El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, destapó este lunes un testimonio inédito en el que un ciudadano denunció haber presenciado cómo la gerencia de Afinia, la filial de EPM en la costa Caribe Colombiana, habría sido presuntamente usada para montar un entramado corrupto que habría desangrado sus arcas.
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Aunque por ahora dicho testimonio está en poder de la Fiscalía, que deberá profundizar en el caso, varios de los detalles de dicho testimonio han arrojado un manto de duda sobre múltiples políticos y exfuncionarios, en lo que sería uno de los casos de presunta corrupción más graves en la historia reciente del Grupo EPM.
En una rueda de prensa realizada durante la mañana de este lunes, Gutiérrez reveló algunos detalles generales del testimonio que llegó a las manos del gobierno distrital, según el cual todo habría comenzado en un restaurante ubicado en el sector de El Poblado.
En aquel lugar, ubicado en la Avenida Las Palmas con la Transversal Inferior, se habrían sentado políticos acompañados por una pareja de empresarios venezolanos, un exsecretario de la Alcaldía y hasta un empresario salpicado en el caso del carrusel de la contratación de Bogotá.
Pese a que el nombre de todos los participantes no fue revelado, este diario pudo conocer que, de acuerdo con lo expresado por el testigo, la figura política que estaría a la sombra de esa negociación se trataría del excongresista antioqueño William Ortega, quien por su parte niega esos señalamientos.
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Junto a Ortega, según esa versión, también habrían participado presuntamente de esas conversiones dos empresarios conocidos como Juan Biord Pereda y Eduardo Rodríguez Hernández, más conocido como “Lalo”; estos dos últimos ya mencionados como miembros de una presunta junta de empresarios que habría arribado a la capital antioqueña para replicar un modus operandi que ya había ocurrido en el cartel de la contratación de Bogotá.
Otros dos nombres que salieron mencionados en ese testimonio se trataría del exsecretario de Gobierno, Esteban Restrepo –hoy también cuestionado por presuntamente ser uno de los políticos que hacía loby en la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo-, y el polémico empresario Emilio Tapia, quien continúa recluido en una cárcel.
En aquella reunión, dicho testigo aseveró que se habrían discutido desde mecanismos para direccionar contratos hasta el cobro de coimas a los que fueran firmados.
“Un ciudadano que fue testigo del posible entramado de corrupción que afectó a Afinia me manifestó en días pasados ‘la gerencia y negocios de Afinia fueron vendidos de manera ilegal por Daniel Quintero a un excongresista cuestionado por un valor de 8 millones de dólares’”, dijo Gutiérrez.
Además de esa reunión inicial, el alcalde señaló que la información apuntaba que también se habrían realizado reuniones en clubes de Medellín y de Barranquilla, en los que, al parecer, se habrían planificado esos movimientos, que presuntamente habrían sido llevados a la práctica por el exgerente de Afinia Javier Lastra y con el visto bueno del exgerente general Jorge Andrés Carrillo, quien habría dado su beneplácito para la salida del a exgerente Blanca Liliana Ruiz y la llegada de Lastra.
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“¿Por qué si Afinia para 2021 venía mejorando indicadores y calidad del servicio, bajo qué criterios cambiaron a una mujer gerente profesional de EPM y con gran trayectoria técnica para nombrar a otro? Pues vamos encontrando la respuesta. El criterio técnico, al parecer, fueron 8 millones de dólares”, dijo Gutiérrez este lunes.
Al ser interrogados sobre este tema, cabe recordar que tanto Lastra como el excongresista Ortega, aseguraron no haber participado en una operación de este tipo, señalando desconocer las informaciones reveladas por Gutiérrez, que ya fueron entregadas oficialmente a la Fiscalía desde el pasado 2 de mayo.
“Federico Gutiérrez me enloda con base en versiones de un misterioso testigo quien afirma que presentó una denuncia hace un año y medio en la Fiscalía. Nadie condicionó mi nombramiento en Afinia y mi gestión se desarrolló con base en buenas prácticas”, se defendió Lastra en un trino publicado en Twitter, que remitió a EL COLOMBIANO tras ser consultado para una entrevista a la que no respondió.
En un tono muy diferente, el excongresista William Ortega sí aseguró haber participado entre 2021 y 2022 en una reunión realizada en el Club Unión en la que se habría visto con Lastra, pero señaló que no tendría incidencia política alguna en Afinia.
“Hace como dos años un amigo empresario de acá de Medellín me dijo que si le aceptaba un almuercito. Yo le dije que no tenía ningún problema y nos fuimos a almorzar al Club Unión. A esa reunión llegó un señor, Gustavo Pérez, un narcotraficante reconocido, que fue extraditado con el esposo de Elsa Noguera. Yo ni sabía quien era, sino que el amigo me invitó a almorzar allí lo llevó”, expresó Ortega.
“[en la reunión] me dijo que por qué no le ayudaba al nombramiento de un amigo de él, ni siquiera me lo presentaron. Allí había otro señor que tampoco conocía, que era Javier Lastra. El hombre incluso me mandó ofrecer una plata a mí y le dije que no tenía que ver absolutamente nada, que no voté por Daniel Quintero, que no soy del equipo de él”, agregó el excongresista
Por su parte, el exalcalde Gutiérrez instó a la Fiscalía a que investigue en profundidad el testimonio que llegó a la Alcaldía y señaló no ver lógico que, en caso de que no hubiera ocurrido una operación de este tipo, los millonarios recursos que viene invirtiendo EPM en su filial desde 2021, que ya superarían los $2 billones, todavía no se traduzcan en rendimientos y, por el contrario, sigan produciendo pérdidas.
“La grave situación financiera que atraviesa Afinia se explica con la revisión de los indicadores durante la administración anterior, en los cuales se evidencia millonarias inversiones realizadas por la compañía, lo cual no se compadece con las utilidades que debió recibir, sino que por el contrario aumentó la pérdida, cobrando certeza a lo dicho por el testigo, pues solamente se explica esta situación financiera con sobrecostos”, añadió Gutiérrez.
