Tras esperar casi dos horas este miércoles, encartado con el tanque de oxígeno que reemplaza sus pulmones, a José Orlando Cañola le entregaron 10 de las 30 pastillas de alto costo que necesita para su tratamiento de Epoc (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y unas cuantas más de otro de los ocho medicamentos que debe tomar desde que lo diagnosticaron hace casi cuatro años.
Estaba en compañía de una hermana, en la sede que la EPS Savia Salud tiene en la avenida Oriental para la entrega de medicamentos, donde aunque algunos sí encontraron su receta, un común denominador fueron las caras de decepción y enojo y las quejas de decenas de pacientes que hicieron largas filas o esperaron sentados por horas para que les dijeran que los suyos, muchos de ellos a precios que no pueden costear, no estaban disponibles.
José Orlando contó que solo la caja de 30 pastillas de las que le entregaron 10 ayer cuesta $280.000 que no tiene de dónde sacar. Con 68 años, sin trabajo, con la grave enfermedad a cuestas y encargado del cuidado de su madre de 90 años, también enferma, no tiene posibilidades de comprar los medicamentos de forma particular, a lo que se suma que como debe transportar el tanque de oxígeno, no le queda más opción que coger taxis para reclamar los medicamentos, otro gasto que a veces lo pone en aprietos.
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Este miércoles, por ejemplo, salió de la sede de dispensación a otra en un lugar diferente de la ciudad para que Savia le autorizara otros exámenes: “Qué me gano yo con hacerme los exámenes si cuando uno viene por los medicamentos que le mandan los médicos dicen que no los hay”. En su caso, la intermitencia en el tratamiento le causó un retroceso que hoy lamenta.
Afirmó que en agosto del año pasado los médicos ordenaron retirarle el oxígeno porque tuvo una mejoría. Sin embargo, como no le entregaron los medicamentos formulados cada mes, tuvo un retroceso y lo hospitalizaron dos semanas en enero. De nuevo, tuvo que conectarse al oxígeno. De nuevo, empezó la odisea de ir cada tanto a la farmacia de la EPS a ver si cuenta con suerte y le entregan las fórmulas completas.
Su caso no es aislado. Desde la semana pasada, la Secretaría de Salud de Antioquia y la Personería de Medellín alertaron por el riesgo que corren los pacientes de Savia Salud con enfermedades como diabetes, hipertensión, VIH, cáncer, hemofilia o enfermedades psiquiátricas, entre otras catalogadas de alto costo, porque no se les están entregando los medicamentos.
Aunque este hecho está enmarcado en la escasez de algunos medicamentos en todo el país y no es exclusivo de Savia, en las últimas semanas a esta EPS la ha afectado aún más que hubo cambio del operador de la entrega de medicamentos desde el pasado 1 de febrero.
La decisión de cambiar el operador la tomó el agente interventor designado por la Superintendencia Nacional de Salud y que está a cargo de la EPS desde junio de 2023, luego de que el gobierno nacional ordenara la intervención forzosa a Savia, bajo el argumento de que la entidad presentaba “graves y reiteradas fallas en la atención” a sus usuarios y “el manejo de los recursos públicos del sistema de salud”. Una decisión considerada como arbitraria e injusta por diferentes sectores políticos antioqueños y que tuvo duros cuestionamientos por parte de la Procuraduría.
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Desde la Personería de Medellín aseguraron que han tenido aumento de denuncias de pacientes de esta EPS, que se han visto afectados en la continuidad de sus tratamientos por la falta de medicamentos en la ciudad. Jilmar Rentería, coordinador de Observatorios de la Personería, manifestó que la gravedad del asunto radica en que estos pacientes han tenido que asistir a los servicios de urgencias porque resultan descompensados al no tener la continuidad de los tratamientos.
“La no entrega de medicamentos afecta al 43% de los afiliados a la EPS y representa un riesgo para 727.000 usuarios de Savia Salud EPS en los municipios del Valle de Aburrá, especialmente a los pacientes denominados de “alto costo” que tienen hemofilia, VIH y enfermedades psiquiátricas”, añadieron desde la Secretaría de Salud de Antioquia.
Es el caso de Tatiana Arango, una mujer de 43 años que llegó este miércoles desde el corregimiento San Cristóbal hasta la farmacia de la Oriental para que le entregaran los dos medicamentos que debe tomar para evitar ataques de epilepsia. “Me madrugo desde las 4:00 de la mañana, a hacer fila y dicen que no hay el medicamento. Me dijeron que venga la próxima semana que tal vez lo hay”, dijo la paciente, quien no puede trabajar y recibe apoyo de unos vecinos para movilizarse cuando tiene que hacer trámites de salud.
Tatiana aseguró que en noviembre y diciembre no le entregaron ninguno de los medicamentos, en enero le entregaron solo uno y los de febrero están en veremos. Esto ha hecho que esté en mayor riesgos de crisis, como la que le dio solo hace unos días cuando estaba desayunando en una cafetería justo luego de salir de una cita médica. Por fortuna estaba con un conocido que le prestó ayuda.
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Solo en Medellín, agregó el coordinador Rentería, son alrededor de 486.000 afiliados a Savia Salud: “No van a ser afectados los 486.000, pero sí hay un alto porcentaje de la población que está teniendo esta dificultad”. Hay que recordar que en todo Antioquia Savia tiene 1,6 millones de afiliados.
El problema es de magnitudes importantes, pues no seguir los tratamientos al pie de la letra cuando se trata de enfermedades graves aumenta el riesgo de que los pacientes tengan complicaciones, generen nuevas patologías o tengan que acudir al servicio de urgencias o a otros manejos intrahospitalarios porque recaen, lo que también genera congestión y desbordamiento del sistema de salud.
Lina Durán también contó con desespero cómo ayer perdió la ida, otra vez, al dispensador de la Oriental porque le dijeron que los dos medicamentos que debe tomar su madre de 84 años no estaban disponibles: “Mi mamá tiene que tomar un anticoagulante que vale $350.000, si se lo deja de tomar le puede dar una trombosis, un paro respiratorio; también toma otros para la presión. Pero cada que vengo me dicen que no hay, que venga en cuatro días, que venga la otra semana”.
La Secretaría de Salud de Antioquia reiteró que los puntos de dispensación de la EPS donde se está presentando el problema son los de Boston, El Poblado y la Avenida Oriental, en Medellín, así como Bello, Envigado, Sabaneta y Caldas.
José Duván Castaño, quien cree que esto es un problema de hace tiempo, es otro de los afectados, porque le ha tocado hacer maromas para comprar insulina y otro medicamento para su diabetes tipo II, en vista de que desde octubre no se los entregan: “Generan un faltante y nunca lo entregan, se pasa la orden que dura tres meses y hay que ir a nueva formulación, con nuevos médicos y nuevos tratantes, pero luego no nos entregan el medicamento a tiempo ni según la necesidad”.
El pasado 6 de febrero la Personería citó al agente interventor de Savia y a la Secretaría de Salud de Medellín para tratar este tema. Según el Ministerio Público, les informaron que tienen un plan de choque, pero en su consideración no hay acciones contundentes.
Al nuevo operador de la entrega de medicamentos le solicitaron buscar mecanismos eficientes para solucionar este problema que tiene en riesgo la salud de una gran cantidad de personas, muchas de las más vulnerables, que ha sido el público objetivo principal de Savia Salud desde su creación.
Este medio está a la espera de una respuesta de la EPS para conocer el panorama y las salidas que han encontrado a esta situación.
