En medio de las revelaciones que hicieron los concejales de Medellín Alejandro De Bedout y Claudia Carrasquilla sobre el presunto canje de servicios de aseo de Emvarias por boletas y palcos para eventos de gran envergadura durante la administración de Daniel Quintero se conoció una fotografía que ha despertado suspicacias porque en ella aparece quien era la esposa del contralor distrital Pablo Andrés Garcés y quien para el momento de la imagen ya estaba en el cargo.
La denuncia de los concejales ha despertado indignación porque de acuerdo con la información que obtuvieron, en varios de los 95 eventos de gran magnitud que tuvo la ciudad entre 2022 y 2023, la empresa de aseo y recolección de basuras de la ciudad prestó millonarios servicios que demandaban un altísimo recurso personal y logístico y recibió a cambio pagos en especie y sin ningún soporte contable.
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Entre los eventos en los que se encontraron estas irregularidades, que fueron confirmadas por la misma entidad a través de respuesta a derechos de petición hechos por los corporados, hay uno que corresponde al World’s Hooters Tour, realizado el 18 de noviembre de 2022, en el estadio Atanasio Girardot con la presentación de Bad Bunny. Para el aseo de dicho espectáculo Emvarias cotizó la prestación del servicio en $47.647.009, pero terminó facturando solo $21.504.251 y al final se hizo un canje por valor de $24.730.000, equivalente al palco llamado “La Plata”. De esto tampoco quedó soporte contable, según la denuncia.
Ahora bien, en ese concierto fue tomada la fotografía por la que ahora se menciona al contralor Garcés. Dicha imagen está en una publicación que hizo en sus redes sociales Natalia Gallo Jaramillo, quien para ese momento era la pareja sentimental del exconcejal Jaime Cuartas, reconocido aliado político de Quintero, y en la que aparecen ambos posando sonrientes con otras personas.
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Entre ellas una mujer a quien algunas fuentes reconocieron ayer como la abogada Yeidy Lizeth Gallo Guerra, expareja sentimental de quien dirige la Contraloría de Medellín desde marzo de 2022. La foto fue presentada de forma pública por la concejala Carrasquilla, en la sesión del pasado 22 de junio, mientras se refería a las denuncias sobre Emvarias.
Gallo Guerra aparece en el extremo derecho de la fotografía, con Cuartas y su novia en el medio y con Carlos Borja, exgerente de Emvarias, en el extremo izquierdo. Y es justamente este detalle el que ha generado las suspicacias sobre la posible cercanía entre la que en ese momento era la pareja del contralor con un funcionario de la administración que debía auditar y, encima de todo, de la entidad que ahora es cuestionada precisamente por eventos como ese concierto.
Yeidy Lizeth Gallo Guerra trabaja para la Alcaldía de Envigado desde enero de 2022, en este momento como abogada. En años anteriores también tuvo contratos con la Personería de Sabaneta (enero 2021-enero 2022), Metrosalud (marzo 2021-julio 2021), Asperla (enero 2018-diciembre 2020) y la Personería de Medellín (febrero 2013-diciembre 2017).
Garcés le confirmó a este medio que para el momento de la fotografía era esposo de Gallo Guerra, pero que la boleta para dicho evento fue adquirida con recursos propios y agregó que personalmente con el concejal Cuartas y con Borja solo ha tenido “la misma relación de cordialidad y respeto que como contralor” tiene con los demás corporados y servidores del distrito.
No obstante, el concejal De Bedout ya solicitó a la Contraloría General de la República que investigue si se presentó detrimento patrimonial por cuenta de los supuestos canjes, pues no solo se trató del concierto de Bad Bunny, sino también de otros como el de Maluma, el 30 de abril de 2022, en el que Emvarias entregó una cotización para el servicio de aseo para dicho concierto por $10.636.790, pero solo facturó un valor de $5.316.790 y finalmente reportó un canje por $5.320.000.
A esto se suma que en la administración Quintero se conocieron ocasiones en las que él y su esposa Diana Osorio invitaban a estos eventos a influenciadores de Bogotá afines al gobierno del hoy presidente Gustavo Petro, a quien el equipo del exalcalde le lideró la campaña presidencial en Medellín.
Una fuente que estuvo en el espectáculo de Bad Bunny y pidió reserva le dijo a este medio que sería difícil determinar con exactitud la real procedencia de las boletas, puesto que algunos las recibieron regaladas y otros las compraron. Lo cierto es que en el caso de Garcés también se levantan suspicacias con la presencia de su expareja en la imagen porque una de las mayores críticas que se le ha hecho a su gestión son las pocas acciones que ha tomado ante los múltiples escándalos que surgieron por presunta corrupción en la alcaldía de Quintero que, de paso cabe recordar, tuvo como uno de sus grandes aliados en el concejo a Jaime Cuartas, quien no respondió a este medio sobre el tema de los supuestos canjes.
Por su lado, el exgerente Carlos Borja calificó de “irresponsable y ligero” de la actual gerencia de Emvarias presentar solo unas partes de los procesos contractuales para estos servicios de aseo en espectáculos sin hacer análisis que se requieren. Aseguró que es falso que se hayan presentado canjes y dijo que los servicios en eventos de gran magnitud formaron parte de la estrategia de crecimiento de nuevos usuarios de grandes generadores, comerciales y de eventos de ciudad, como una forma de incrementar los ingresos.
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“Buscamos a los grandes empresarios de los conciertos de Medellín para que lo hicieran (contratar servicios de aseo) con Emvarias, más de 90 servicios se prestaron”, afirmó y agregó que en ocasiones le llegaban boletas de cortesía para eventos, pero que nunca se trató de canjes, aunque dijo recordar que en un evento deportivo infantil prestaron el servicio a cambio de tener presencia de la marca de la entidad en el certamen.
Por ahora, solo queda esperar que la Contraloría decida si abre algún proceso para determinar si en efecto se incurrió en detrimento patrimonial con los supuestos canjes de ingresos a espectáculos por servicios de aseo justo en uno de los periodos más polémicos y escandalosos que tuvo Emvarias, no solo por los cuestionamientos en temas tan álgidos como el contrato de cargue lateral, sino también por las constantes quejas de los usuarios por la poca eficiencia de los servicios y porque la época de los últimos años en la que más se vio a la ciudad inundada de basuras.
