La titánica lucha de los familiares de las víctimas del conflicto armado en la comuna 13 de Medellín para que la búsqueda de sus seres queridos desaparecidos no se frenara al fin tuvo recompensa. Resulta que tras más de 10 años de procesos suspendidos, de frustraciones y de batallas ante las autoridades, este miércoles se confirmó el primer hallazgo de restos óseos en La Escombrera.
“En el marco de las medidas cautelares de protección de lugares de inhumación que adelanta la Sección, en plena coordinación con la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por desaparecidas, fueron halladas las primeras estructuras óseas que podrían corresponder a personas desaparecidas en el marco del contexto del conflicto armado en La Escombrera de la comuna 13”, aseguró el magistrado Gustavo Salazar Arbeláez, relator de las medidas cautelares de La Escombrera.
El hallazgo se dio por los equipos forenses de la Unidad de Búsqueda y el grupo de apoyo técnico forense de la JEP. “Es un hecho histórico”, añadió Salazar. “Durante décadas, madres, padres, esposas e hijos han insistido en la necesidad de intervenir en un lugar tan complejo (...) Este hecho se convierte en un logro sin precedentes, una respuesta institucional a sus demandas y una protección tangible de los derechos de las víctimas en Colombia”, añadió.
El magistrado indicó que la prospección del lugar donde se halló la evidencia forense estaba contemplada para la fase 6 de la intervención. “El descubrimiento de estructura óseas en La Escombrera coincide con las denuncias de organizaciones víctimas y de defensa de derechos humanos que durante dos décadas insistieron e insisten en que este lugar fue lugar de desapariciones forzadas en la década del 2000, periodo de agudización del conflicto armado de la ciudad”, añadió.
En esta parte de la ciudad hay un universo de al menos 502 personas dadas por desaparecidas, según los registros de la Unidad de Búsqueda.
Este espacio ha sido señalado dentro de varios procesos judiciales como la fosa común en la que terminaron decenas de jóvenes, sobre todo a finales del milenio pasado e inicio del actual, a raíz del conflicto vivido allí entre paramilitares, grupos revolucionarios y fuerza pública, el cual tuvo su punto culmen durante las operaciones Mariscal y Orión.
El polígono protegido con medidas cautelares en esta parte alta de San Javier tiene 6.912 metros cuadrados (m2). Dentro de esa zona hay un área de 2.417 m2 que fue priorizada. Esta fase consiste en la prospección, excavación y revisión de material mediante tamizaje para ubicar evidencia forense. Esta intervención suma ya 146 días de trabajo en los que se han removido más de 36.400 metros cúbicos de tierra.
“A la fecha, el cronograma de excavación va de acuerdo con lo planeado y presenta un avance del 86%”, expresó Luz Janeth Forero, directora de la Unidad de Búsqueda.