Un grupo de creyentes y misioneros católicos con posturas radicales sobre la familia, la fe, el trabajo y la vida ratificó en las elecciones del 29 de octubre su capacidad de crecimiento electoral al asegurar una curul en el Concejo de Medellín, con Brisvani Arenas, y una en la Asamblea de Antioquia, con Walter Arias. Era su segunda aspiración electoral; la primera fue en las legislativas de marzo de 2022, cuando ganaron con el senador Mauricio Giraldo y el representante a la Cámara Luis Miguel López.
Conocidos como los Marianos, se han posicionado a paso fuerte como uno de los cuatro matices del Partido Conservador, que los avaló en su debut, cuando nadie preveía su ascenso vertiginoso. Incursionaron al considerar que sus ideales no tenían representante en la política y buscaron aval conservador porque les pareció el que más se acercaba a ellos.
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Pero su aterrizaje en el partido fue en cierta forma estruendoso. Las dos únicas veces que han ido a las urnas dejaron por fuera a personas con más peso y trayectoria, y se han interpuesto en los intereses de poderosos como los senadores Carlos Andrés Trujillo y Germán Blanco o el excandidato a la Gobernación de Antioquia, Juan Diego Gómez.
¿Cómo logran los votos? El ascenso inesperado del equipo, llamado Unión Familia, ha develado el poder de la “maquinaria” de la fe, un engranaje perfecto para defender una “causa” que requiere votos. En menos de tres años, lograron los dos congresistas y 26 candidatos electos que se posesionarán el próximo 1 de enero.
“Una piedra en el zapato”
Algunos que estuvieron en el corazón del debut político de los Marianos recuerdan que la génesis de todo fue en 2020, cuando crearon Conciudadanos, un tanque de pensamiento que empezó con unos 15 jóvenes, estudiosos e investigadores, y derivó en una escuela que ha llegado a tener 4.000 creyentes inscritos. Todos, potenciales votantes y divulgadores de eventuales campañas electorales, e interesados en incidir con sus ideas en programas y políticas públicas.
Decidieron saltar al ruedo, pero necesitaban que un partido los avalara. Habían estudiado los estatutos del Conservador, el único en el que creían que podrían hablar sin tapujos ni temores de sus radicalismos frente a temas como la fe, el aborto, la eutanasia o las familias de padres hombre y mujer. En 2021, amigos del sector privado les presentaron al también exsenador Juan Diego Gómez y le preguntaron cómo buscar aval en la colectividad.
“Le digo: ‘Venga, ¿nosotros podemos participar?’. Y él nos miraba como: ‘Sí, no tiene nada de malo’”. El recuerdo es de Sebastián Arboleda, director de Unión Familia, quien dice que así lograron un puente con Ómar Yepes, entonces director del partido, y le presentaron su propuesta.
Yepes les dio aval para un candidato al Senado y seis a la Cámara. Hicieron una campaña maratónica en la que aprovecharon el engranaje de los grupos religiosos a los que pertenecen y que, a su vez, están conformados por gente del empresariado. Por ejemplo, si había que viajar, los candidatos tenían quién los recogiera en el aeropuerto, los alojara en casas familiares y los presentara en eventos con integrantes de comunidades católicas. Además, consolidaron una red en WhatsApp que fue muy eficaz para amplificar su proyecto político.
El 13 de marzo de 2022, en su primera contienda electoral, ganaron 105.690 votos para el senador Giraldo, de los cuales 43.000 fueron en Antioquia, y 49.237 votos para el representante López; ambos, empresarios y misioneros católicos. El primero, con un negocio de importación de repuestos en El Hueco; el segundo, de la entraña de la Central Mayorista de Antioquia.
La dupla de congresistas dejó por fuera a candidatos conservadores con mejor proyección, como el exdiputado y entonces candidato a la Cámara por Antioquia Juan Camilo Callejas, quien quedó 2.000 votos por debajo de López y era la fórmula del senador Germán Blanco, que lidera el matiz Consenso; también a John Edison Molina, cabeza de esa lista y que tenía el respaldo del senador Trujillo.
