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La historia de Armando Santamaría: el padre que lleva 60 años salvando niños en Medellín

En sus seis décadas de sacerdocio, monseñor Santamaría lideró la expansión de Hogares San José y ha impulsado múltiples obras sociales. Hoy será homenajeado.

  • Monseñor Armando Santamaría Ortiz en compañía de un grupo de jóvenes que hacen parte de la sede bachillerato de la Fundación Hogares San José, que abriga a 265 niñas vulnerables. FOTO CARLOS VELÁSQUEZ
    Monseñor Armando Santamaría Ortiz en compañía de un grupo de jóvenes que hacen parte de la sede bachillerato de la Fundación Hogares San José, que abriga a 265 niñas vulnerables. FOTO CARLOS VELÁSQUEZ
  • Monseñor Santa María fue párroco de la parroquia de La Candelaria y desde 1992 es el hombre detrás de la Fundación Hogares San José. FOTO CARLOS VELÁSQUEZ
    Monseñor Santa María fue párroco de la parroquia de La Candelaria y desde 1992 es el hombre detrás de la Fundación Hogares San José. FOTO CARLOS VELÁSQUEZ
29 de enero de 2024
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Pese a haber pasado más de 20 años, monseñor Armando Santamaría todavía recuerda el día en el que una angustiada joven cruzó las puertas de La Candelaria en busca de ayuda.

Luego de salvarse milagrosamente de una de las masacres que se perpetraron en el municipio de San Carlos, que entre 1998 y 2003 atravesó por uno de sus periodos más sangrientos, aquella mujer había arribado a un tugurio de Medellín con un grupo de diez niños que habían dejado atrás los cuerpos sin vida de sus seres queridos.

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“En esa masacre mataron a todas las personas grandes: abuelos, papás y mamás y solo se salvó aquella mujer, que estaba en unas vueltas médicas en Medellín y cuando llegó a San Carlos al día siguiente encontró a los niños en medio de la sangre”, recuerda el sacerdote, anotando que todos eran hermanos y primos entre sí.

Tras haber pedido auxilio en muchas otras parroquias e instituciones, aquella joven terminó llegando a La Candelaria rogando amparo para los menores, desde donde monseñor les abrió las puertas para que fueran acogidos en los Hogares Infantiles San José.

Dos décadas después, añade el sacerdote, una historia de dolor y heridas terminó transformándose en la esperanza, gracias a un trasegar en el que aquellos niños pudieron no sólo completar sus estudios, sino abrir sus horizontes para la vida. “Ya casi todos salieron y están grandes, de ese grupo solo queda una muchacha, que ya tiene 20 años”, cuenta Santamaría.

Milagros de la vida cotidiana como este hacen parte del pan de cada día en la Fundación Hogares San José, la obra más antigua de la arquidiócesis de Medellín y que desde hace más de 31 años es liderada por monseñor Santamaría, quien precisamente por su labor en favor de los más desprotegidos será homenajeado este martes.

Monseñor Santa María fue párroco de la parroquia de La Candelaria y desde 1992 es el hombre detrás de la Fundación Hogares San José. FOTO CARLOS VELÁSQUEZ
Monseñor Santa María fue párroco de la parroquia de La Candelaria y desde 1992 es el hombre detrás de la Fundación Hogares San José. FOTO CARLOS VELÁSQUEZ

Una vida de servicio

Mientras recorre los pasillos de la sede principal de hogares San José, ubicada en la misma manzana de un histórico edificio que desde 1910 se convirtió en el refugio de los niños más vulnerables de Medellín, monseñor cuenta que su vocación por el servicio nació desde que era un niño en las montañas de Jericó.

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Formado en las labores del campo desde pequeño, trabajando codo a codo con sus hermanos en fincas ganaderas, de cacao y café ubicas en el Suroeste antioqueño, durante los primeros años de su vida Santamaría sintió el llamado al sacerdocio, ingresando a los 11 al seminario menor de Jericó.

Luego de que su familia se trasladara para Medellín, Santamaría continuó con su formación eclesiástica y años después entró al seminario mayor, cursando sus primeros años de estudios en el histórico edificio de Villanueva y luego en la recién inaugurada sede de Las Palmas.

Con apenas 23 años, cuando la edad habitual para ordenarse eran los 24, Santamaría se convirtió en presbítero el 23 de mayo de 1964, con la imposición de manos del arzobispo Tulio Botero Salazar.

Aunque durante sus primeros años de servicio monseñor ejerció como docente y también tuvo a su cargo parroquias como las de La Pintada, su llegada como párroco la Basílica de Nuestra Señora de La Candelaria, en 1986, lo adentrarían de lleno en la labor social, en una ciudad sacudida por la violencia del narcotráfico y bajo máxima presión por la llegada de desplazados de las zonas rurales.

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En esta parroquia, en la que estuvo hasta 2016, Santamaría lideró la creación de una innovadora estrategia de alfabetización para muchos de los vendedores ambulantes que trabajaban en el centro, quienes pese a su labor no sabían leer ni escribir. Además de dichas clases, los vendedores también recibieron amparo con créditos cuando por calamidades perdían sus surtidos.

No obstante, fue en 1992 cuando Santamaría comenzó con su obra principal, el 4 de mayo fue nombrado como director de los Hogares Infantiles San José. Aunque para ese año la fundación tenía dos sedes, bajo la dirección de Santamaría la institución logró llegar a más niños, a través de otras tres sucursales.

De una atención que entonces solamente acompañaba a los niños hasta la primaria, el hogar logró fortalecer su capacidad y acompañarlos hasta el bachillerato e incluso hasta la universidad. En total, la fundación tiene hoy capacidad para atender a 650 niños, dándoles cinco comidas al día, apoyo educativo y acompañamiento psicológico y médico.

En una lista de otros logros casi imposible de resumir, monseñor también es recordado por ser determinante en la recuperación de los Hogares de Acogida Belén, con una misión similar a los Hogares San José, y la apertura de varios hogares de paso y albergues para los más vulnerables, como el Hogar Papa Francisco, La Posada de Belén y el Albergue de San José.

Al ser consultado por las múltiples adversidades y afugias presupuestales que ha debido sortear durante tanto tiempo, no solo para mantener abiertos estos espacios, sino para fortalecerlos con recursos provenientes solo de la solidaridad de las personas, Santamaría apunta con un dedo al cielo y dice confiado que en las obras de Dios las soluciones siempre llegan.

Para homenajear todos estos años de servicio, la Fundación Fraternidad Medellín realizará desde las 4:00 p.m. de este martes un homenaje en el Centro Cultural ITM Fraternidad.

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