Luis Peláez nació en Puerto Berrío, tiene 34 años y desde los 19 años decidió que la política era lo suyo. De la mano del ya fallecido exsenador y exmagistrado Carlos Gaviria Díaz, se sumó al entonces Polo Democrático Alternativo en su ciudad natal.
Hoy, 15 años después, se destaca como una de las figuras de la izquierda o de la centro izquierda en Antioquia. Desde la Asamblea, en los últimos años, el diputado Peláez se ha convertido en una de las voces más fuertes en materia de control político al alcalde Daniel Quintero.
Como abogado penalista ha documentado 67 denuncias por posibles actos de corrupción en la administración de Medellín, 17 de las cuales ha interpuesto ante las autoridades con su nombre. Una de ellas fue la que provocó la suspensión del alcalde de Medellín por parte de la Procuraduría por participación en política.
El diputado se lamenta de que en ninguna de ellas ni siquiera se haya dado una imputación, que es el primer paso en un proceso penal. De ahí que afirma que a Daniel Quintero lo protege un poder económico que tendría influencia en la Fiscalía para que las investigaciones no avancen.
¿Por qué se bajó de la candidatura tan rápido?
“Más que uno bajarse, es ser responsable con la ciudad. La ciudad no necesita más candidatos a la Alcaldía. Necesita unión de propuestas. Vamos a procurar para que haya una unión de ciudad, una unión de empresarios, del sector cultural, de todos los sectores que permitan la construcción de esa Medellín que necesitamos después de Quintero”.
¿La dinámica de las elecciones es que hacia el final se hacen alianzas, por qué no esperó hasta ese momento?
“Mi compromiso y responsabilidad con la ciudad no es hacer una candidatura para engordarla y vendérsela al mejor postor. Medellín no se merece eso. Medellín se merece un proyecto político serio y de construcción de ciudad. Hay algunos que hacen eso, yo la verdad lo deploro”.
¿Quiere decir que muchos se lanzan como candidatos a ver cómo se pueden ubicar después en la alcaldía de alguien más?
“Sí. Lo hacen a ver si los nombran de secretarios, a ver si les dan un puesto, un contrato. Están utilizando incluso la plataforma del dolor de esta ciudad para ser candidatos o precandidatos”.
A propósito del dolor de esta ciudad, usted ha sido uno de los más destacados a la hora de hacer denuncias sobre la corrupción en Medellín. ¿Cuántas denuncias ha hecho, ante qué instancias y qué resultados ha obtenido?
“Nosotros hemos hecho en total cerca de 67 denuncias. Con pruebas y documentos hemos entregado exactamente 17, ante la Personería, en la Contraloría General, en la Procuraduría y en la Fiscalía. De las 67 hay algunas que han derivado en denuncias anónimas porque no tenemos las garantías suficientes para hacerlo de manera pública.
¿No hay garantías? ¿A qué se refiere? ¿Teme que algo le pueda ocurrir?
“La denuncia que tuvo un resultado más reciente y contundente fue la que dio lugar a los 42 días de suspensión del alcalde Daniel Quintero. Eso nos valió cinco amenazas de muerte para mí y mi familia”.
¿Y cómo fueron esas amenazas?
“Nos llegaron hostigamientos vía WhatsApp, Instagram y pues es algo que la verdad no se lo deseo nunca a nadie. La primera llegó a las 11 de la noche, al día siguiente de que se conociera la decisión de la suspensión del alcalde Quintero, y decía ‘usted no tenía que meterse en eso, lo vamos a callar, te vamos a matar’. Se hizo a través de un comentario privado en Instagram en una publicación en una de las entrevistas que yo di a Caracol Televisión. Inmediatamente denunciamos e hicieron el rastreo de la IP, pero esa IP la cerraron rápidamente”.
¿Cómo fue esa denuncia que dio lugar a la suspensión del Alcalde?
“Aportamos 400 documentos, donde se muestra posible corrupción, contrataciones irregulares, malos manejos de recursos, contrataciones incluso a familiares y miembros del grupo Independientes. Lo mostramos en la Procuraduría General de la Nación y dio lugar a los 42 días de suspensión. Este proceso todavía sigue abierto y estamos a un mes de conocer el fallo definitivo o la resolución definitiva de la Procuraduría para saber si hay destitución o no”.
De todas esas denuncias que usted ha hecho, ¿cuál es la más importante?
“Son múltiples y tienen que ver con ese modus operandi de robarse a Medellín. Una tiene que ver con EPM y fue la denuncia al exgerente Alejandro Calderón Chatet que tenía títulos falsos. Hay una denuncia nuestra frente a esa situación que tenía incluso empresas que lavaban dinero en Panamá. Pero detrás de eso hay otras denuncias que todavía no hemos puesto como la que tiene que ver con el gas de Canacol, o la de los vicepresidentes de EPM y su forma de anquilosarse en el poder. También los computadores Futuro, con entregas que nunca existieron”.
