Una relación de cuatro meses, en la que habrían predominado las intimidaciones y las agresiones, sostuvieron Laura Isabel Lopera Osorio y el canadiense Jesse Gilbert Wiseman. Eso fue lo que percibieron los familiares de la joven que tenía 19 años y a la que hallaron asesinada dentro de una maleta en una vivienda del barrio Sucre, en la comuna 8 (Villa Hermosa) de Medellín. Sus parientes conocieron poco de esta relación, puesto que además de la distancia que intentó interponer Wiseman con la familia de Laura, el hombre se dejó ver en pocas ocasiones.
Juan Manuel Lopera, el hermano mayor de Laura Isabel, comentó que había algo que no les gustaba de la relación, sin siquiera imaginarse que podría tratarse de una persona que por celos le intentara cegar la vida cuando aún no había terminado el bachillerato. “No sé si eso era indicio, pero al hombre no le gustaba que (Laura Isabel) fuera a la casa a visitar a la familia”, relató el pariente.
De la relación nunca se hizo una presentación formal. El primer acercamiento entre este extranjero y los familiares de Laura Isabel se dio cuando invitaron a la mamá a una cena. La primera impresión que les dio en ese momento era de un hombre “tranquilo, sereno y reservado”, explicó Juan Manuel sobre el hombre al que no alcanzaron a ver más de tres veces. Su hermana era la menor de los tres hijos de una familia residente en el barrio La Aurora, noroccidente de Medellín.
Pese a que la relación apenas llevaba cuatro meses, esta joven ya estaba mostrando síntomas de que algo no marchaba bien con su pareja. “No sabemos si estaba amenazada, pero ella seguía yendo a donde él. A veces le decía a mi mamá que no quería ir y se quedaba en la casa. Pero nunca dijo que la tratara mal ni nada”, expresó Juan Manuel, quien tomó la vocería de todo lo ocurrido con su pequeña hermana.
Días antes de que se produjera la muerte de Laura Isabel se conocieron unos audios en los que se presentaron algunos reproches por parte de este extranjero, en un español mezclado con un acento norteamericano, los cuales estaban subidos de tono, mostrando la fractura en la relación y la intención de la mujer por finiquitar el vínculo sentimental.
“Soy puta enojado ahora contigo, no me escuchas...” y “debes escucharme, venga y vamos a resolver todo, no me hables por puta WhatsApp...”, fueron algunas de las frases que se logran escuchar en esta conversación entre esta pareja, que tuvo como objetivo la idea de solucionar las diferencias y seguir adelante con la relación entre la joven y el hombre, quien le llevaría casi 30 años de diferencia.
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La directora seccional de Fiscalías Medellín, Yiri Milena Amado, explicó que “la investigación da cuenta, según su entorno familiar y amigos, que esta persona era celosa y que de alguna manera ejercía actos de violencia”.
Las últimas horas
En medio de los conflictos que se estaban generando en esta relación, Laura Isabel finalmente aceptó encontrarse con Jesse Gilbert tras su insistencia, por lo que en la noche del sábado 3 de febrero le pidió a su mejor amigo, quien maneja taxi, que la llevara a una casa de siete habitaciones, ubicada en un segundo piso de la parte baja del barrio Sucre, en la comuna 8 (Villa Hermosa).
Pero horas antes, según relató su abuelo, Fernando Osorio, Laura Isabel llegó a su casa para llevarle ropa a su hija y para que la cuidaran un par de días, mientras sostenía el encuentro con el extranjero.
“Ese día ella le llevó una ropa a la niña. Tiene una niña de 3 añitos. Él no fue, pero ella fue a llevarle la ropa a la niña; hasta me dijo a mí que me iba a dar una platica”, comentó el abuelo de la fallecida.
A partir de ese momento, cuando esta joven abordó el taxi, no supieron más de ella durante una semana. Con el paso de los días, luego de no tener ninguna comunicación con ella, decidieron buscar a este taxista, al cual lograron ubicar y le pidieron que, por favor, los llevara al lugar donde la dejó por última vez.
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La angustia de los parientes los obligó a buscar por todo el barrio a la propietaria de este inmueble, la cual había sido arrendada mediante plataformas el pasado 1 de diciembre y hasta el 29 de marzo. Después de varios minutos lograron dar con el paradero de esta persona, que al ver la angustia de la mamá y uno de los hermanos, decidió abrir el inmueble, el cual se encontraba desocupado.
Al ingresar, después de un recorrido por toda la propiedad, se encontraron una maleta, de la cual salía sangre y al abrirla se encontraron con que estaba el cadáver de Laura Isabel, que llevaba varios días de asesinada, de acuerdo con las labores forenses.
Sobre el paradero de Jesse Gilbert, la directora seccional de Fiscalías Medellín señaló que después de establecer contacto con Migración Colombia, se conoció que abandonó el país desde el pasado 9 de febrero, donde tomó un vuelo desde el aeropuerto José María Córdova, de Rionegro, con destino hacia Bogotá y de allí viajó rumbo a Ciudad de Guatemala, siendo este el primer destino que encontró para escapar de la justicia colombiana antes de que se registrara el hallazgo de la víctima.
Algunas versiones darían cuenta que posteriormente continuó su trasegar por Centroamérica y llegó hasta una ciudad de Nicaragua, desde donde había planeado viajar hacia Tailandia, no sin antes hacer escala en un país europeo, donde estarían haciendo el rastro de este canadiense, indicó la directora Amado.
“Se inicia el proceso de la orden de captura y una vez esta sea emitida se inician todos los trámites para emitir la circular azul de Interpol para iniciar su búsqueda por todo el mundo”, manifestó la directora seccional de Fiscalías Medellín sobre el avance de este proceso judicial, en el cual le imputarían cargos al canadiense por el delito de feminicidio agravado.
Y mientras las autoridades avanzan en ubicar a este extranjero para que responda por este homicidio, los familiares de Laura Isabel siguen a la espera de que en Medicina Legal les hagan la entrega del cuerpo para que le puedan dar el último adiós a aquella mujer que siempre se caracterizó por “su alegría, energía y entrega”, según lamentó su hermano.