En un laberinto que parece tener la peor de las salidas se encuentran casi 400 trabajadores tercerizados a través de la agremiación Sintravid y que prestan servicios en el Hospital General de Medellín. A la mayoría les deben entre dos y tres meses de salarios y hace un par de semanas viven con la amenaza constante de que más temprano que tarde se quedarán definitivamente sin empleo.
Como se ha denunciado insistentemente, los trabajadores que están en el limbo desde hace meses son los de Sintravid, una agremiación sindical con la que la pasada administración decidió tercerizar buena parte de sus servicios, desde el personal de enfermería, fisioterapeutas, auxiliares, hasta el personal administrativo que creció exponencialmente durante los últimos años, al punto de que en las instalaciones del hospital tuvieron que ampliar el espacio para que cupieran las decenas de abogados que, al parecer sin ninguna justificación, se empezaron a contratar al por mayor durante la gerencia de Mario Fernando Córdoba.
Esa contratación excesiva de personal administrativo, entre otras denuncias de presunta corrupción y gastos como la construcción de un muro verde de $1.800 millones para la fachada mientras los especialistas médicos tenían salarios atrasados, explica en buena medida la situación crítica en la que la administración de Quintero entregó el hospital y que ahora están tratando de solucionar para que el hospital siga siendo el referente de siempre, en Colombia y Latinoamérica.
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A comienzos de este año, Sintravid tenía contratados más de 700 trabajadores para prestar servicios al hospital, una cifra considerada excesiva. A la fecha, el número de contratados por esa agremiación se ha reducido a 320, pero el hospital no solo no ha colapsado, sino que ha empezado a restablecer servicios que se habían cerrado en el pasado, prueba del crecimiento desmedido e innecesario de la nómina que había armado la gerencia de Córdoba.
Sin embargo, a los más de 300 empleados de Sintravid, a los que se les adeuda dos meses y medio de salario (la semana pasada les abonaron lo equivalente a una quincena), y entre los que quedan buena parte de las enfermeras y del personal asistencial, llevan días diciéndoles que estén listos para presentar sus exámenes médicos de salida y entregar sus puestos en cualquier momento.
El pasado 30 de abril los empleados recibieron una carta firmada por Leandro Alberto Bonilla, presidente y representante legal del sindicato, en la que les decían: “Debido a situaciones administrativas relacionadas con la imposibilidad de garantizarle a nuestros afiliados puestos de trabajo (...), nos vemos en la obligación de dar por terminado el convenio de ejecución del contrato sindical a partir de la fecha”. En la misiva además les decían que podían seguir afiliados al sindicato si así lo quisieran y que debían realizar la entrega del puesto del trabajo al coordinador del área y solicitar el examen médico de egreso dentro de los cinco días siguientes.
El temor de los trabajadores es que se acabe el contrato y con ello también la ilusión de que les paguen lo que les deben. Hay algunos optimistas que esperan que de acabarse el convenio con Sintravid pasen a ser contratados con otra cooperativa o agremiación, pero al parecer, como dicen, el palo no está pa´ cucharas.
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La pregunta que surge es si el exceso de personal contratado en la pasada administración es tal que aún despidiendo a 300 personas más el Hospital General pueda seguir funcionando con normalidad. La nueva gerente del hospital, Claudia Arenas (exsecretaria de Salud en la primera administración de Federico Gutiérrez), asegura que desde que llegó a su oficina el pasado primero de abril no ha hecho otra cosa diferente a pagar deudas con los proveedores, trabajadores y especialistas, y a buscar acciones para abrir servicios y generar estrategias que hagan florecer de nuevo el hospital.
Arenas dice que el primer objetivo de esta dirección ha sido sanear las finanzas para que el hospital sea al menos sostenible, cuando hasta hace un par de años era rentable, antes de la administración pasada. Para ello, agregó, es necesario optimizar los recursos, y dentro de esa revisión está “analizar de esta organización sindical (Sintravid) qué recurso necesita el hospital realmente para funcionar. Ya han salido muchísimas personas y el funcionamiento del hospital sigue bien”, explica.
