Una ciudad más pesimista con el futuro, con problemas de inseguridad alimentaria y una desconfianza cada vez más profunda hacia las instituciones públicas hacen parte de la radiografía que arroja la última Encuesta de Percepción Ciudadana del programa Medellín Cómo Vamos, que será presentada hoy, desde las 11:00 a.m., en el Teatro Pablo Tobón Uribe.
El documento, que recoge las opiniones de 1.616 ciudadanos distribuidos en las 16 comunas de Medellín, arroja un balance que resulta contradictorio, ya que, pese a reflejar una mejoría en la percepción de la economía, marcada aún por los coletazos que dejó la pandemia, también muestra indicadores alarmantes en dramas como el hambre.
En este último frente, por ejemplo, el porcentaje de hogares que admitieron que al menos uno de sus integrantes había comido menos de tres veces en el último mes alcanzó su máximo histórico en los últimos 17 años, ubicándose en un 24%.
Este porcentaje, dos puntos por encima del registro de 2021 (22%), fue mucho más alto en las comunas del sector nororiental de la ciudad (1, 2, 3, y 4) llegando al 36%.
En materia alimentaria, el informe muestra que 28 de cada 100 hogares en Medellín con niños menores de 6 años también dijeron haber comido menos de tres veces al día en el último mes, superando el promedio de la ciudad.
Mónica Ospina Londoño, directora de Medellín Cómo Vamos, explica que este año el programa dividió los resultados en tres grandes bloques, cada uno con resultados que preocupan: necesidades básicas de los hogares, cómo se vive y gestión pública.
Una ciudad desigual
En materia económica, la encuesta publicada este año mostró un panorama que encaja con el comportamiento de indicadores como el desempleo, que según reveló el Dane el pasado 28 de febrero se ubicó en el Valle de Aburrá en una tasa del 9,4%, siendo la segunda más baja del país (solo superada por Santa Marta, con 9,3%).
Al ser consultados por su percepción ante la facilidad de conseguir trabajo, el 32% consideró que es más fácil, una cifra que en 2021 solamente llegaba al 13%.
Por su parte, los ciudadanos que consideraron que conseguir trabajo no es fácil se ubicó en un 33% en 2022, 26 puntos por debajo de lo registrado en 2021, cuando el 59% de los encuestados respondieron de esa forma.
Al ser consultados sobre si su situación económica había empeorado recientemente, el porcentaje de hogares que consideró que empeoró mucho o algo fue del 29%, un punto por debajo de lo registrado en 2021, cuando el 30% respondió de esa forma.
Sin embargo, ese indicador no logra alcanzar los niveles prepandemia, cuando solamente el 17% de los hogares tenía esa percepción.
En ese mismo frente, los encuestados que consideraron estar en la pobreza pasó del 31% en 2021 al 22% en 2022.
Sobre este tema, la directora Ospina explicó que, pese a que desde ese vistazo general las cifras muestran una mejoría, al desagregarse el indicador en las diferentes comunas se ve una profunda brecha, clave para entender el repunte histórico en temas como el hambre.
Por ejemplo, si se enfoca la vista en los ciudadanos que se consideraron pobres, el porcentaje era mucho más alto en la zona nororiental de la ciudad, en donde el 34% se autodenominó en esa condición. En la zona centrooriental (comunas 8, 9 y 10) ese porcentaje fue del 20% y en la zona noroccidental (comunas 5, 6 y 7) también fue del 20%.
“Cuando se pregunta por la situación económica del hogar hay un 29% que considera que ha empeorado. Si bien hay mayor facilidad de conseguir empleo, las cifras nos muestran que no es una mejora igual para todos los hogares”, señaló Ospina, advirtiendo que esos problemas de alimentación también dan cuenta de que los mecanismos creados por el sector público para revertirlos no están dando los resultados que se necesitan.
Insatisfacción por la ciudad
Frente a la gestión del gobierno local, el informe también documentó un deterioro en la percepción de seguridad y el estado de varios componentes de ciudad, como las vías, el aseo y hasta los servicios públicos.
En seguridad, por ejemplo, el porcentaje de ciudadanos que se sienten seguros bajó, pasando del 76% en 2021 al 72% en 2022 y del 52% al 46% en sus barrios en ese mismo periodo.