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“Nadie en el partido sabía quiénes eran, uno veía una que otra vallita en los municipios, pero nadie los veía como posibles ganadores. Dieron la sorpresa. Después, buscamos y nos dimos cuenta de que detrás estaba Lazos de Amor Mariano y un sector importante de empresarios”, recuerda una fuente que pidió reserva.
Otros cuentan que la llegada de los congresistas se volvió molesta para muchos senadores y representantes en el partido. Incluso, hay quienes los ven como “un chicharrón”, porque a pesar de ser los nuevos han asumido posturas independientes o contrarias a las de la bancada.
No apoyaron a David Barguil, el candidato del partido en las pasadas elecciones presidenciales; no firmaron la adhesión del Conservador a la coalición del gobierno al inicio del periodo de Gustavo Petro, de quien han sido muy críticos. De hecho, esto les ha generado roces con Trujillo, según varias fuentes.
Los Marianos sustentan sus decisiones y actuaciones en los estatutos del partido y así han esquivado posibles sanciones. Aunque es cierto que también han votado en bancada y que la relación es de respeto, obedecer no es su fuerte si creen que van en contra de sus principios, sobre los que han radicado 20 proyectos de ley, algunos de los cuales han llegado a plenaria.
Quienes los conocen los catalogan como empresarios con fuerza en el Oriente antioqueño, El Hueco y la Central Mayorista, como hacedores de riqueza, disciplinados, buenas personas y rezanderos. No obstante, otros consideran que han crecido electoralmente “a punta de camándula”, pero que no los ven fuertes en resultados legislativos.
Los Marianos han ganado reconocimiento por crear la bancada Provida en el Congreso, que radicó hace poco un proyecto de reforma constitucional para prohibir el aborto en el país. Y ese es uno de los temas que más defienden, en medio de las críticas de quienes lo ven como una afrenta a los derechos de las mujeres y un retroceso en las libertades. Una vez más mostraron el poder de mover las masas cuando ayudaron en la recolección de 1.100.000 firmas para el referendo antiaborto.
En Medellín también molestaron
Con esos ideales en mente expandieron sus apuestas: en las elecciones de octubre pasado, le ganaron el pulso a figuras con más peso político en esa colectividad, como los concejales Lucas Cañas y Babinton Flórez o los exconcejales Carlos Alberto Zuluaga y John Jaime Moncada.
Para esas elecciones, supieron que es tradición del partido que el aval para los candidatos a las alcaldías quedaba en manos del congresista más votado de la lista conservadora en cada municipio. Así, avalaron aspirantes para las alcaldías de Marinilla, Granada, San Luis y El Santuario, en el Oriente antioqueño.
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Pero con esa tradición causaron un revuelo intenso en abril pasado cuando anunciaron que les correspondía el aval de la Alcaldía de Medellín porque en la ciudad el más votado de la lista conservadora a Cámara por Antioquia fue el representante López.
El anuncio fue pocos días después de que Cañas pidiera aval conservador para ser candidato a la alcaldía. Él, que estuvo del lado del exalcalde Daniel Quintero todo su periodo como concejal, contaba con apoyo de Trujillo para su aspiración. Pero los Marianos, que han sido bastante críticos de Quintero, tenían otros planes.
Con la convicción de que Federico Gutiérrez se lanzaría y con la certeza de que preferían apoyarlo a él que tener candidato propio, los Marianos se quedaron con el aval de Medellín.
A Cañas, que tampoco tenía respaldo de los otros dos matices, no le quedó más remedio que buscar un acuerdo con los Marianos, pero solo logró que lo entrevistara un comité que conformaron con empresarios, jóvenes, padres de familia, creyentes y académicos, que también habló con varios candidatos en busca de concretar posibles respaldos.