La razón que da Sintravid para no seguir adelante con el contrato es que no puede aguantar más la cartera que el hospital tiene pendiente con la agremiación, razón por la cual no le puede cumplir con el pago a sus trabajadores. Pero aquí podría haber una verdad a medias y muchos se preguntan si en realidad se hizo un adecuado manejo de recursos en los años anteriores.
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Desde la nueva gerencia del hospital aseguran que desde enero que llegó la alcaldía de Federico Gutiérrez le han girado más de $10.700 millones a Sintravid. Sin embargo, reconocen que la deuda sigue en más de $7.000 millones que quedaron pendientes desde la pasada administración en la que, al parecer, en los últimos seis meses (con la olla raspada) dejaron de hacer los pagos que le correspondían.
Esa deuda es la que el Hospital todavía no ha podido pagar y la razón por la cual Sintravid dice que tiene sin salario a buena parte de los trabajadores que no han dejado de ir a cumplir con sus funciones y que, según cuentan, han visto cómo de cuenta del estrés causado por esta situación se han disparado las enfermedades de salud mental entre ellos.
La gerente del hospital explica que a Sintravid es al proveedor que más dinero le han desembolsado, pues solo en abril fueron más de $2.000 millones, sin embargo, dicen que antes de hacerles más pagos requieren que la interventoría de ese contrato (que tiene vigencia hasta noviembre de este año) les entregue un informe completo sobre el personal que está contratado y las funciones que cumple.
Además, el hospital tampoco tiene recursos de sobra. Desde la llegada de Federico Gutiérrez, la Alcaldía le ha hecho dos giros para oxigenarlo y sacarlo de la UCI en que lo encontraron: uno por $16.500 millones en enero y otro por $14.800 millones el 9 de abril.
Leonardo Bonilla, gerente de Sintravid, dice que de los recursos que le ha girado el hospital le han pagado por igual al personal administrativo como al clínico, “pero la deuda del hospital es tan alta que estos han resultado insuficientes para ponerlos al día”. Bonilla dice que el sindicato ha tenido que poner de su propio dinero para pagarles a sus afiliados. “Nos deben mucho más de lo que se le adeuda al personal”, asegura.
Si bien Arenas dice que su gerencia será rigurosa con los pagos, no da mucha esperanza en cuanto a que los actuales trabajadores del hospital a través de Sintravid sean recontratados por medio de otra agremiación, pues si bien dice que es una posibilidad, insiste en que está evaluando si ese recurso humano sí es verdaderamente necesario, e incluso de ser así, está estudiando la posibilidad de que sea contratado a través de prestación de servicios directamente por el Hospital.
Además, asegura que no solo tendrá en cuenta la necesidad del personal sino una evaluación del desempeño. Sobre las enfermeras, por ejemplo, dice que aunque hay muchas son la minoría dentro de ese contrato con Sintravid y van a revisar “si cumplieron o no con el estándar de calidad del hospital” y así definirán su continuidad.
“Hay personas que puede que queden desempleadas porque realmente no todas las personas se tienen que sostener a través del Hospital General”, agregó Arenas. Esa misma respuesta le ha dado la gerente a los empleados y agremiaciones que la han buscado para pedirle alguna respuesta sobre sus pagos y la incertidumbre que viven, lo que ha generado malestar entre varios de ellos. “La gerente nos dice que si nos despiden ellos buscan cubrir con el personal de planta del hospital, una posición muy inhumana, pensamos que con la nueva administración vendrían personas más sensibles”, le dijo una de las trabajadoras a este diario.
Empleados contratados por otro sindicato también protestaron
Pero la crítica situación de los empleados tercerizados del hospital no es solo con Sintravid. Los más de 80 trabajadores asociados a Human Salud, que también llevan más de dos meses sin pago de salario, protestaron en la mañana de este miércoles a las afueras del hospital porque también están amenazados con ser despedidos. Entre los trabajadores de Human Salud se encuentran auxiliares y jefes de enfermería, así como terapeutas que atienden 18 unidades de cuidados intensivos.
A ellos también les han dicho que lo más seguro es que después de que se termine el contrato cubran sus plazas con personal de planta. Según las directivas de Human Salud, la deuda del hospital es de $3.294 millones. ¿Logrará el Hospital General llenar el hueco que le dejó la administración Quintero?