El Gobierno de Gustavo Petro y la Alcaldía de Federico Gutiérrez por fin decidieron dar una tregua a las garroteras que libran desde hace meses en varios frentes y finalmente llegaron a acuerdos para beneficiar a las poblaciones más necesitadas de Medellín.
El anuncio lo hizo Gustavo Bolívar, director de Prosperidad Social, luego de reunirse con el alcalde Gutiérrez para definir las alianzas en varios programas fundamentales en los planes de desarrollo tanto de la Nación como del Distrito. “Acabamos de terminar una jornada más de trabajo entre los equipos técnicos de Prosperidad Social y la alcaldía de Medellín, queremos contarle al país del trabajo conjunto por encima de las ideologías, nos hemos unido para llevarle bienestar a la gente, que es nuestra misión y es lo más importante”, manifestó Gustavo Bolívar.
La primera buena noticia, según informó Bolívar, es que Medellín sí tendrá dos Puntos de Abastecimiento Solidario (PAS), que se articulará con el programa Hambre Cero que lanzó la alcaldía de Medellín. Hay que recordar que a mediados de agosto pasado surgió una polémica luego de que el presidente Gustavo Petro señalara que a pesar de reiteradas solicitudes para que Medellín se presentara a la convocatoria para construir estos PAS, desde la alcaldía no atendieron el llamado.
Desde la alcaldía, Gutiérrez replicaron asegurando, en síntesis, que no les habían otorgado el tiempo suficiente para desarrollar la propuesta de un lote adecuado para su construcción. Versión que fue negada por el DPS que insistió en que consideraban haber dado el tiempo suficiente para que el Distrito presentara una propuesta. El caso es que desde el Gobierno reiteraron que incluir a Medellín en este programa era de suma importancia teniendo en cuenta la crisis de seguridad alimentaria que padece la capital antioqueña actualmente.
Según explicó Bolívar, los PAS serán instalaciones donde habrá módulos de plaza de mercado, que serán arrendados por las alcaldías municipales y permitirán que el campesinado pueda vender sus productos a la población. En estos lugares también habrá espacio para el restaurante u Olla Comunitaria que ofrecerán raciones diarias de comida gratuita para las comunidades en pobreza extrema y pobreza. Estarán subsidiados durante los primeros 6 meses y luego dependerán de cadenas productivas para su sostenimiento.
Tras menguar los ánimos, gobierno y distrito habían acordado barajar de nuevo para destrabar el proyecto y finalmente este jueves 12 de septiembre anunciaron que, a falta de uno, Medellín tendrá dos Puntos de Abastecimiento Solidario.
El segundo acuerdo, según precisó Bolívar, es que se articularán los programas “Parceros” de la Alcaldía y “Jóvenes en Paz” del Gobierno con el fin de brindar más oportunidades y caminos hacia una vida digna y libre de violencia para los jóvenes de la ciudad.
Este acuerdo también es crucial, pues ya en varias oportunidades se habían evidenciado fricciones entre ambas entidades tanto por los objetivos como por el alcance de ambos programas que, en últimas, tienen el mismo objetivo y es ofrecer oportunidades para que los jóvenes de los barrios populares eviten caer en las redes de las bandas delincuenciales.
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El objetivo del programa Jóvenes en Paz es llegar 100 mil jóvenes en todo el país, y aunque se ha dicho erróneamente que busca “pagarles para que no delincan”, realmente pretende, más que entregar una mesada, ofrecer recursos y herramientas para acercarlos a la oferta de educación superior, al emprendimiento, al deporte, al arte y nuevas tecnologías.
El programa Parceros, por su parte, busca beneficiar a 150.000 jóvenes en la ciudad que están en riesgo de ser reclutados por grupos delincuenciales o ser víctimas de las redes de explotación sexual, para incluirlos en una ruta de empleo y educación, sumando la participación del sector privado.
Finalmente, otro acuerdo al que llegaron será la capacitación en el área de confecciones para madres cabeza de familia, dándoles herramientas para generar ingresos y mejorar la estabilidad económica de sus hogares con las donaciones de las mercancías incautadas por la Dian.
“Respetamos lo que cada uno piensa, pero no podemos sacrificar las necesidades de la gente más pobre por disputas ideológicas. Nuestros equipos llevan varios días trabajando”, concluyó Bolívar.