Una vez se confirmó la candidatura de Fico, la decisión fue no avalar aspirante propio. Cañas se lanzó de nuevo al Concejo, pero no logró curul, quedó 2.200 votos debajo de Arenas, el concejal mariano, electo con 9.495 apoyos.
Para las elecciones de octubre, los Marianos tuvieron 129 candidatos en el país, la mayoría a concejos y casi todos en Antioquia. Los aspirantes estudiaron cada semana, durante casi un año, conceptos de política y el funcionamiento de las dignidades que querían representar. Fueron también intensos talleres espirituales, para incorporar la misión que tenían, de expandir una doctrina, de hablar un mismo idioma frente a la causa por la cual se metieron en política.
De las 129 aspiraciones lograron 26 candidatos electos, todos debutantes: 17 concejales en Antioquia y 4 en municipios de Santander, Bolívar, Boyacá y Meta. También dos diputados, el de Antioquia y otro en Santander, y dos alcaldes: Julio Serna, de Marinilla, y Daniel Hoyos, de Granada.
“Sí somos radicales”
Los electos tendrán desafíos por sus posturas radicales en temas polémicos, que algunos creen podrían ir en detrimento de los derechos de las minorías, si bien Arboleda afirma que son respetuosos de los derechos de todos: “Nosotros sí somos personas radicales, nos gusta defender la familia hombre y mujer, defender la vida, defender el cero aborto y la cero eutanasia, defender la empresa y las oportunidades. Pero respetamos a las minorías”.
En Granada, relata, ya hubo acercamientos con colectivos LGBTIQ+, a los que les dijeron que no los van a señalar ni a estigmatizar, pero que tampoco tendrán mayor apoyo para promover pedagodía sobre diversidad. “Obvio ellos van a tener su participación, pueden hacer su fiesta del orgullo gay, pero que no piensen que el Estado va a patrocinar ni a disfrazar la alcaldía”, dice Arboleda.
También defienden la familia tradicional, de padre, madre y muchos hijos. El diputado Arias tiene cinco; el concejal Arenas, cuatro; el representante López, cuatro; el senador Giraldo, cinco; y el coordinador Arboleda, siete.
La expectativa hoy es si Unión Familia se mantendrá en el Conservador o si conformará en el futuro una colectividad propia para cumplir las ambiciosas metas electorales con planes a 2038. En las próximas legislativas esperan por lo menos cinco congresistas y en 10 años quieren tener candidato presidencial. Seguro estarán los grupos religiosos que han apoyado esta apuesta.
Por lo pronto, el diputado Arias, que sacó 35.418 votos, oficializó su adhesión a la coalición del gobernador electo Andrés Julián Rendón, luego de que los Marianos no se hubieran definido en campaña a apoyar la candidatura de Juan Diego Gómez, quien prácticamente se quedó solo en la colectividad con su aspiración.
Es probable que los Marianos estén en la coalición de Fico en el concejo. Pero aseguran que cualquier respaldo está condicionado a que los planes de gobierno no violen sus principios inamovibles.
Las dos curules más importantes que lograron en octubre
El diputado electo Walter Arias (imagen izquierda) es oriundo de Granada, ha sido comerciante toda la vida y lleva 19 años en Lazos de Amor Mariano. También hizo campaña por los congresistas Giraldo y López, y en octubre pasado aceptó ser candidato a la Asamblea. Ya ha tenido acercamientos con Jaime Cano y Jorge Correa, los otros dos integrantes de la bancada conservadora en la Asamblea, pero no han comunicado posibles acuerdos.
Por su lado, el concejal electo Brisvani Arenas tiene 17 años de experiencia como orientador en temas de familia, niños y jóvenes. Apoyó la campaña de los dos congresistas y, a finales de 2022, aceptó la candidatura al Concejo. Desde su curul presentarán proyectos sobre la salud mental de los jóvenes y el papel de la familia; la libertad de culto y creencias; la regulación de la prostitución y las oportunidades de trabajo en el Centro, donde hace unos 15 años el concejal fue comerciante.