¿Qué respuesta tiene de las autoridades?
“Uno a veces siente una cierta impotencia, porque a partir de que a uno le llega un anónimo con una carta o una llamada, empieza a moverse toda una estructura para armar la investigación, de volcar al equipo para trabajar esos temas de corrupción, de encontrar las pruebas. Pero cuando uno denuncia y pasan uno o dos años sin tener resultados, se siente impotente. ¿Qué pienso yo y qué he investigado? Que estas entidades, de alguna forma, están amangualadas con el poder que está protegiendo a Daniel Quintero. Y él es el emisario de ese poder que, digamos, es un poder económico bastante fuerte, que lo protege y lo protege en las entidades de control”.
¿Si le entiendo bien, está diciendo que las investigaciones contra Daniel Quintero, el alcalde de Medellín, no prosperan, porque tiene una especial protección en las entidades de investigación?
“Es que no veo otra posibilidad. Con las pruebas que hemos entregado, con los procesos, y los conozco muy bien porque soy abogado penalista, sé que debería rápidamente tener resultados con lo que ha pasado en EPM, con la entrega de Computadores Futuro, lo que ha pasado en la Secretaría de Educación con Buen Comienzo, todo un sinnúmero de casos de posible corrupción, que mínimo tendrían que estar en imputación. Y hoy no tenemos ni siquiera una imputación, que es el primer paso en un proceso penal. Así que creo fundamentalmente que lo están protegiendo los poderes que él también protege y que también sale a defender”.
¿A qué se refiere exactamente?
“Daniel Quintero es claramente el emisario de un grupo económico. Más de 150 artículos en Semana lo demuestran, que siempre van en un relato dominante. Van atacando a un grupo empresarial directo. Van posicionando temas de ciudad que le favorecen a Daniel Quintero y rebajan a la oposición. Además, Daniel Quintero lo ha hecho de una forma directa. Ha favorecido directamente a ese grupo económico aprovechando su posición dominante de alcalde para enlodar a otro grupo económico. Él simplemente hace, y para ponerlo directo, él ataca al GEA, pero nunca ataca a los Gilinski”.
A ver, según su afirmación, Daniel Quintero es un emisario del grupo Gilinski y por esta razón está protegido por entidades, autoridades nacionales que deberían investigarlo y que no lo están investigando. ¿Esa es su hipótesis?
“Sí, esa es mi hipótesis, de que lo protegen, ese poder económico logra también permear los organismos de control y lo protege de las investigaciones, al menos en este momento”.
¿Y no le parece que esas afirmaciones podrían llevarlo a responder eventualmente por un presunto delito de injuria y calumnia?
“Hemos dicho que esta es una hipótesis, es una posibilidad. Pero una de las cosas es que Medellín también tiene que tener un debate público y abierto sobre esta situación. No es gratis que el alcalde Daniel Quintero trine de una forma directa, simplemente apoyando un grupo económico y además que durante más de tres años las investigaciones, las denuncias penales, disciplinarias no tengan ningún puerto seguro. Cuando es evidente la posible corrupción que hay en Medellín, se habla en todos los pasillos de la Alpujarra, en todos los pasillos de la Alcaldía de Medellín, dicen a voces llenas que se robaron el Inder, dicen a voces llenas que se robaron Buen Comienzo, dicen a voces llenas que se robaron, mejor dicho, no media alcaldía sino la totalidad de la alcaldía. ¿Qué hacer entonces con eso? ¿Dónde están los organismos de control? Todos nos preguntamos en redes sociales eso y a eso hay que darle una explicación y es que el poder que defiende Daniel Quintero lo encubre también en los organismos de control, no tiene otra explicación”.
Pero por otro lado, desde esos órganos de control hay personas que dicen que no hay pruebas suficientes para adelantar una investigación o para llamar a una imputación. ¿Qué pruebas tendría usted para mostrarles que a lo mejor no están haciendo bien la tarea?
“Nosotros hemos entregado las pruebas y tienen cadena de custodia. Lo que hemos visto es que a veces, aquí, los organismos de control les están diciendo a quienes denuncian que hagan su labor, pero es que la tarea fundamental del ente investigador es investigar, es interceptar llamadas, y no lo hace. No hace los allanamientos preventivos para rescatar pruebas. Dígame un solo allanamiento que haya pasado en esta alcaldía, con las denuncias que hemos presentado. Entonces dejan dañar las pruebas, las dejan ocultar, pasa el tiempo y no hacen la investigación. A veces la forma de ayudar también es torpedear”.
¿Y de qué nivel es esa protección en los órganos de control? ¿De qué tipo de funcionarios está hablando?
