En un mundo donde el cambio climático avanza sin freno, encontrar soluciones para proteger el medio ambiente se ha convertido en una prioridad. Resulta que en la Universidad Eafit de Medellín, un grupo de expertos asumió el desafío de crear un dron capaz de monitorear los ecosistemas y brindar información para la prevención y cuidado ambiental.
La aeronave es un ejemplo tangible de cooperación internacional y manufactura colombiana. Su desarrollo fue posible gracias a la colaboración entre Eafit, la Universidad KTH de Suecia y la empresa SAAB. Juntos, diseñaron un sistema que promete revolucionar el análisis del uso del suelo, el monitoreo de ecosistemas y la toma de decisiones para proteger el medio ambiente.
Este proyecto nació en 2022, liderado por la profesora Olga Lucía Quintero quien, junto con estudiantes y egresados, decidió emprender la creación de esta innovadora aeronave no tripulada.
“La idea surgió de una necesidad: en Colombia no tenemos herramientas suficientes para monitorear los cambios en el suelo y los ecosistemas, y eso nos deja en desventaja para tomar decisiones informadas. Este dron es nuestra respuesta a ese problema”, explicó Sebastián Carmona, integrante del equipo.
El dron tiene tres metros de envergadura, desde una punta de sus alas hasta la otra, y está fabricado con materiales como fibra de carbono y plástico termoformado.
Un ojo preciso desde la altura
Equipado con sensores de alta precisión, es capaz de medir hasta 15 tipos de contaminantes del aire y gases, como dióxido de carbono, dióxido de nitrógeno, azufre y metano, entre otros. Además, cuenta con cámaras especiales que capturan imágenes en diferentes espectros de luz, lo que permite analizar, en detalle, la composición de los cultivos y ecosistemas.
“Con esta aeronave podemos saber, por ejemplo, si un bosque está perdiendo vegetación. Esa información es clave para diseñar planes de acción y prevención”, comentó Fernando, uno de los biólogos que participó en el proyecto.
El punto de partida de este desarrollo fue una problemática común en Colombia: las herramientas tradicionales para monitorear los ecosistemas resultan insuficientes.
En muchas regiones del país, la constante nubosidad dificulta que los satélites capturen imágenes claras. Incluso cuando lo logran, su resolución no es adecuada para detectar cambios pequeños pero significativos, como la pérdida de un área de bosque o el deterioro de un cultivo.
Ahí es donde entra en juego el dron desarrollado por Eafit. A diferencia de los satélites, este aparato puede volar a alturas mucho más bajas y capturar imágenes de alta resolución. También mide variables como la calidad del aire y la temperatura en tiempo real, ofreciendo una visión completa de lo que sucede en el ambiente.
“Lo que queremos es cerrar esa brecha de información y darle a Colombia las herramientas necesarias para cuidar su riqueza natural. No se trata solo de saber qué está pasando, sino de actuar a tiempo para evitar daños mayores”, señaló Sebastián.
El proceso para construir este dron fue un verdadero “sprint de carreras”, según relató Carmona. Los planos llegaron desde Suecia, y en Medellín, los ingenieros y estudiantes de Eafit, junto con voluntarios de la UPB, se encargaron de materializar el diseño. Los sensores, importados de Alemania, tuvieron que integrarse meticulosamente para garantizar que la aeronave cumpliera con todas sus funciones.
Una de las características más impresionantes del dron es su capacidad para medir la reflectividad de los cultivos y calcular índices de vegetación. Esto permite identificar problemas en estas tierras, ayudando a los agricultores a tomar decisiones que mejoren la productividad de manera sostenible.
Además, al monitorear la cobertura del suelo y los cambios en los ecosistemas, el dron puede alertar sobre problemas como la deforestación, uno de los principales contribuyentes al cambio climático.
Según la profesora Quintero, la información que proporcione esta aeronave será fundamental para diseñar estrategias que protejan los bosques y promuevan la reforestación.
El desarrollo de este dron marca un avance importante hacia un modelo de desarrollo sostenible. Es que aunque el cambio climático es un problema global, proyectos como este demuestran que las soluciones pueden venir desde lo local, aprovechando el talento y los recursos disponibles en cada región.
“Logramos demostrar desde el Área de Computación y Analítica nuestra capacidad de interacción internacional y también la habilidad de manufacturar en el país”, concluyó la profesora Quintero.
El prototipo fue presentado en la pasada cumbre de la COP16 que se realizó en Cali.