Frente los problemas de seguridad concretos, la mayoría de los encuestados (33%) se quejó por los atracos callejeros, el 28% por el consumo de drogas ilegales, el 16% por el narcotráfico, el 12% por la presencia de pandillas o combos en sus territorios y el 11% por el robo de carros. En este último punto, otra queja común fue por la falta de fuerza pública en las calles, que reprochó el 10%.
Otro dato que reveló el informe es que la mayor parte de los encuestados que dijeron sentirse inseguros en sus barrios y atestiguaron ser víctimas de algún delito fue significativamente mayor en las comunas 14 (El Poblado), 15 (Guayabal) y 16 (Belén).
Además de la seguridad, otros indicadores que se deterioraron fue la satisfacción con el estado de las vías, que pasó del 64% en 2021 al 55% en 2022, y la insatisfacción con el medio ambiente.
Tan solo en el caso de las vías, alertó la directora Ospina, las cifras muestran la satisfacción más baja de los últimos 13 años.
En medio ambiente, las quejas más críticas fueron por la gestión de las basuras (cuya insatisfacción pasó del 49,1% en 2021 al 53,3% en 2022), el nivel de ruido en la ciudad (cuya insatisfacción pasó del 42,5% en 2021 al 48% en 2022) y la calidad del aire (cuya insatisfacción pasó del 30,1% en 2021 al 39,1% en 2022).
Capítulo aparte merece la percepción por la prestación de los servicios públicos domiciliarios, que se deterioró en 4 de los 5 servicios medidos. Solamente el servicio de gas domiciliario tuvo un desempeño positivo, pasando de una satisfacción del 84% en 2021 al 91% en 2022.
El servicio peor valorado fue el del internet en los hogares, en el que solo el 62% de los encuestados se declaró satisfecho (en 2021 y 2020 había sido el 68%).
En agua y energía eléctrica el desempeño también fue malo. Mientras en el primero la satisfacción cayó del 87% al 85% entre 2021 y 2022, en el segundo cayó del 87% al 84%.
De este último punto se desprende otro campo en el que la ciudad no logra levantar cabeza desde el 2020 y es la favorabilidad de sus entidades públicas.
Solamente en el caso de Empresas Públicas de Medellín (EPM), que en 2020 tenía una imagen favorable para el 90% de los encuestados, ese indicador llegó al 72% en 2022, que a su vez representó un desplome de 14 puntos en comparación con 2021, cuando estaba en el 86%.
Crisis en las instituciones
Además de EPM, la favorabilidad se desplomó en casi todas las instituciones medidas, sin importar si su naturaleza era distrital, metropolitana o nacional.
En el caso del conglomerado público de Medellín, varias dependencias que se han visto envueltas en escándalos durante los últimos tres años dieron cuenta de una imagen muy golpeada.
Por ejemplo, Ruta N, que gozaba de una favorabilidad del 91% en 2020, cayó a una del 72% el año pasado. En ese mismo periodo, la favorabilidad de Metrosalud pasó del 76% al 62% y la de Telemedellín del 94% al 72%.
En el ámbito regional, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá pasó de una favorabilidad del 92% en 2020 a una del 75% el año pasado. El Metro de Medellín cerró con imagen positiva del 86%, que si bien repuntó en comparación con 2020 (cuando estaba en 80%), cayó siete puntos en comparación con 2021, cuando se situó en un 93%.
A manera de conclusión, la directora Ospina resaltó que si bien se mantiene el orgullo de los medellinenses por su ciudad, que se ha mantenido estable durante la última década, estas cifras dan cuenta de un deterioro en la confianza y las expectativas hacia lo público.
Por ejemplo, pese a que la ciudad el año pasado tuvo uno de los presupuestos más altos de su historia ($6,5 billones), solo el 38% de los encuestados se declararon satisfechos en cuanto a la inversión de esos recursos, el nivel más bajo desde 2009. Además, en 2022, el 74% de los ciudadanos consideró que el nivel de corrupción había aumentado o seguía igual en comparación con el año anterior, dando cuenta de una gran desconfianza.
“No podemos dejar perder esos grandes valores y activos que ha tenido Medellín. Vemos una sociedad resiliente, pero que va por mal camino y perdiendo sus expectativas, confianza en las instituciones y en las condiciones de vida”, apuntó.
74%
de los ciudadanos creen que
el nivel de corrupción es igual que en 2021.
4
de los cinco servicios públicos medidos en la encuesta empeoraron para los ciudadanos.
18
puntos de imagen favorable ha perdido EPM durante al Alcaldía de Daniel Quintero.
