Hace unos días, el 25 de abril, el Juzgado 28 Administrativo del Circuito de Medellín decretó una medida cautelar de urgencia con la que suspendió la realización de eventos públicos y privados dentro de la polémica megacarpa ubicada en el aeroparque Juan Pablo II, conocida como Hangar Park y que está en medio de un proceso jurídico por cuenta de una acción popular que presentó una veeduría en representación de la comunidad de Belén Las Playas, descontenta con el sitio, porque dicen que dañó la tranquilidad por el alto ruido y aseguran que hasta les quitó espacio público.
En el texto de la decisión consta que dicha suspensión va hasta que Cyan Eventos y Logística S.A.S., la sociedad que tiene el lugar en arriendo tras firmar contrato con Metroparques en la alcaldía de Daniel Quintero —para usufructuar el espacio desde el 1 de mayo de 2023 hasta el 30 de agosto de 2026— “cumpla con los requisitos técnicos exigidos por la autoridad competente para su funcionamiento y se emita el concepto favorable para ello”.
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Ahora bien, el 14 de marzo pasado, el mismo juzgado ordenó una medida de urgencia —por un error inicialmente la catalogaron como medida cautelar— con la que ordenó al Distrito de Medellín, ahora bajo el liderazgo del equipo de Federico Gutiérrez, realizar una visita de inspección al lugar para verificar y certificar en un informe detallado si la carpa cumple todas las condiciones de seguridad requeridas para ser un centro de eventos que no represente riesgos para los asistentes.
Ese informe fue requerido por la jueza del caso para determinar si decretaba o no la medida cautelar de suspensión de los eventos que, en efecto, se conoció el pasado 25 de abril. Hay que aclarar que la acción popular en contra de dicha carpa tiene una pretensión de fondo mucho más amplia: que se declare la nulidad del contrato de arrendamiento porque en este se estaría haciendo uso de espacio público que debe ser de la comunidad. Sobre este punto no hay ninguna decisión aún.
Algunas claves de los informes
Este medio conoció que tras la orden del 14 de marzo, el Distrito cumplió con dos visitas al lugar —incluida la carpa llamada Hangar Park— una en esa misma fecha y otra el 2 de abril, de las cuales se construyeron dos informes técnicos del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (Dagrd). Estos informes jugaron para que se suspendieran, por el momento de forma temporal, los eventos allí.
Desde Hangar Park indicaron que cumplen “con los requisitos técnicos de seguridad exigidos para operar” y que esperan reanudar pronto el funcionamiento del espacio, donde han hecho eventos culturales, conciertos y festivales “con artistas como Chocquibtown, Pipe Bueno, Paola Jara, Farina, Nelson Velásquez, Willy García, Grupo Niche, Tropicombo, Jhonny Rivera, Pipe Calderón, Santiago Cruz y Luis Alfonso, entre otros”.
No obstante, en el informe presentado al juzgado el Dagrd y la Oficina de Seguridad Humana del Cuerpo de Bomberos de Medellín certifican que no tienen elementos mínimos necesarios para expedir un concepto de favorabilidad para la realización de eventos en la carpa Hangar Park, puesto que “no se cumplen con las condiciones documentales y técnicas”.
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Entre los puntos de los informes de dichas dependencias consta que no se cuenta con salidas de emergencia que sean de uso exclusivo para las personas, es decir, que no sean compartidas con el ingreso de vehículos; tampoco habría lámparas de emergencia o un sistema que sirva para soportar un eventual fallo de energía, lo que haría difícil una adecuada evacuación; ni tienen un “análisis de carga de ocupación para cada evento” que permita disponer los medios requeridos para una eventual evacuación.
Asimismo, entre las presuntas falencias del sitio se estableció en los informes que no tienen un plan periódico de mantenimiento correctivo y preventivo para elementos de la estructura, como soportes metálicos, pernos y elementos de fijación y soporte de cargas; y no cuentan con un puesto fijo de primeros auxilios, lo que ha causado quejas de la Secretaría de Salud.
Por otro lado, además de recomendar que implementen una ruta de señalización acorde a las normas vigentes, “para los medios de egresos, pisos (desniveles) y equipos o elementos eléctricos incluidos plantas eléctricas”, en los informes se indica que para el funcionamiento de este lugar faltan los conceptos de la Aeronáutica Civil, puesto que está muy cerca del aeropuerto Olaya Hererra.
Además, este medio conoció otro informe técnico del Amva del 2 de abril, en el que se da cuenta de algunos procesos que venían desde el año pasado, en los que la autoridad ambiental había solicitado subsanar aspectos que fueron corregidos en su momento por la empresa, como recolección de escombros y separaciones para proteger individuos arbóreos. Sin embargo, algunos frentes persisten con inconvenientes, según consta tras la última visita.
Entre estos se encuentran presencia de materiales que se presume son de obra y no han sido dispuestos de forma correcta; árboles con cortes incorrectos y desgarres de corteza; falta de restitución de la zona verde mínima para recuperar las raíces mutiladas o cortadas durante el montaje de la carpa; falta de adecuación de la carpa para que los árboles reciban luz solar, así como un sistema de riego controlado.
De hecho, entre los puntos más preocupantes puestos en evidencia por el Amva constan “lesiones, y daños como golpes, cortes y desgarramientos en ramas y raíces, que están afectando la salud y estabilidad de gran parte de los individuos”, y transformaciones permanentes del entorno que reducen las posibilidades de sobrevivir a muchos de estos árboles que son fundamentales para la fauna silvestre.
En el documento también se evidenció la solicitud de que los hallazgos del Amva sean analizados para establecer si se continúa con un proceso sancionatorio iniciado en la Resolución Metropolitana N°. S.A 3597 de 27/12/2023.
Por otro lado, en el punto de los conceptos faltantes de los informes del Dagrd, según consta en los documentos, también se incluyeron los planos de las carpas, la certificación de su fabricante y el certificado de un ingeniero estructural que dé cuenta del estado de las mismas bajo la normativa vigente.
Otro de los asuntos que juegan en este proceso es que presuntamente, como lo han afirmado a través de conceptos distintas dependencias de la alcaldía desde el año pasado, en el montaje de la carpa faltaron permisos necesarios, como se ha denunciado desde que la gente empezó a ver cómo se instalaba el espacio.
Uno de los aspectos que siguen en discusión es que “la estructura metálica está anclada con pernos a estructuras en concreto (zapatas y pedestales), lo que hace que la estructura no sea una estructura móvil de fácil desmonte”, tal como debería ser. Además, se habría intervenido zona verde que era del goce de la comunidad como espacio público.
Mientras que desde Hangar Park sostuvieron que suministrarán todos los soportes de que cumplen los estándares de seguridad con el fin de solicitar que levanten la suspensión de los eventos, gran parte de la comunidad espera que estos se acaben para siempre, pues algunos vecinos, muchos de ellos adultos mayores, han dicho varias veces que el ruido retumba en sus ventanas y acabó su paz.
Falta que la jueza decida si levanta la medida cautelar, así como una respuesta de fondo a la acción popular que busca que el contrato de arrendamiento con Cyan, una de las firmas consentidas en la administración Quintero, sea anulado.
