico. La polla azul llega al Valle de Aburrá en sus migraciones boreales y también se mueve localmente por diversas regiones de Colombia.
Entérese: Colombiano entregó voluntariamente una pitón de Birmania, una de las serpientes más grandes del mundo, que tenía en cautiverio
En el Valle de Aburrá, esta ave busca ecosistemas propicios como lagos, humedales, pastizales, parques y jardines. La mayoría de los casos atendidos por los profesionales del Cavr han sido por emergencias con individuos evidentemente desgastados por su migración; otros con diferentes traumas, especialmente en sus patas por choques contra estructuras como muros y ventanas, incluso atropellamientos en las vías.
También se han registrado ataques de mascotas cuando las pollas azules se encuentran heridas o vulnerables en zonas verdes urbanas. Los municipios donde más se ha visto esta especie son Bello, Envigado, Itagüí y Medellín.
“Esta es una especie que viene desde el hemisferio norte y que en su migración ha encontrado en el área metropolitana condiciones de hábitat y alimento en esta jurisdicción, y así cumplir funciones biológicas y ecológicas”, informó Andrés Gómez Higital, el supervisor del Cavr del Área Metropolitana.
Esta ave es silenciosa y de comportamiento agresivo cuando está en periodo de anidamiento o al cuidado de sus crías. Sus hábitos son principalmente nocturnos; sin embargo, es posible observarla en horas de la mañana en diferentes ecosistemas de la ciudad.
Desde el Área Metropolitana invitan a la ciudadanía a hacer el reporte de avistamiento de pollas azules en estado de vulnerabilidad o con heridas a la línea de emergencias de fauna silvestre 3046300090.
“Recordemos que cada animal silvestre cumple funciones biológicas y ecológicas en el ecosistema y nosotros podemos disfrutar de esos servicios ecosistémicos y vivir en un territorio sostenible y habitable”, añadió Gómez Higita.
Además de llamar a las autoridades competentes, los expertos han hecho algunas recomendaciones para atenderlas y brindarles unos primeros auxilios en casa: de ser posible, se sugiere poner al animal al interior de una caja de cartón libre de residuos y olores, y hacerle varios orificios para que circule el aire.
Asimismo, puede darles agua e incluso diluir algunos alimentos como zanahoria, lechuga, espinaca o tomate en el mismo líquido. Finalmente, si el ave se encuentra cerca a mascotas o sobre una vía pública, hay que alejarlo del riesgo. No obstante, en caso de que el ave se encuentre herida, los expertos recomiendan no darles ni aplicarles ningún medicamento sino llamar de inmediato a las autoridades ambientales.
Si se compara con otras grandes ciudades de Colombia como Bogotá o Cali, en Medellín no era tan común anteriormente encontrar tantas tinguas en su recorrido migratorio, sin embargo, en comparación con el año pasado, el Área Metropolitana ha recibido un 40% más de reportes de esta especie, lo que demuestra no solo que hay más pollas azules pasando por Medellín sino que hay mayor conciencia ciudadana sobre el cuidado y la protección de los animales silvestres.
La tingua azul es una especie que contribuye a la dispersión de semillas y al control poblacional de invertebrados pequeños.
El Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de fauna silvestre del Área Metropolitana es un proyecto que se desarrolla en convenio con la Universidad CES.
Tan solo en el primer semestre de este año, 757 animales silvestres han regresado a su hábitat natural tras ser rehabilitados y liberados por el Cavr. Entre los animales más comunes en ser atendidos y rehabilitados están las babillas, tortugas, hicoteas, boas, zarigüeyas, ardillas y otras especies de aves como azulejos, guacharacas, verdulejos, sinsontes, currucutúes, mayos, cernícalos, gavilanes, turpiales, barranqueros, búhos rayados y gallinazos.