“Yo no sabría responderte porque bueno, frente a la hipótesis o frente a la posibilidad, habría que indagar más. Investigar a las ías tiene un problema muy grande y es que nadie las investiga, ni hay cómo esculcarles porque no hacen su trabajo. Recordemos el antecedente del excontralor Sergio Zuluaga Peña, que escondía y archivaba todas las investigaciones del exgobernador Luis Pérez y varios alcaldes cercanos. Eso ya existió. Tener un ente de control de bolsillo o que le ayude es un modus operandi de gente muy cercana a Daniel Quintero como es el exgobernador Luis Pérez”.
¿Y ahora usted no va a estar en las elecciones de octubre?
“No, sí voy a estar. Voy a estar encabezando la lista de la Asamblea de Dignidad y Compromiso. Me encanta ser diputado. Me encanta representar a Antioquia. Así como defiendo Medellín, defiendo todos los municipios del departamento. Y esa va a ser mi apuesta electoral. No voy a dejar solo a Medellín. Y también, aprovechando este espacio le mando un mensaje al alcalde Daniel Quintero, que hace unos días dijo que porque yo era precandidato a la alcaldía, él subestimaba mis denuncias que lo involucran a él en un robo de recursos por cobertura educativa. Bueno, ya se le acabó la excusa. Ya no soy precandidato a la Alcaldía. Que responda a mis denuncias. Yo espero que esa investigación de robo de recursos por cobertura educativa, por cobrar estudiantes falsos, realmente llegue a buen puerto y se conozca la realidad”.
¿Usted de dónde surgió? ¿Cómo llegó a la política? ¿Cuál es su historia?
“Yo soy de Puerto Berrío, Antioquia. Tengo 34 años. Soy padre de dos hijas. Una tiene 16 años y la otra apenas un mes de haber nacido. Empiezo a estudiar en la Universidad de Antioquia, en la sede de Puerto Berrío. Soy de procesos juveniles del municipio, exactamente de la organización juvenil Jóvenes Sin Barrera. Ingreso inicialmente a un partido político que es el Polo Democrático Alternativo cuando tenía 19 años, a través del maestro Carlos Gaviria. Y ahí me empiezo a emocionar del cuento de transformar la realidad que vemos, o que todavía seguimos viendo en los municipios de Antioquia, pero especialmente en Puerto Berrío, con una desigualdad gigante en comparación con los demás municipios del departamento. Y me lanzo por primera vez al Concejo de Puerto Berrío. Perdí. Entendí la dinámica de la política, no me dejé absorber de la dinámica electorera y politiquera. Me gradué en Derecho de la Universidad de Antioquia. Soy especialista de la Universidad de San Buenaventura. Y seguí estudiando, dejé de un lado un poco la política, me dediqué a la docencia, fui profesor de la Universidad de Antioquia. Y volví otra vez a aspirar al Concejo, cuatro años después. Volví a perder. Y a la tercera llegue a la Asamblea, fui tercero en la lista del Polo Democrático Alternativo, y como renunció Jorge Gómez logré obtener la curul”.
¿Cómo cree que se van a definir en octubre las fuerzas entre los seguidores de Quintero, que tiene varios candidatos; los antiquinteristas y otros que también quieren ser una alternativa diferente?
“Lo primero es que yo mantengo mi candidatura a la Asamblea es una decisión inamovible. Vamos a decirle a Antioquia que nos ayude y vote masivamente por nosotros, esperamos aumentar las curules del Partido, hoy tenemos solo una, queremos ser dos o tres más. No solo Medellín está en riesgo, Antioquia también. El lado de Quintero quiere permear los municipios del Área Metropolitana y también la Gobernación de Antioquia a través de uno de sus alfiles que es Esteban Restrepo. Ese es el llamado de atención, no solo hay que proteger a Medellín, hay que proteger todo el resto de Antioquia. Nosotros vamos a seguir opinando sobre lo que ocurre en Medellín, vamos a seguir denunciando, vamos a seguir haciendo debates de control político”.
¿Hay algún temor frente a la campaña?
“Más que temor es un llamado de atención porque empieza a pasar la misma historia de hace cuatro años, antes tuvimos 15 candidatos hoy están como 30, puede ser que terminen unos 15, lo mismo de hace cuatro años; un sector alternativo que no ha querido unirse, un sector de la derecha que logra unirse, y el quinterismo en río revuelto logra unirse, arrastra un pedazo de la derecha y gana las elecciones. Estamos en riesgo de que eso vuelva a pasar, de que las lecciones que nos dejó la campaña de hace cuatro años no se aprendan. Y por eso el quinterismo ha buscado la posibilidad de tener múltiples candidatos para poder arrebatarnos otros cuatro años el futuro de Medellín”.